Tengamos presente que con esta serie de artículos buscamos posicionar en el seno del sindicalismo nacional y en el ámbito de la realidad sociopolítica costarricense de la actualidad, un planteamiento desde la perspectiva obrero-laboral con ocasión de la llegada del año 2021, cuando ha de festejarse los 200 años de la independencia política de Costa Rica con respecto a España.
Anhelamos que el movimiento sindical no quede al margen, no se automargine, no sea invisibilizado y no se le ninguneé de una celebración tan significativa para la historia republicana de nuestro amado país. Por eso es que ya hemos empezado a hablar del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO.
Evidentemente nuestros planteamientos en el tema no son “los” planteamientos sindicales. De seguro habrá otros según pueden generarse de otras corrientes sindicales. ¡Así lo esperamos!
Ahora bien, empezamos a construir tales planteamientos a partir de los mensajes del Papa Francisco a los y a las representantes de los movimiento sociales que se han reunido con él. Especialmente, en la tercera ocasión ocurrida en este ya casi terminado año 2016. El Papa Francisco nos ha dejado un conjunto de reflexiones, de sugerencias, de inspiraciones esperanzadoras para la lucha social de estos duros tiempos.
Las PROPUESTAS SINDICALES SOBRE EL EMPLEO Y SOBRE EL DESARROLLO PRODUCTIVO PARA EL DIÁLOGO SOCIAL, son otro insumo a considerar para la construcción de un pensamiento integral de cara al SINDICALISMO DEL BICENTENARIO.
Los resultados del proceso de reflexión impulsado por la oficina de la OIT en nuestro país en tal sentido, dan un gran material de trabajo para impulsar procesos de incidencia sindical de nuevo calado, potenciados si pueden articularse intersectorialmente para direccionar las políticas públicas por venir hacia el bien común, la inclusión social, la reducción de las desigualdades.
La semana pasada hicimos mención de lo que podría ser un tercer componente para la reflexión-construcción de un planteamiento integral del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO. Hablamos de la propuesta “TRABAJO DECENTE Y LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE”, que está proponiendo y promoviendo la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE” que, su vez, constituye un mandato emitido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), comprende 17 grandes objetivos estratégicos para el mejor bienestar de la Humanidad presente y futura. Precisamente, el “TRABAJO DECENTE”, el número 8 de esos 17, calza a la perfección con una visión estratégica hacia el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO.
Ahora bien, siguiendo esta línea de “inventario” diagnóstico de las bases estratégicas que tendría ese SINDICALISMO DEL BICENTENARIO, están los otros 16 grandes objetivos de “LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE”. Tan sólo mencionémoslos y se comprenderá a cabalidad que podemos considerarlos para nuestro propósito.
1) Fin de la pobreza. 2) Hambre cero. 3) Salud y bienestar. 4) Educación de calidad. 5) Igualdad de género. 6) Agua limpia y saneamiento. 7) Energía asequible y no contaminante. 8) Trabajo decente y crecimiento económico (ya mencionado arriba). 9) Industria, innovación e infraestructura. 10) Reducción de las desigualdades. 11) Ciudades y comunidades sostenibles. 12) Producción y consumo responsables. 13) Acción por el clima. 14) Vida submarina. 15) Vida de ecosistemas terrestres. 16) Paz, justicia e instituciones sólidas. 17) Alianzas para lograr los objetivos.
Como verán, los 17 grandes objetivos estratégicos de “LA AGENDA 2030 DE DESARROLLO SOSTENIBLE”, que ha adoptado y que promueven las Naciones Unidas (ONU), pueden considerarse como un cuarto componente de esa construcción de pensamiento, de estrategia y de acción que proponemos como SINDICALISMO DEL BICENTENARIO.
Costa Rica, por decisión sumamente acertada del actual gobierno, ha sido el primer país de la Tierra en convertir estos 17 objetivos como política de Estado, razón de más para que desde las tiendas del movimiento organizado de la clase trabajadora, también, se conviertan en parte de su agenda de trabajo y de lucha, con las adaptaciones rigor desde una perspectiva de clase.
Es realmente sorprendente la gran cantidad de pensamiento que se ha producido en los últimos tiempos como para que tengamos un planteamiento integral de cara el SINDICALISMO DEL BICENTENARIO y que nos dé herramientas de lucha tanto de corto, como de mediano y largo plazo.
Es más, con humilde modestia podríamos afirmar que la construcción de contenido para este SINDICALISMO DEL BICENTENARIO hay que asumirlo como una responsabilidad para con la nueva generación de sindicalistas que ya está en puertas y la que ha de venir; tanto procedente de las corrientes sindicales actuales como de las futuras pues como somos optimistas pensamos que la entrada en vigencia, el próximo 25 de julio de 2017, de la Reforma Procesal Laboral (RPL), el espacio para la acción sindical se ha de expandir al sector privado con una mayor certeza y seguridad jurídicas.
La semana próxima plantearemos, muy generalmente, otros componentes que podemos integrar a la construcción del SINDICALISMO DEL BICENTENARIO.