38 mil millones de dólares

Albino Vargas Barrantes, Secretario General de ANEP

Es difícil imaginarse esta cantidad de plata: 38 mil millones de dólares. En números se escribe así: 38.000.000.000. 

En realidad, la cantidad exacta es 38 mil millones 477 mil 700 dólares. En números: 38.000.477.700.

La cifra la sacamos de la carta que a la ANEP le envió la señora Hazel Valverde Richmond, gerente del Banco Central de Costa Rica (BCCR). Se trata de su oficio GER-0158-2022, fechado 23 de junio de 2022.

Doña Hazel le respondió la pregunta que le formuló la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), en carta de ésta fechada 15 de junio de 2022 (oficio S.G. 21-25-0701-22).

La ANEP tenía «curiosidad» de conocer el dato acerca de «los depósitos del público en moneda extranjera en los bancos y tenencias de los bancos de activos en moneda extranjera».

Aunque la ANEP pidió ese dato con corte al 31 de mayo de 2022, se lo dieron con corte a abril 2022. Sin embargo, es espectacularmente impactante.

El BCCR nos da el informe en dos partes. 

Una que nos habla de la siguiente cifra: 16 mil millones 268 mil dólares. 

La otra nos expone la cantidad de 22 mil millones 209 mil 700 dólares.

Como ven, sumadas ambas dan 38 mil millones 477 mil 700 dólares. 

Y si esa gigantesca cantidad de plata nos causa asombro, más asombroso es que todo ese dinero está en suelo nacional. Está en poder de los bancos comerciales (públicos y privados).

Doña Hazel nos explica en su carta que la primera cantidad arriba mencionada, los 16 mil millones 268 mil dólares, corresponde a «depósitos del público en moneda extranjera».

Pero nosotros nos preguntamos: ¿Cuál «público» es el que tiene depositados en los bancos comerciales 16 mil millones de dólares? De manera contundente podemos afirmar que la clase trabajadora no es ese «público» con semejante cantidad de plata depositada en los bancos comerciales.

Ahora, vamos a la otra parte. Son 22 mil millones 209 mil 700 dólares los «activos en moneda extranjera en poder de los bancos comerciales». En consecuencia, estos están, literalmente, inundados, requetecontrainundados de plata.

Figúrense ustedes que, hablando de manera redondeada, esos 38 mil millones de dólares que en estos momentos atesoran los bancos comerciales equivalen a unos 26 billones (millones de millones) de colones. En cifras así: 26.000.000.000.000.

Esos 26.000.000.000.000 de colones nos da un per cápita de 5 millones 200 mil colones por cada costarricense vivo en estos momentos, sin importar su edad, asumiendo que ya somos 5 millones de personas ticas habitantes del país.

¿Quién se atreverá, ahora, a afirmar que somos un país al borde de la quiebra?

¿Cuál fuerza política se quiere atrever a preguntar cómo fue que los bancos comerciales han llegado a manejar/poseer/custodiar esas hipergigantescas cantidades de dólares?

¿Cuánta relación existe para que tal realidad nos ayude a entender la dolorosa circunstancia de la desigualdad que ya reina a plenitud en el país, al punto de estar en el deshonroso octavo puesto del escalafón mundial en tal sentido?

No hay que ser experto para concluir que una buena parte de esos 38 mil millones de dólares son fondos sucios, lavado de dinero producto del crimen organizado y del negocio del narcotráfico.

¿Es que acaso es el dinero del narco lo que ha impedido que el país quiebre? 

¿Se atreverán en la actual Asamblea Legislativa a abordar este sensible y delicado asunto?

¿Podría alguien atreverse a determinar si el actual precio del dólar se fundamenta en una especulación financiera criminal que empobrece a los sectores de la otrora pujante clase media y, por otro lado, expolia aún más a una clase trabajadora asalariada estrangulada económicamente hablando? 

¡Qué va! Es este un tema tabú. Sin embargo, desde el campo de lo popular hay que entrarle. Y aunque sea «en solitario» lo vamos a hacer, como lo venimos haciendo con la impagable deuda pública y su criminal y obsceno pago de intereses.

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