Si hay que ir a la cárcel…se irá a la cárcel: La lucha por la justicia social no se detendrá jamás

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La señora Ministra de Salud expresa así su malestar porque la orden intimidatoria que emitió en contra del citado movimiento, fue desatendida por miles de personas trabajadoras de la Caja, las cuales consideraron sumamente justo el llamado de los sindicatos al indicado movimiento, ante el crecimiento de las desigualdades salariales irracionales que se han generado en tal entidad.

Ante el conocimiento previo que tuvo de la inminencia de tal movimiento, como rectora del Sector Salud, la doctora Ávila debió informarse previamente de, no solamente la cantidad y la calidad de las medidas que se impulsaron para reducir al mínimo la afectación de los servicios básicos, esenciales, imprescindibles y otros de similar calibre; sino que, además, le faltó iniciativa para convocar a las entidades laborales del movimiento y obtener de viva voz, un relato de un largo proceso de tolerancia, de paciencia y de fe en el diálogo que los sindicatos desarrollamos frente a las altas autoridades de la Caja, siendo éstas las que lo descartaron.

Acostumbrada a la adulación constante y a una eficiente comisión de aplausos interna que tiene en el Ministerio de Salud, la doctora Ávila Camacho no logró comprender cómo no funcionó en esta ocasión, la institucionalización del miedo; lo cual sí operó a su favor durante la imposición al personal del Ministerio de Salud, del llamado proceso verticalista de_ “Desarrollo Organizacional”_ (D.O.); reestructuración disfrazada con un costo multimillonario por medio del famoso proceso de las “consultorías”.

Además, el indicado proceso de paro dejó en evidencia que la citada jerarca, en su calidad de rectora del sector Salud de la política pública del país al efecto, debe dar muchas explicaciones a la sociedad, en cuanto a su accionar en tal posición, con respecto a la oportunidad, a la eficiencia, a la eficacia de los servicios que brinda la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), a la población nacional. Indudablemente que esto generó en la mencionada funcionaria gran molestia.

Sin duda alguna, la acusación en sede judicial que nos hace la señora Ministra Ávila, abre un mar de oportunidades para no solamente abrir un debate público sobre el carácter de su propia gestión, sino para evidenciar la estrategia de ataque que desde el poder neoliberal (del cual ella forma destacada parte), se ha venido urdiendo en la democrática Costa Rica contra el Movimiento Sindical, especialmente contra aquellas organizaciones que como la ANEP, hemos enfrentado los desmanes de tal poder, de manera abierta y transparente.

En este caso, el diálogo que la Ministra Ávila no fue capaz de propiciar, y que tuvo que ser abierto por los varios miles de trabajadores y de trabajadoras de la Caja que fueron el paro del pasado jueves 10 de setiembre, se ha de mantener y el próximo miércoles 16 empezarán las conversaciones oficiales.

Si hay que ir a la cárcel, se irá a la cárcel, pero no será la indicada jerarca piedra en el camino del diálogo, de la negociación y de la eventual construcción de acuerdos, en beneficio de la paz institucional de la Caja y, por ende, en beneficio de la enorme mayoría de la población costarricense que depende de los servicios de salud que brinda esta estratégica entidad de la democracia.

San José, domingo 13 de setiembre de 2009.

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