¡¡¡LLEGÓ LA HORA!!!
NO MÁS BLA, BLA, BLA…
Ó HACEMOS ALGO, YA; Ó NOS LLEVA LA TRAMPA

Ahora dicen que debemos trabajar 14 horas y no 8. A esto los impulsores del TLC le llaman “flexibilización laboral” y tiene como único propósito que los empresarios (en el Sector Privado), o el Gobierno, se economicen la platilla que hoy usted se gana trabajando algunas horas extra (si es que todavía no las han suprimido en su institución).

Los impulsores del TLC también nos anuncian, ya, que hay que subir, por lo menos, a 68 años la edad para pensionarse, elevarnos el monto de cotización mensual y bajarnos los beneficios del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM, de un 60 % a un 50 %.

También, “pa’ que no nos falte”, la alianza Pacheco-Arista, tiene en la Asamblea Legislativa para ser aprobado, un Paquete Tributario; que, una vez más, exime a los grandes ricos de pagar impuestos. Por el contrario, tiene como propósito que con la plata que usted pagará con esos nuevos impuestos, financiar el costo que significa la “implementación” del TLC.

Mientras tanto, los defensores del TLC le meten cuchilla, sin ninguna contemplación, a los presupuestos de Salud, PANI, MOPT (entre otros), llevando, prácticamente, a la paralización total de estas queridas instituciones; recortando en otros importantes programas de inversión social.

Y ni qué hablar de la guerra que le han declarado estos sectores neoliberales a algunos derechos básicos y fundamentales, consagrados en las Convenciones Colectivas de Trabajo y otros instrumentos de negociación de derechos de la clase trabajadora. ¡Claro!, estos derechos laborales son vistos por los interesados en el TLC, como una “gollería” que hay que eliminar, a fin de que el producto del negocio vaya todo, completamente, a sus bolsillos.

Tenemos amenazados por esta vía los derechos laborales de nuestra gente en las municipalidades, en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y en la Junta de Protección Social de San José (JPSSJ), para citar sólo tres casos. De prosperar estas nefastas iniciativas, vendrán luego por lo que tengamos “de más”, como: vacaciones, aguinaldo y salario escolar. Ellos, los del TLC, vienen por todo. Cualquier derecho laboral, por pequeño que sea, es visto como una amenaza a sus voraces intereses económicos. Según ellos, estos mínimos derechos laborales le restan “competitividad” a Costa Rica, con relación a los otros cuatro países centroamericanos metidos en el TLC.

Esta política, salvaje y nefasta, la complementan los defensores del TLC, con ruines ajustes salariales, muy por debajo del alto costo de la vida. Nos recetan, por decreto, miserables ajustes salariales del 3.5%, que no alcanzan ni siquiera para compensar el alza en la leche y en el pan.

Todo este tétrico cuadro tiene un firme propósito político y económico: El TLC requiere que las garantías sociales y los estándares laborales de los y las costarricenses, se igualen a los del resto de Centroamérica.

La “centroamericanización de” Costa Rica es inherente, parte integral del TLC. En la lógica de estos empresarios neoliberales, que se aferran al TLC, los y las costarricenses “disfrutamos” de demasiadas “gollerías” sociales y laborales; lo que afecta sus satánicos afanes de máxima ganancia al mínimo costo. Por eso ellos tienen bien claro que el éxito de su TLC, depende de la destrucción de los derechos y garantías sociales que disfrutamos los y las costarricenses.

Costarricenses, hombres y mujeres, trabajadores y trabajadoras, llegó la hora de la verdad. Este es el momento. Ya no hay más tiempo que esperar. Salgamos ya a defender nuestras más preciadas conquistas sociales y laborales. Llegó la hora de cerrarle el paso a los malignos propósitos del TLC.

  • Salgamos a la calle a protestar enérgicamente, contra las constantes y descaradas alzas en los productos de consumo básico y en los servicios públicos.
  • Salgamos a la calle a exigir al Gobierno “Pacheco-Arista” un ajuste de salarios digno.
  • Salgamos a la calle a defender nuestras más sagradas conquistas sociales y laborales.
  • Salgamos a la calle a decirle no a la “centroamericanización” de nuestra Patria.
  • Salgamos a la calle a gritar un rotundo NO AL TLC.

LA FECHA ES AHORA, EN CUALQUIER MOMENTO.
YA ESTAMOS LISTOS, SÓLO NOS FALTA CONSIDERAR
EL MOMENTO OPORTUNO.

San José, 13 de mayo de 2004

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