TLC: Inevitables consecuencias en la Caja Costarricense de Seguro Social y la salud pública

El TLC compromete seriamente la salud de los y de las costarricenses

Si la CCSS sólo tuviera que comprar medicamentos de marca, el 81 % de ticos quedarían sin medicinas.

Actualmente de los lotes anuales de medicamentos que adquiere la institución, el 67 % es genérico, debido a que estos medicamentos han demostrado ser iguales en eficiencia, seguridad y eficacia que los de marca; al tiempo que resultan ser más baratos, lo que garantiza una cobertura mayor y equitativa a la población que hace uso de los servicios de la Caja.

La Dra. Zahira Tinoco, Directora de Farmacoepidemiología de la CCSS, señaló en un seminario organizado por la institución, que los medicamentos genéricos son copias bien hechas y su uso pasa por el laboratorio de control de calidad, además de que el Ministerio de Salud da revisión y aval para su uso.

La CCSS selecciona esos medicamentos con criterios epidemiológicos y tomando en cuenta aspectos científico-técnicos reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Si la CCSS sólo comprara medicamentos de marca, nada más cubriría al 19 % de la población, quedando el 81 % sin acceso, debido a que los medicamentos de marca son muy caros, por eso es que afirmamos que el TLC compromete seriamente la atención de la salud de los y de las costarricenses.

Del presupuesto total de la CCSS, lo que se invierte en compra de medicamentos genéricos es entre un 5 % y un 8 %, representando un óptimo balance entre costo y beneficio, al comprarse únicamente medicamentos de marca. Tales porcentajes subirían astronómicamente, reduciendo drásticamente la capacidad de gestión de la Caja para atender otros ámbitos adicionales al de suministro de medicamentos.

Definitivamente el TLC tiene otros objetivos. Es sin duda alguna, la entrega descarada del negocio de la salud a las multinacionales del mercado de medicamentos y con ello comprometer la funcionalidad de la CCSS con el claro propósito de inducir su desmantelamiento irreversible.

Contrasta esa intención con lo expresado por el nuevo Presidente Ejecutivo de la CCSS, Ing. Eduardo Doryan, quien ha afirmado reiteradamente que viene a la institución a fortalecerla para que funcione mejor, asegurando que su propósito no es privatizar; además de que, según ha dicho, se compromete a garantizar medicamentos esenciales para que estén disponibles en el momento que se necesiten.

Es imprescindible que derrotemos este TLC debido a que compromete y desmantelaría la Seguridad Social costarricense. Así lo hemos planteado a la indicada autoridad.

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El TLC golpeará, inevitablemente, la Seguridad Social del país

En materia de propiedad intelectual, con el TLC se genera una extensión de la protección abusiva, con los plazos de la protección de los datos de prueba y patentes de invención, que van más allá de lo contemplado en el Capítulo ADIPC, que es el anexo que establece los principios de la propiedad intelectual de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Se estimularán los monopolios de las multinacionales farmacéuticas, en perjuicio de la población que requiere de las alternativas competitivas de calidad.

El concepto de “producto nuevo” que se incorpora como modalidad de protección de los datos de prueba, extiende la protección monopólica, no sólo de los inventos sino a “cualquier producto” que no sea un invento y no se haya registrado para su comercialización en nuestro país.

Los datos de prueba contienen la información de seguridad y eficacia que surge de los productos inventados que eventualmente se quieran comercializar. En el TLC la patente de invención tiene una protección independiente de la protección de los datos de prueba, lo que consecuentemente genera dos plazos de producción independientes el uno del otro, garantizando dos monopolios de la producción independiente.

Lo pactado en el TLC son normas tendenciosas y abusivas, porque van a extender la protección en perjuicio de la participación en el mercado de los productos genéricos, generando barreras normativas en detrimento de lo esencial, en los convenios bilaterales y multilaterales que es principio de la competitividad.

Por ejemplo, si se inventa un medicamento contra el sida, la inscripción de la patente le da el monopolio de la comercialización a esa empresa, lo que lógica y legalmente le permite poner el único precio del mercado por un tiempo determinado. Lo nocivo de ello no es en sí el monopolio por un tiempo razonable, sino que se procuran plazos de protección más allá de lo razonable como resultado de concesiones abusivas en materia de propiedad intelectual.

Así, los productos genéricos tendrán el impedimento normativo de poder participar en el mercado, como fuente de alternativa comercial. Por diferentes mecanismos, se procura extender esa protección en Costa Rica, lo cual evidentemente perjudica al consumidor porque no tiene opciones ni en competencia de precios ni en calidad, para satisfacer sus necesidades de salud.

“…estuvimos advirtiendo a los negociadores de las consecuencias para nuestro país si se aceptaban esos términos, sin embargo, continuaron por esa vía…”. (Afirmación que hizo en forma categórica el Presidente de la industria farmacéutica nacional, señor Álvaro Camacho).

Agrego que la CCSS no va a morir como tal al estimularse en demasía los monopolios de la multinacional. En la CCSS, que está sujeta a su presupuesto limitado, se va a producir una obsolescencia en los medicamentos existentes en la institución. Tendrá (si no se aprueba con prontitud una agenda complementaria), dos opciones: que no compre medicamentos por ser tan caros o que compre menos y no cubra a la población con otros que requiera para sus necesidades.

Más razones para impedir en las calles, la aprobación de tan nefasto “tratado”.

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