La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado, UCCAEP, no puede ocultar su antisindicalismo visceral a propósito del resultado final del proceso de renegociación de la Convención Colectiva de Trabajo entre el sindicato SINTRAJAP y la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
Particularmente molesta a UCCAEP, en la persona de su acaudalado presidente, Franco Arturo Pacheco, que tal proceso negociador no hubiera acabado con todos los derechos laborales existentes en Japdeva, vía negociación colectiva; molesta a UCCAEP que la cesantía siempre fuera superior a los 8 años, como si ya no existiese en las mismas empresas privadas, cesantía con rompimiento parcial a ese tope, vía Ley de Protección al Trabajador.
Es más, en el fondo lo que le molesta a UCCAEP es que siga existiendo Convención Colectiva de Trabajo en Japdeva y en Recope, pues no pudo el máximo jerarca del alto corporativismo empresarial del país, evitar referirse, con insania por su puesto, al propio proceso generado en la empresa refinadora costarricense.
La verdad es que la UCCAEP tiene como “piedra filosofal” que la famosa competitividad se logra fomentando la precarización del empleo y la sobreexplotación laboral. Tres muestras contundentes les retrata de cuerpo entero:
A) La mezquindad sistemática que muestran a la hora de las fijaciones del salario mínimo para la clase trabajadora del sector privado.
B) El silencio cómplice, que más pareciera festejo tácito, de que a 1 de cada 3 personas trabajadoras asalariadas de la empresa privada, ni siquiera se les pague el salario mínimo de ley, ya de por sí sumamente precario para enfrentar el costo de la vida más alto de Latinoamérica, o uno de los más altos.
C) El ataque jurídico en sede constitucional que acaban de hacer para impedir la realización del referéndum sobre el salario mínimo, de lo cual hablaremos en próximo comunicado.
Este tipo de posiciones gremiales del alto corporativismo empresarial del país, únicamente lo que fomenta es la colisión confrontativa de visiones de clase en un país que como el nuestro cada vez está más fragmentado y tensionado en grado sumo; cuando lo que correspondería debería ser apostar por el diálogo a favor de la inclusión social y de la promoción del bien común.
San José, sábado 8 de octubre de 2016.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP
Coordinador Colectivo Sindical PATRIA JUSTA