El pasado lunes 14 de marzo, los señores diputados y las señoras diputadas de la actual Asamblea Legislativa tomaron una trascendental decisión con relación a nuestra propuesta de que le sea devuelto el PRIMERO DE MAYO a la clase trabajadora, “limpiándolo” de otros importantes eventos de la vida republicana costarricense, a nivel de la institucionalidad democrática del Estado, que tienen lugar en esa misma fecha todos los años.
Se ha dado el primer paso para la “descontaminación” política del PRIMERO DE MAYO, y lograr que se convierta en una celebración eminentemente obrera, exclusivamente de la clase trabajadora en todas sus modalidades, tal y como sucede en todos los países del mundo.
De ahora en adelante, el presidente de turno dará su mensaje anual de rendición de cuentas después del PRIMERO DE MAYO. El día después, o dos días después. Eso, en cada ocasión anual del mandato gubernamental de turno. Se ha reformado el reglamento legislativo al respecto y mostramos nuestra satisfacción por tan acertada decisión.
Faltan dos pasos más y, según entendemos, debe ser por reforma constitucional. Uno es que la elección del directorio legislativo se haga un día antes del PRIMERO DE MAYO, sea el 30 de abril. El otro, que los concejos de todas las municipalidades del país se instalen y elijan sus directivas, también el 30 de abril.
El pasado 9 de marzo, un importante grupo parlamentario multipartidista, en el Salón de Expresidentes de la República de la Asamblea Legislativa, anunció la puesta en marcha de la tramitación de tal reforma constitucional. Considerando que la misma muestra ya un apoyo político tan amplio es de esperar que no se atasque y que concite un abrumador apoyo, como la modificación para trasladar la lectura del mensaje presidencial en fecha distinta al PRIMERO DE MAYO.
Cristaliza así, en una primera etapa, una propuesta que en tal sentido formulamos de manera oficial, en marzo de 2012, ante la entonces llamada Oficina de Iniciativa Popular de la Asamblea Legislativa. Varios años después, la iniciativa de la ANEP fue apoyada por las organizaciones colegas integrantes del Colectivo Sindical PATRIA JUSTA, a finales del año pasado 2015.
De llegarse a la meta final, es decir, que la clase trabajadora costarricense y migrante pueda celebrar un PRIMERO DE MAYO esencialmente obrero, la historia ha de registrar la procedencia sindical de la iniciativa. Es más, no podía ser otro el origen de la misma más que el sindical. Esto nos llena de satisfacción, como complace enormemente la gran sensibilidad parlamentaria, multipartidista, en acoger nuestro planteamiento de que luego de muchas décadas, podamos tener un PRIMERO DE MAYO esencialmente obrero. Ya tendremos oportunidad porque nobleza obliga, de agradecer a cada legislador y a cada legisladora el apoyo que ya están manifestando a este gran sueño sindical.
Todas las organizaciones sindicales de todas las corrientes no solamente debemos alegrarnos de que esta posibilidad sea hoy en día realidad, sino que, respetuosamente, es de gran importancia que la respalden abiertamente y lo expliciten al actual parlamento en tal sentido.
Independientemente del origen del planteamiento inicial de esta iniciativa obrera, el sindicalismo costarricense tiene la oportunidad de, en medio de la gran diversidad interna que le caracteriza, que su protagonismo en la lucha por la justicia social emerja límpido, potente, fuerte, cada PRIMERO DE MAYO por venir luego de que se alcance la meta de, repetimos, “descontaminación” política con el ceremonial de Estado de esa fecha, mismo que siempre opaca nuestras manifestaciones, reduciéndolas casi a una cuestión folclórica, invisibilizando el profundo contenido de reivindicación obrera, hasta con sangre de por medio, que ha caracterizado por décadas y décadas la lucha de la clase trabajadora nacional y mundial.