TLC: El supuesto acto «heroico» de los negociadores costarricenses, obliga a una radical y absoluta transparencia de la negociación

Por el contrario, para hacerse acreedores al honor nacional y para disipar la especie que ya empieza a crecer, de que podríamos estar al frente de una acción manipuladora de la sensibilidad nacional en este asunto del TLC; se hace necesario, imprescindible y fundamental, ahora con mucha más razón, que el Gobierno de la República y, particularmente, el COMEX, procedan a:

1. Entregar, con toda transparencia y sin restricciones, los textos de lo que hasta ahora se ha negociado;

2. Indicar, sin eufemismos ni rodeos, sin dobles lenguajes, qué fue lo que pidió Estados Unidos, como para que se diera la negativa de una firma por parte de Costa Rica, en lo que se creía era la finalización del proceso de negociación. Paralelamente, es de obligada ética política que se expliqué la posición asumida por Costa Rica ante cada una de esas exigencias estadounidenses, como para que se hayan “rechazado”.

3. Ya que se dio tal acto “heroico” de no firmar ahora, tampoco firmar nada en enero, sin antes permitirle a la gente conocer cómo, finalmente, quedaría este asunto del TLC; de forma tal que se dé el más amplio debate ciudadano, considerando que lo que se decida impactará a la generación presente y a las futuras, del pueblo costarricense.

Actuar en contrario significaría alimentar la sensación de que podríamos estar al frente de una pérfida maniobra de manipulación, para que cuando en enero próximo se decidan, definitivamente, los asuntos pendientes del TLC; darnos como premio de consolación que se hizo la resistencia debida, pero que dado el poder de la contraparte, hubo que cederle en todo lo que ésta pidió y exigió.

Finalmente queda comprobado: Costa Rica tiene mucho más que perder en este asunto del TLC, que los otros cuatro países centroamericanos, prácticamente anexados ya a los Estados Unidos de América.

San José, 17 de diciembre del 2003.

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