Uno de los más ilustres ciudadanos costarricenses de la actualidad es don Enrique Obregón Valverde. Según Wikipedia (“La enciclopedia libre”), don “Enrique Obregón Valverde es un político, periodista, escritor y profesor costarricense. Militante del Partido Liberación Nacional la mayor parte de su vida salvo por un breve lapso en los sesentas, es considerado uno de los principales referentes de la izquierda liberacionista”.
¡Pues sí! Don Enrique Obregón Valverde es una “especie en extinción”, políticamente hablando si nos referimos a un auténtico pensamiento socialdemócrata, realmente consecuente.
Uno de los más recientes artículos de don Enrique se llama “Las próximas elecciones”.
Los y las liberacionistas que todavía quedan (y que no son pocos), deben considerar la lectura y el estudio de este artículo de don Enrique. Respetuosamente lo planteamos. Pero, quienes no lo son, ¡también deben considerar su contenido!
Para este su servidor la sensación que nos quedó luego de leer y analizar tal artículo es que la socialdemocracia anda en busca de un partido y anda en busca de un candidato. Hay una especie de vacante política para el real pensamiento socialdemócrata.
Don Enrique se encarga de aleccionarnos de qué significa ser un verdadero socialdemócrata hoy. ¡Pongan cuidado!: “La democracia económica y social camina lentamente con una pierna amputada”. Concepto político completamente lapidario que compartimos.
“En lo económico y lo social nos quedamos paralizados cincuenta años atrás. Los partidos bajaron la guardia y sus representantes se aburguesaron. Se perdió el sentido filosófico y moral de la democracia. Decenas de años hace que no se gobierna para el pueblo. Cuando un gobierno elegido popularmente no gobierna para las mayorías, gobernará para una minoría cada vez más poderosa. Eso es lo que está sucediendo”.
¡Tiene razón don Enrique! La desigualdad es el problema número uno de la Costa Rica actual. Datos sobran. El 20% de los hogares acumula más del 50% de los ingresos de todos los hogares a nivel nacional.
Otro dato. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la persona más pobre entre los pobres pero con algún ingreso, estaría recibiendo mensualmente, ¡56 mil 713 colones! Por el contrario, una persona ubicada en el nivel más bajo de los que tienen mayores ingresos, está recibiendo 1 millón 79 mil colones, más o menos.
Es decir, esta segunda persona está recibiendo 19 veces más que la primera, al mes. Y, por supuesto, si entramos en los datos superiores al ingreso mensual de 1 millón 79 mil colones la desigualdad se agiganta.
Otro criterio de don Enrique es éste: “Se han dormido los encargados de mantener el espíritu del 48. El pueblo no cuenta con representantes de verdad. Todo es fabulesco y virtual. La democracia económica y social camina lentamente con una pierna amputada. Un millón de costarricenses en pobreza extrema ratifican esta vergonzosa realidad”.
En estos momentos el partido político más grande se llama “Ninguno”. Más del 50% del electorado no tiene interés ni en la política ni en partido alguno. Aunque es bien severo don Enrique en cuanto a que la gente “no cuenta con representantes de verdad”, ¡porque sí los hay!; lo real es que los beneficios del crecimiento económico no se están distribuyendo como correspondería para que democracia deje de caminar “lentamente con una pierna apuntada”.
“La pierna apuntada” a la democracia, lo cual se dio cuando se durmieron “los encargados de mantener el espíritu del 48”, se refleja, por ejemplo, en la orgiástica fiesta de los abusivos y exorbitantes salarios en los bancos del Estado, en las jugosas dietas que los mismos pagan a sus altos personeros y representantes, en los compadrazgos para otorgar créditos y concesiones de negocios tercerizados.
“La pierna apuntada” a la democracia, lo cual se dio cuando se durmieron “los encargados de mantener el espíritu del 48”, se manifiesta cuando ha quedado claro los engaños de que la apertura en telecomunicaciones nos abarataría el costo del servicio; y, ahora peor, nos están limitando el acceso justo a la internet porque el duopolio trasnacional privado obliga al ICE tico a adoptar su lógica mercantil de acumulación dura y pura, haciéndole a éste casi que incurrir en una renuncia tácita a los valores de bien común que inspiraron su creación con base en ese “espíritu del 48”.
También el distinguido costarricense apunta esto: “La confrontación social, cada vez más dramática, comienza a no permitir que en la plaza pública se levanten las banderas de la socialdemocracia y en el gobierno esas banderas sean arriadas para apoyar el más radical liberalismo económico. O sea, lenguaje de izquierda, pero acción hacia la derecha”.
¿Qué fue lo que pasó en el segundo gobierno de Oscar Arias Sánchez, 2006-2010? La más grande confrontación social desde los acontecimientos bélico-civiles de 1948; confrontación que si bien es cierto terminó en la urna electoral (con el “frauduréndum” del 7 de octubre de 2007); partió al país y diez años después la deuda social, la deuda pública y el déficit fiscal son espantosamente altos; porque la reforma tributaria ofrecida por Oscar Arias Sánchez y pedida por él a cambio de que se le diera el TLC con Estados Unidos, ¡nunca se dio!
Verdaderamente sabio es don Enrique: “Si un político afirma que combatirá la pobreza, que de una vez diga a quiénes está combatiendo. La pobreza no nace por generación espontánea, es criminalmente provocada. Si se dice que se va a combatir la pobreza se ha de estar diciendo que se va a combatir a quiénes la provocan. De lo contrario, se está mintiendo”.
Nos preguntamos: ¿Cómo combatirán la pobreza los candidatos socialdemócratas? ¿Cuál es la propuesta tributaria actual de los candidatos socialdemócratas? ¿Cuál es la política salarial de los candidatos socialdemócratas? ¿Cuál es la política de empleo de los candidatos socialdemócratas?…
La verdad es que la socialdemocracia, como correctamente la conceptúa don Enrique Obregón Valverde, está formulando un gran anuncio “publicitario: “Se busca partido… se busca candidato”. Lo poquito que uno entiende sobre el escenario sociopolítico actual de nuestra realidad nacional es que pocos currículos se podrían presentar desde lo que hoy conocemos como Partido Liberación Nacional (PLN); otros tantos provendrían del Partido Acción Ciudadana (PAC); y hasta del mismo Partido Frente Amplio (PFA) habría postulantes para tal vacante política por cuanto quienes creen y practican consecuentemente lo que denominan “progresismo”, serían socialdemócratas si nos atenemos a lo que nos dice don Enrique Obregón Valverde. ¿Entonces? Tal parece que se ocupa en Costa Rica un real partido socialdemócrata consecuente y congruente.