Tipo factor sorpresa. El sábado en horas de la noche se le informó al personal de seguridad de la cárcel La Reforma que el señor Pablo Bertozzi ordenó el traslado de unos 300 privados de libertad a lo interno del penal este lunes desde horas de la mañana. La directriz incluía, entonces, la prohibición de salir a los policías que terminaban sus labores y que llevan 8 días dentro de la cárcel.
Normalmente estos hechos se dan con una planificación de por lo menos 15 días, no sólo a nivel de dirección, sino también con la participación y el conocimiento del personal de seguridad penitenciaria. Esto ayuda a planificar los horarios internos y de salida de las personas trabajadoras, para que no suceda lo que está pasando hoy, que al final de la tarde cientos de compañeros dejarán sus labores con más de 24 horas continuas de trabajar, una clara violación a sus derechos laborales.
El señor Bertozzi tiene la puerta de su oficina cerrada al diálogo con los trabajadores y trabajadoras. La señora Ministra de Justicia, Cristina Ramírez, tampoco nos atiende, ni física ni telefónicamente. Como organización tendremos que recurrir al Ministro de la Presidencia, para incidir al más alto nivel, en búsqueda de un diálogo perdido, diríamos que secuestrado, que siempre ha sido la norma en el Sistema Penitenciario Nacional.
La molestia es por factores más profundos que la situación vivida el día de hoy lunes. Al señor Bertozzi no se le ha quitado de la cabeza que ya no está en la Fuerza Pública, donde en su jefatura imperaba el miedo y el mando militar. En el Sistema Penitenciario Nacional siempre las cosas se han hecho con la cultura del diálogo y la participación activa, pero el estilo del señor Bertozzi es “yo mando y ustedes obedecen”.
La pésima planificación del traslado de reos del día de hoy ha provocado que los policías ni siquiera hayan podido avisar a sus familias, ya que las comunicaciones hacia el exterior del penal están casi del todo prohibidas. Los policías no saben qué va a pasar con las horas extras trabajadas el día de hoy, que deberían pagarse como horario extraordinario, lo que le generará un gasto muy grande al Ministerio, pero ni de esto hay certeza.
Por último, y a minutos de enviar este comunicado, se nos informó que también las personas trabajadoras del centro El Buen Pastor, están viviendo la misma situación, donde no se les ha dejado salir del trabajo en su horario normal.
Exigimos parar tanta arbitrariedad con la Policía Penitenciaria que, de todas formas, viene preparando una gran manifestación de calle en fecha venidera.