El actual Presidente de la República, Dr. Abel Pacheco de la Espriella, jamás planteó el asunto como tema de su campaña electoral. Las personas que le votaron en las elecciones del 2002, nunca fueron avisadas o alertadas, de que un tratado de “libre” comercio con Estados Unidos, sería una propuesta de política pública, cuando llegara a la Presidencia de la República. Aquí notamos una primera acción antiética, pues se estafó a los electores socialcristianos de verdad.
El hoy Presidente de Costa Rica, llegó a la Casa Presidencial con el voto de uno de cada tres electores, del universo total de ciudadanos y de ciudadanas aptos para votar. Es decir, si bien don Abel Pacheco es el gobernante dadas las reglas electorales vigentes, éstas tan solo le proporcionan una legitimidad formal; porque la legitimidad política quedó en entredicho, ya que dos de cada tres ciudadanos no creyeron en él.
Aquí está un segundo gran problema de legitimidad de la propuesta del famoso TLC. Aunque todos los que votaron por Pacheco de la Espriella, estuvieran advertidos de que en su Gobierno se plantearía este tema (lo que nunca ocurrió); es real que la propuesta del actual gobernante, sólo atrajo a un tercio de la ciudadanía activa con capacidad de votar.
Sigamos… El actual mandatario, suscribió, de su puño y letra, el 21 de marzo de 2002, en campaña electoral de segunda vuelta, un compromiso de que en su Gobierno no habría ningún tipo de privatización, ni siquiera por la forma de “apertura”. Como sabemos, el hoy Presidente Pacheco de la Espriella, traicionó ese compromiso, asumido con los sectores sociales de Costa Rica. Al mentir de tal forma y al deshonrar su propia firma, la defensa que hace el actual gobernante de la propuesta del TLC, es también ilegítima, aparte de inmoral.
Como si todo lo anterior no bastase, ya como gobernante, y antes del inicio del proceso negociador del TLC, así como durante una buena parte del desarrollo de tal proceso; Pacheco de la Espriella indicó, varias veces, que el tema de las telecomunicaciones no estaría incluido dentro del TLC… Hasta que llegó Mr. Zoellick, en octubre del año pasado y ¡zaz!, “nuestro” Presidente cambió de opinión. Es decir, estuvo mintiendo durante todo ese tiempo, reiteradamente, engañando a la gente, manipulándola. He aquí otro argumento que nos hace calificar la propuesta del TLC como ilegítima.
Quienes nos oponemos al tratado, por las cuestiones de fondo que se han venido señalando y otras más que se apuntarán según se vaya profundizando; tenemos en la cuestión del atropello a la ética y a la transparencia por parte del gobernante, un nuevo argumento de resistencia a semejante propuesta de “libre” comercio.
Las cuestiones de fondo y las cuestiones éticas y morales aquí señaladas, tienen el suficiente peso como para demandar un debate suficientemente amplio, democrático y equitativo de cara la gente.
A las inmoralidades y acciones antiéticas apuntadas, agregaríamos una más: La circunstancia de que el Presidente Pacheco y su Gobierno usen los fondos públicos, que pagamos todos, para hacer campaña sobre el TLC, desde su perspectiva. Si se van a emplear recursos del Estado para publicitar el tema, la mitad de tales recursos debe ser para difundir la tesis contraria a la del Gobierno.
Si con la plata de todos el Gobierno sólo difunde su versión del TLC, haría trampa; aparte de que, como indicamos, estaríamos ante una nueva inmoralidad política, que se agregaría a la cadena de agresiones a la ética del gobernante que hemos señalado.
Albino Vargas
Secretario General
Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)