Dirigentes de organizaciones de consumidores y sindicatos panameños denunciaron que el denominado Acuerdo Internacional sobre Comercio de Servicios (TISA), representa una amenaza en la posible privatización de servicios del Canal de Panamá y empresas del Estado con una importante función social.
El secretario general de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (Uncurepa), Pedro Acosta, comentó durante un seminario coauspiciado por la Fundación Friedrich Ebert, de Alemania, que “las conquistas soberanas están en riesgo”, a causa de la negociación del TISA, promovido por las mayores multinacionales del mundo.
“Con el TISA, los servicios de agua, transporte y mantenimiento en el Canal de Panamá ampliado, son susceptibles a ser tercerizados. Por ello, hay que salir de las negociaciones del TISA”, aseguró el dirigente quien promueve un frente de resistencia al acuerdo.
Previamente, el secretario general de la Unión de Capitanes y Oficiales de Cubierta del Canal de Panamá (UCOC), Iván De La Guardia, denunció que dispone de pruebas sobre planes para la privatización de los servicios de la vía interoceánica. Su argumento parece tomar fuerza con la campaña en contra del TISA,
Acosta adujo que Panamá mantenía “conversaciones secretas” sobre el tema, hasta que Uncurepa pidió al Ministerio de Comercio e Industrias que confirmase el desarrollo de las “negociaciones de 17 anexos”, que la mayoría de la población desconoce.
La viceministra de Negociaciones Comerciales Internacionales, Diana Salazar, respondió que “Panamá inició su participación a partir del segundo semestre del año 2012”, en negociaciones que abarcan, entre otros aspectos, las telecomunicaciones, los servicios financieros, y el transporte marítimo, aéreo y terrestre.
Acosta indicó que las primeras revelaciones de esas conversaciones oficiales fueron conocidas a través de los documentos filtrados por WikiLeaks, en el que más de 40 países fueron instados a “negociar” al margen de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con el objetivo de terminar cediendo la soberanía.
Anastacio Rodríguez, de la Fundación Friedrich Ebert, aseveró que el proyecto del TISA vulnera la capacidad de los Estados, al afectar derechos laborales y promover la contratación de jóvenes sin derechos laborales en procura de un crecimiento económico, pero sin la estabilidad y bienestar que exigen los trabajadores.
Por su parte, el director ejecutivo de la Asociación Panameña para el Desarrollo Social de la Comunicación Social (Apadicos), Toribio Díaz, manifestó que es necesario informar y advertir a la población sobre la riesgosa comercialización de los servicios públicos y la vulneración de los derechos laborales que se derivan del TISA:
“Es necesario democratizar el tema entre comunicadores nacionales” Añadió que “hay que sacar el tema de la esfera las negociaciones secretas emprendidas por Panamá”, y que han provocado rechazos similares en Alemania y España, acotó.
A su vez, el secretario general de la Federación Nacional de Servidores Públicos (FENASEP), Alfredo Berrocal, indicó que los defensores del Canal de Panamá tienen que ofrecer una “dura resistencia al TISA”, que perjudica, además, a la agricultura, el empleo, la salud y los recursos hídricos de este país.
Subrayó que el comercio y los servicios representan el 70 por ciento de la economía panameña, y el TISA se enfoca precisamente en ejercer sobre ellos un control que tendría impacto en sectores como el Canal de Panamá y el entorno agroalimentario.
Berrocal llamó a “cerrar filas” contra el TISA, por su contenido desnacionalizador de la economía panameña y su amenaza directa a la Constitución nacional.