Una visión alentadora

El Informe de 2006 acaba de ver la luz pública y contiene una fuerte crítica a la estrategia de desarrollo seguida por los países menos desarrollados en los últimos años. (http://www.unctad.org/Templates/StartPage.asp?intItemID=2068).

Andrew Walker, de la BBC, señala que la lectura que la UNCTAD hace de la situación actual es convincente y categórica: “la agenda de reformas económicas aplicada desde mediados de los años ochenta, conocida como el Consenso de Washington y basada en la promoción de las fuerzas de los mercados, ha fracasado”.

A partir de esa lectura, el organismo de las Naciones Unidas deriva un conjunto de sugerencias y recomendaciones que merecen puntualizarse.

  • Las profundas reformas realizadas por la mayoría de los países en desarrollo en los años 80 y 90, a instancias de las instituciones financieras internacionales, no dieron los resultados prometidos. Esas reformas hacían hincapié en una mayor estabilidad macroeconómica, una mayor confianza en las fuerzas del mercado y una rápida apertura a la competencia internacional.
  • Los gobiernos de los países en desarrollo deben promover y desarrollar la empresa nacional, a diferencia de lo ocurrido en los años 80 y 90, cuando las instituciones de Bretton Woods les recomendaban que dejaran que las fuerzas del mercado fijasen “precios correctos”.
  • Debe existir un equilibrio adecuado entre el espacio de política nacional y las disciplinas y compromisos internacionales. Para avanzar en esa dirección el régimen de comercio multilateral debe prestar más atención a las asimetrías existentes entre países.
  • Las normas sobre comercio internacional que se originan en las negociaciones multilaterales y en los acuerdos regionales y bilaterales podrían impedir la aplicación de las medidas de política económica que utilizaron en su oportunidad las actuales economías maduras para desarrollarse.
  • Los países desarrollados deben acordar un nuevo marco y nuevas directrices para el tratamiento especial y diferenciado en la Organización Mundial del Comercio, sin recibir a cambio concesiones de los países en desarrollo.
  • Los países menos desarrollados no deberían verse constreñidos por las normas comerciales internacionales o las condiciones impuestas por las entidades crediticias internacionales y no poder hacer lo que más conviene a sus habitantes.
  • Toda prescripción para el desarrollo económico debe respetar la situación específica de cada país. No existe una fórmula uniforme. Sin embargo, hay elementos que han de considerarse: las políticas que favorezcan la inversión innovadora, la adaptación de las tecnologías importadas a las condiciones locales, el fortalecimiento de las políticas sectoriales y la integración comercial estratégica, es decir, la introducción cautelosa y controlada de las empresas nacionales en los mercados internacionales.

Esta visión de la UNCTAD resulta alentadora porque pone en sus justos términos el papel importante, pero subordinado, que la política comercial debe tener en la estrategia de desarrollo, contrario a lo que algunos proponen y pretenden imponer en Costa Rica.

9/8/2006

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