¿Cuál es el salario que deberíamos ganar?

Sigue siendo tema de editoriales, de debates y de información en algunos medios noticiosos que dedican la totalidad de su espacio al tema de los salarios, principalmente en el sector público. Lo que no hemos visto, al menos quien redacta este artículo, es que alguien diga cuál debería ser el salario justo, equitativo y acorde a las actividades de cada sector.

Uno de los derechos humanos fundamentales es el derecho a una remuneración justa que permita una existencia digna. En ese contexto se debe valorar, entonces, integral y responsablemente, el tema de los salarios y buscar ese ideal de equilibrio y justicia.

Ese ideal pareciera una utopía, por cuanto es notorio desde hace varios años que en Costa Rica existen condiciones sumamente desiguales, salarios exorbitantes de hasta 30 millones mensuales, y otros de menos de 500 mil colones. Esto se manifiesta socialmente en que los primeros habitan en condominios y edificaciones de primer mundo, mientras que los del salario promedio en muchos casos carecen de casa propia, o habitan en precariedad.

Entonces es oportuno preguntarse: ¿Quiénes viven en esos condominios y edificios de lujo? Imposible pensar que alguno de estos los habite un policía, un trabajador de la educación, de alguna municipalidad, y muchos trabajadores y trabajadoras de otras instituciones.

Es criterio del redactor de este artículo que se requiere un análisis mesurado, participativo, constructivo e integral, por cuanto lo que sí tenemos claro nosotros es que no se justifica que en Costa Rica, un país pequeño, de casi cinco millones de habitantes, allá alguien que gane, ¡¡¡30 millones mensuales de salario!!!

Entonces, ¿cuál debería ser el tope? ¿Será acaso el salario del Presidente de la Republica, y partiendo de ese nivel, establecer una escala hacia las demás áreas de la Administración Pública?

Algunos apuntan a que se deben regular salarios, pero nadie ha dicho nada sobre quienes ganan menos. Por ejemplo, un o una oficinista del Ministerio de Seguridad Pública, con una serie de responsabilidades, recibe un salario promedio de (300.000) trescientos mil colones mensuales.

Mientras algunos jerarcas de instituciones del Estado ganan nada más y nada menos, que entre 6 y 30 millones mensuales. Nuestros policías con la sumatoria de los incentivos salariales, en muchos casos apenas rondan el medio millón de colones.
Es por ello preciso establecer, ¿cuál es el ideal que se persigue? ¿El del progreso y la equidad que permitan el adecuado poder adquisitivo; ó, uno que incremente la desigualdad y la precariedad en quienes menos tienen?

En lo que sí debemos estar todos de acuerdo es en que no se puede seguir haciendo “piñata” de los fondos públicos. Esa es una de las grandes causas del deterioro en las finanzas del Estado. El otro gran mal se produce de la evasión fiscal. De tal forma que podríamos concluir que si se evitará la evasión fiscal y se utilizaran racionalmente los fondos públicos, no estaríamos en la situación fiscal que nos tiene en una “campaña” que más que buscar el equilibrio de las finanzas, tiende a desprestigiar a quienes trabajan el sector público, convirtiéndoles en “cuasi delincuentes”.

Costa Rica se decidió por la abolición del ejército, apostó por la educación, la salud, y la solidaridad, es necesario hacer memoria y luego reencontrar el norte. Es evidente que pese a ser un país que preponderó la educación, las oportunidades hoy son escasas.

En la actualidad, cientos de personas estudian en las universidades públicas y privadas. En ambos casos se invierten sumas importantes de dinero. Algunas personas estudian financiadas por créditos, otras por sus familias. Lo cierto es que en ambos casos resulta oneroso alcanzar una carrera universitaria. Ante esa realidad, ¿cuánto debería ganar un abogado? Luego de haber invertido varios millones y haberse empeñado para lograr su título de profesional en Derecho. Alguien ha establecido, ¿cuánto deberían ganar quienes trabajan en el sector educación, las y los enfermeros, los ingenieros, los psicólogos, los Policías?

José Figueres Ferrer dijo: “No puede haber libertad sin justicia social, ni justicia social sin libertad”.

Sobre esa ideología de justicia debemos buscar el equilibrio, propiciando la producción y el adecuado reparto de la riqueza. Es importante que recuperemos la confianza en las instituciones que hacen grade a nuestro país. Establezcamos parámetros de evaluación del desempeño, procuremos la eficiencia y la eficacia en la recaudación de impuestos, evitemos la evasión fiscal, reduzcamos el gasto público superfluo y digamos una Costa Rica mejor, ¡sí es posible!

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