La diversidad de voluntades, la conjunción de visiones compartidas, el pensamiento social de más amplio espectro, la más noble aspiración por la justicia social, por el bien común y por la reducción de la desigualdad; están entre los valores centrales motivantes del acuerdo que el Colectivo Sindical Latinoamericanista PATRIA JUSTA suscribiera, públicamente, el pasado viernes 26 de junio de 2015 y en Teatro Popular Melico Salazar, con el Partido Acción Ciudadana (PAC) y con el Partido Frente Amplio (PFA).
Por el contrario, el señor Arias debe dar la cara, debe asumir su propia responsabilidad en el tema del déficit fiscal; considerando, además, su responsabilidad fundamental en la renuncia de los valores socialdemócratas originarios del otrora histórico Partido Liberación Nacional (PLN); colectividad partidaria que él condujo hacia las extremistas posiciones del neoliberalismo.
Particularmente, el país es testigo de la cruzada fundamentalista del Sr. Arias, en el ejercicio de su Presidencia de la República, 2006-2010, a favor del TLC con los Estados Unidos, indicándole al pueblo costarricense “que se lo aprobara” y que él, “a cambio”, nos daría una reforma tributaria; pues ya tenía claro él que la desgravación arancelaria que sobrevendría después de este tipo de TLC, impactaría duramente las finanzas públicas.
Hoy ello ha quedado constatado: prácticamente 3 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), que equivale, más o menos, a la mitad del déficit fiscal actual con el cual están aterrorizando a la población, es producto del TLC defendido por el Sr. Arias (junto a otros tratados de similar naturaleza).
Ahora se une el Sr. Arias a la campaña de terror psicológico perversamente diseñada para culpar a los empleados públicos y las empleadas públicas del “desastre” fiscal de hoy en día; que, como indicamos, exige que el señor Arias dé la cara al respecto. ¡Que no se esconda!
La estafa política que el Sr. Arias cometió en ese entonces, TLC a cambio de reforma tributaria, está hoy en día completamente evidente pues los indicadores sociales más objetivos y profesionales (entre otros), nos hablan de un desempleo del 20 % (entre el reconocido oficialmente y el encubierto), una precarización salarial con el deterioro grave del poder de compra del salario mínimo del sector Privado (y ahora quieren homologar a la baja el de los empleados públicos), grave déficit fiscal y más intensa que nunca la regresividad tributaria, con un proceso concentrador de la riqueza que es el más intenso desde la fundación de la Segunda República, en 1949.
Una estafa política como esa otra que ejecutó el Sr. Arias, de que con ese TLC con Estados Unidos, los trabajadores en vez de andar en Hyundai, andarían en BMW, tal y como lo estuvo repitiendo, una y otra vez, en la indicada cruzada.
Las conciencias democráticas costarricenses, aún aquellas que piensan distinto del pensamiento del Colectivo Sindical Latinoamericanista PATRIA JUSTA, de seguro condenan las apelaciones a la satanización ideológica en el debate nacional del momento que está haciendo el señor Arias.
Este Colectivo Sindical Latinoamericanista PATRIA JUSTA, de manera contundente, condena la campaña del Sr Arias para propiciar una “cacería de brujas”, para fomentar la “quema de hogueras”, para alimentar intolerancias ideológicas de corte macartista.
Finalmente queda claro que ante la precariedad argumental con que hoy se defienden las tesis neoliberales y ante la profundidad del pensamiento a favor de la Humanidad misma y de la inclusión social que se esparce por el orbe (especialmente con la bendita llegada del Papa Francisco), a gente como el señor Arias (al igual que su ministro Solís de su primera presidencia, el hoy Torquemada de los recortes presupuestarios irracionales y abusivos), solamente les queda eso para “debatir”: recomendar y promover “cacería de brujas”, “quema de hogueras” e intolerancia macartista para todos cuantos pensamos en que la promoción del bien común, que la lucha contra la desigualdad, por la justicia tributaria progresiva y porque el abordaje del problema del déficit fiscal se haga por el lado correcto, es el camino más seguro para la preservación de la paz en nuestra sociedad.