Martes, 04 de Setiembre de 2007
Fuente: El Economista
Un informe del organismo internacional asegura que tales acuerdos no siempre presentan ventajas y recomienda a las naciones en desarrollo que lo “piensen dos veces antes de concluir tales acuerdos”.
En línea con el argumento del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, la Organización de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) advirtió que los acuerdos comerciales bilaterales entre potencias industrializadas y países en vías de desarrollo son desiguales y pueden tener consecuencias negativas.
El informe anual de la entidad internacional asegura que “los Tratados de Libre Comercio (TLC) Norte-Sur pueden ofrecer a los países en desarrollo nuevas oportunidades comerciales y una mayor inversión extranjera directa, pero eso no equivale a lograr progresos en el desarrollo”.
El documento agrega que “dichos acuerdos pueden ofrecer a menudo ventajas transitorias, pero también limitar la acción de los gobiernos de cara al crecimiento de industrias competitivas a medio y largo plazo”.
Para la ONU , ese tipo de acuerdos “pueden tener unos costos más elevados de lo previsto”. Así, su recomendación para las naciones en desarrollo es que “lo piensen dos veces antes de concluir tales acuerdos”.
El estudio resalta que los convenios bilaterales entre los países por encima y por debajo del Ecuador suelen contemplar una fuerte reducción de los aranceles impuestos a los productos industriales.
De esta manera, “los fabricantes nacionales quedan expuestos a una abrumadora competencia extranjera”, con lo que las naciones más pobres se ven imposibilitadas para desarrollar sus sectores industriales, en tanto su capacidad de controlar la inversión extranjera directa se reduce.
Debido a su menor grado de desarrollo, los países del hemisferio sur están_ “restringidos en su posición negociadora, generalmente más débil”_ lo que, en la mayoría de casos, genera presiones para que lleven a cabo una liberalización amplia y profunda que va más allá de lo previsto por la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Específicamente, la UNCTAD subraya que los países del Sur_ “muy a menudo no pueden aprovechar todos los beneficios derivados de las mayores oportunidades de acceso a los mercados que ofrecen los tratados de libre comercio debido a su limitada capacidad de oferta y comercialización, a su escasa competitividad, y al mantenimiento de las subvenciones a sectores sensibles de los países desarrollados”_.
Además, “las empresas locales no suelen ser capaces de cumplir con las normas de origen restrictivas que se aplican a los bienes destinados a ser exportados a los socios desarrollados”, añadió el informe.
El “nuevo regionalismo”, como llaman los economistas de la UNCTAD a este tipo de acuerdos, es una vía para apartarse del multilateralismo y es “arriesgado”, ya que “reduce las opciones de que disponen las autoridades de los países en desarrollo para aplicar políticas activas de apoyo a la industrialización y el cambio estructural”.
Peor aún, estos convenios “ponen en peligro la coherencia del sistema comercial multilateral y pueden limitar las ventajas de los acuerdos de cooperación regional ya existentes entre países en desarrollo”.
En lugar de llevar adelante estos tratados desventajosos, la ONU aconseja a las economías sureñas y aún no desarrolladas suscribir otros acuerdos de cooperación con asociados de la misma región geográfica y de un nivel de desarrollo económico similar. Esto contribuirá a reforzar su estrategia nacional y su integración en la economía global.
En los últimos 17 años, se firmaron 139 TLCs. Mientras en 1990 había 20 acuerdos de libre comercio suscriptos en todo el mundo, actualmente existen 159 convenios de ese estilo.
Fuente: ADNmundo