Con gran carácter, había logrado frenar las presiones politiqueras de todo tipo; especialmente las provenientes del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), para otorgar ayudas sociales, al mejor estilo tradicional con fines clientelistas y electoreros.
Hace un par de meses, cuando empezó la campaña de desprestigio de su gestión, advertimos que para nadie era un secreto que la presente administración gubernamental del PUSC, así como va, augura una gran derrota electoral para esta agrupación política en las elecciones generales del año 2006; considerando, además, el impacto negativo sobre la misma, dada la gravedad de las denuncias de la financiación de la campaña del hoy mandatario presidencial y su oscuro manejo de la negociación del TLC.
La gestión de la señora Lara Povedano representaría un grave obstáculo en la estrategia electoral del PUSC para el año 2006; particularmente, para aquellas candidaturas diputadiles que serán bendecidas por los “arcángeles”, quienes, por tanto, le habrían pedido al Presidente Pacheco deshacerse de tan brillante profesional, al frente de esa institución clave para el desarrollo social de los costarricenses más pobres.
Pero más aún, la Presidente Ejecutiva de IMAS ha insistido en que las graves restricciones económicas impuestas a su gestión, por una visión que podríamos llamar de fundamentalismo macroeconómico, limita y continuará limitando la posibilidad real de generar verdaderas oportunidades para el combate efectivo de la pobreza en nuestro país.
Estimamos que este Gobierno ha decidido no actuar, realmente, contra la pobreza, combatiéndola estratégicamente; pues se empeña en generar un sistema concentrador de riqueza y excluyente, desde el punto de vista social y productivo. Es en ese marco que se le cerraron las puertas a la Sra. Lara Povedano. (pasa…)
Es decir, existen sectores políticos que están urgidos por la imperiosa apropiación de esos jugosos fondos sociales para efectos clientelistas, y existen sectores que jamás entenderán que los muertos que produce un sistema económico excluyente, como el que sigue la presente administración, no podrán ser nunca resucitados por la política social.
La pregunta es evidente: si se agotó el camino y se cerraron las puertas para una gestión honesta y eficaz, ¿cuál es el camino que debemos esperar a futuro?; ¿el clientelismo político y la dilapidación de los fondos sociales?; ¿una incomprensión aún mayor de los graves efectos sociales que produce la política del equipo económico del actual gobierno?; ¿qué sentido tiene una reforma fiscal si lo que se vislumbra es la dilapidación y el uso ineficaz de esos fondos públicos?… Estas preguntas deben ser contestadas por el Gobierno de la República.
Es evidente que los sectores politiqueros y clientelistas, así como los sectores más insensibles de su equipo económico, han vuelto a “secuestrar” (para ser “benevolentes”), al Presidente Pacheco de la Espriella; y, por lo tanto, debemos entender que el Gobierno, al final, decidió por no apostar a una política social y productiva incluyente, tal y como la que promocionaba la Sra. Lara Povedano.
De ahora en adelante, queda claro que el combate integral y estratégico a la pobreza ha sido abandonado por la Administración Pacheco de la Espriella. Si se han cerrado las puertas para la señora Lara Povedano, es porque el propio Sr. Presidente de la República, así lo ha querido. ¡Que Dios agarre a los pobres confesados!
San José, 7 de octubre del 2003.