Un Estado Palestino independiente

También estuvo impregnado de simbolismo el día elegido: la Pascua judía (Pesaj en hebreo) en que se conmemora el pasaje bíblico del pueblo de Israel de la esclavitud a la libertad. En estas fechas el pan es sustituido por la “matzá”, o pan ázimo (sin levadura) que los judíos suelen consumir allí donde se encuentren. En la conmemoración de Pesaj, el hijo menor de la familia recita un texto denominado Las cuatro preguntas, una de las cuales reza: ¿Por qué todo el año se puede comer pan o matzá, y en esta fecha solo se puede comer matzá?

La declaración leída en el acto, y que se llamaba a los transeúntes a firmar, expresa: “Llamamos a las naciones y a todos los amantes de la paz y la libertad a impulsar a los ciudadanos de ambos estados a mantener la paz según las fronteras de 1967. El fin de la ocupación es condición fundamental para la liberación de ambos pueblos”.

El tema se proyecta a la próxima Asamblea General de Naciones Unidas, que se realizará en setiembre en Nueva York. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, procurará que el foro mundial apruebe la creación del nuevo Estado, para lo cual ya se cuenta con el reconocimiento de más de 110 países, previéndose que otros 30 los sigan en esa oportunidad. Entre la última tanda de reconocimientos figuran una serie de países de América Latina: Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador, Chile, a los que se sumó Uruguay durante la reunión de la ONU para América Latina y el Caribe en apoyo a la paz israelo-palestina y a la creación de dos estados efectuada en Montevideo del 29 al 31 de marzo pasado, según señalamos en oportunidad y en la nota de ayer. El ingreso a la ONU requiere una recomendación del Consejo de Seguridad y la aprobación de la Asamblea General por el voto de los dos tercios de la totalidad de sus miembros, o sea 128 países (de 192 en total). Se recordará que en setiembre pasado Israel reanudó a ritmo acelerado las construcciones y asentamientos en territorios palestinos ocupados en Cisjordania y en Jerusalem oriental, y se negó a prorrogar la moratoria de construcciones solicitada para crear un clima propicio a la reanudación de las negociaciones bilaterales. Incluso fue desairado el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, que llegó para formular esa solicitud en nombre del presidente Obama. Desde esa fecha, y por esa razón, las conversaciones palestino-israelíes están estancadas. Y las construcciones siguen, desalojando a los palestinos de sus lugares de residencia, tanto en Cisjordania como en Jerusalem oriental, y el primer ministro Netanyahu alega que las negociaciones deben proseguir sin tomar en cuenta los nuevos asentamientos. Es lo que hemos denominado la política de los hechos consumados.

El analista Pierre Klochendler, de InterPress, formula desde Tel Aviv las siguientes consideraciones: “Con el reconocimiento del Estado palestino, la ocupación ya no de un ‘territorio en disputa’ sino de un ‘miembro de la ONU’, se denunciaría con un consenso sin precedentes. Palestina gozará de un status que le permitirá reclamar acciones y sanciones internacionales contra la política israelí en los asentamientos, y ya no serán denuncias simbólicas. Las futuras negociaciones ya no involucrarán al poderoso Israel y a una entidad difusa con atributos jurídicos sobre ciertos territorios, sino a dos estados con la misma base, uno con una creciente aura de legalidad y el otro con una legitimidad en decadencia”. En el análisis se incluye una carta enviada por el presidente norteamericano George W.Bush a las autoridades israelíes, en la cual les garantiza que cualquiera fuera el resultado final de las negociaciones, EEUU iba a reconocer “las nuevas realidades en el terreno, incluidos los grandes centros poblados existentes; no es realista esperar que el resultado sea el regreso total y completo a las fronteras de 1967”. Esto significa validar el derecho de conquista y de ocupación por la fuerza, que es lo que está prevaleciendo ahora. Pero ­prosigue el analista- “Obama no reiteró el compromiso, y con el reconocimiento de la ONU, las fronteras del naciente estado sólo se definirían sobre la base de aquellos límites”.

Queda desde luego la posibilidad de que Estados Unidos recurra al poder de veto en el Consejo de Seguridad, pero en tal caso los palestinos elevarían el caso a la Asamblea General. Allí no hay veto, y obtendrían sin duda una mayoría calificada a su favor, pero las resoluciones emanadas de la misma no son vinculantes. E Israel las ha incumplido sistemáticamente en lo que se refiere a la construcción de nuevos asentamientos, y EEUU por su parte en lo relacionado con el bloqueo que mantiene contra Cuba desde hace medio siglo.

El columnista Zvi Barei escribió en el Haaretz: “En vez de temerle, Israel debería reconocer a Palestina”. El tema seguirá sin duda en intenso debate en los próximos meses.

____________________________________________

Cuenta regresiva para el estado palestino

Mel Frykberg

RAMALLAH, 28 abr (IPS) – La cuenta regresiva para el nacimiento de Palestina como estado independiente en septiembre próximo ya comenzó. Aunque tendrá apoyo moral de la mayor parte de la comunidad internacional, la falta de flexibilidad de Israel y un posible veto de Estados Unidos podrían frustrar los planes.

“Israel y Estados Unidos se oponen a lo que consideran una declaración unilateral (palestina), y nadarán contra la corriente internacional”, dijo a IPS el analista Samir Awad, de la Universidad de Birzet, cercana a Ramallah.

“Ha llegado el momento de que Palestina se convierta en miembro permanente de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)”, dijo el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas. “Nuestro pueblo merece libertad e independencia para que pueda vivir en su patria como el resto de la población mundial”.

La ANP se ha estado preparando para la creación del estado independiente en los últimos años, construyendo las instituciones públicas necesarias. El primer ministro palestino, Salaam Fayyad, anunció el año pasado que llevaría el caso de la independencia de su país al seno de la Asamblea General de la ONU en septiembre próximo.

La ANP acusa a Israel de actuar unilateralmente expropiando continuamente tierra palestina y construyendo colonias judías ilegales, lo que considera inaceptable.

Pero nada puede detener el impulso hacia la creación del estado palestino, según Awad.

Por su parte, el académico israelí Moshe Ma’oz, especialista en Medio Oriente para la Universidad Hebrea de Jerusalén, cree que los palestinos obtendrán el apoyo de la mayoría de los miembros de la Asamblea General.

“Pero el problema con el reconocimiento de la Asamblea General de la ONU es que no es una resolución vinculante, sino que se trata principalmente de apoyo moral”, dijo Ma’oz a IPS.

“Para que un nuevo estado nazca oficialmente debe tener fronteras internacionalmente reconocidas. Eso debería ser aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, y Estados Unidos, como miembro permanente, posiblemente ejerza su poder de veto”, añadió.

“Incluso si Estados Unidos veta una resolución del Consejo de Seguridad, los palestinos podrían usar la victoria moral en la Asamblea General para concretar sus planes a través de otros organismos como la Corte Internacional de Justicia”, con sede en La Haya, explicó.

“Estos fallarían a favor de los palestinos, subrayando la ocupación israelí como ilegal bajo el derecho internacional”, indicó.

Conforme se acerca septiembre, Israel hace fuerte presión para evitar el reconocimiento de la Asamblea General a Palestina.

“Si los estadounidenses vetan una resolución del Consejo de Seguridad, ellos y los israelíes serán objeto de una creciente presión y se verán aislados”, opinó Awad.

Muchos miembros de la Unión Europea (UE) han dado su apoyo a la creación del estado palestino.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, recibió a Abbas en París la semana pasada. Una fuente de la oficina presidencial señaló que el mandatario francés le había dado al líder palestino un “claro respaldo” en los esfuerzos para crear el estado independiente.

El embajador de Francia ante la ONU dijo durante un debate en el Consejo de Seguridad sobre Medio Oriente que el reconocimiento del estado palestino era una de las opciones que su gobierno consideraba –junto a sus socios en la UE—como plataforma para relanzar el proceso de paz.

Mientras, un portavoz del gobierno británico fue citado diciendo que nada estaba descartado para las sesiones de la Asamblea General en septiembre.

Pero hay cierto desacuerdo en la UE. La canciller (jefa de gobierno) de Alemania, Angela Merkel, se reunirá el mes próximo con Abbas en Berlín, y supuestamente le instará a no procurar el reconocimiento internacional al estado independiente.

“Si la coalición derechista del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu sobrevive, entonces el gobierno de Israel luchará contra el estado palestino con todo su poder. Pero lo que Netanyahu probablemente hará es salir con un plan a medio cocinar para una suerte de Bantustán glorificado o estado semiautónomo cuyos recursos de aire, agua y tierra sean controlados por Israel”, dijo Ma’oz a IPS.

Bantustán es el nombre dado a cada uno de las 20 reservas para personas no blancas en Sudáfrica en el marco de las políticas segregacionistas del apartheid.

Netanyahu “hará esto con la esperanza de acabar con la presión internacional contra Israel, pero esto no frenará a la comunidad internacional. Cuarenta años de ocupación es más que suficiente”, sostuvo Ma’oz.

“La intransigencia de Israel podría derivar en sanciones en su contra y fortalecería la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones. Otra posibilidad es que fuerzas de paz internacionales sean enviadas a territorios palestinos para defender el estado en ciernes”, sostuvo.

Las esperanzas palestinas son altas, y Abbas alertó el posible estallido de una nueva Intifada (levantamiento popular palestino contra la ocupación), que podría dejar un vacío de poder.

“No se puede descartar una Intifada. Las tensiones entre israelíes y palestinos aumentan. El tiroteo hace varios días contra un colono judío (que violó un puesto de control palestino para cruzar ilegalmente a Cisjordania) y los enfrentamientos que le siguieron es una advertencia de lo que está por venir”, indicó.

Awad no descartó que Estados Unidos apoye un estado palestino desmilitarizado dentro de las fronteras de 1967.

“A cambio, los palestinos deberían ceder el derecho al regreso de los refugiados a sus antiguos hogares en lo que hoy son propiedades de Israel, y sólo podrían volver al nuevo estado”, añadió.

Dejar una respuesta