Se discute la aprobación de un presupuesto extraordinario, para el Ministerio de Seguridad Pública; al mismo tiempo que se discute en la Asamblea Legislativa, la aprobación de un proyecto de impuesto a las sociedades anónimas, de donde provendría una importante cantidad de dinero para la cartera de seguridad.
Si analizamos la situación que deriva del crimen organizado, y la “guerra” entre grupos presuntamente narcotraficantes; siendo que el año 2015 se registró con el promedio de homicidios dolosos más grande de nuestra historia, teniendo claro que: nuestro territorio no solo es territorio de paso, también es usado de bodega; es claro que se requiere de buen presupuesto para Seguridad Publica.
La criminalidad actual amerita, en muchos casos, que nuestros policías deban trabajar jornadas superiores a las doce horas diarias, lo cual constituye necesariamente el pago de tiempo extraordinario; por ejemplo, las flagrancias obligan en muchos casos a que los oficiales que actúan en una detención, deban permanecer en servicio hasta finalizar las diligencias judiciales.
Las condiciones laborales de los Cuerpos Policiales, ameritan que estos cuenten con las mejores recursos, y que dispongan de mejores delegaciones, así como herramientas, técnicas, tecnológicas y operativas. Para ello se requiere de presupuesto; eso es indudable.
Pero debemos advertir, que también es imperativo contar con un adecuado uso de ese presupuesto. No es aceptable, que se tengan a la fecha más de 500 vehículos (modelos entre 2012 al 2015) fuera de servicio. Estos vehículos han representado inversiones onerosas y se justifican en la necesidad de dotar de los mismos a nuestros funcionarios, pero todo apunta a que no se cuenta con un adecuado plan de mantenimiento, reparación, y manejo de estas unidades.
Estos vehículos, muchas veces, se deterioran por permanecer largos periodos de tiempo a la intemperie, cubiertos por el polvo, y luego por la lana que se forma sobre sus carrocerías. ¿Por qué no se han entechado los planteles? Entre los daños se encuentran: conjunto de cloutch, rotulas, fajas de distribución, fibras, y otras, que deberían contar con un proceso casi de atención inmediata.
No es aceptable que se deje perder, y se declare de “baja” un vehículo, estando dentro del periodo de garantía, porque se “fundió” el motor. ¿Quién está al pendiente y es responsable de los informes de mantenimiento y diagnóstico de los vehículos? Una vez más hemos de decir, se hace un proceso en procura de sancionar a nuestros compañeros policías por un raspón (por el más mínimo detalle), pero se deja sin castigo la pérdida de vehículos casi nuevos!!!
Es necesario dotar de presupuesto a Seguridad Pública, pero es igualmente necesario que se supervisé que sea bien utilizado; porque aunque no guste, debemos señalar que la Comisión Nacional de Emergencias, dotó de una importante cantidad de dinero (más de tres mil millones) al Ministerio de Seguridad, para el fortalecimiento de la Policía de Frontera, en especial en la zona norte; al mismo tiempo, al día de hoy, los puestos fronterizos en la Cruz, Upala, Peñas Blancas, y otros puntos, lucen en condiciones deplorables.
Hemos visto como se reciben donaciones millonarias; por ejemplo, la Unión Europea, entregó en primera instancia €4 millones, que se suman a los €4.25 millones que fueron entregados en el segundo tracto del total de €13 millones que tiene destinados la Unión Europea entregar para el Ministerio de Seguridad Pública. Se suscriben convenios con empresas privadas (la más reciente con APM terminal) pero siempre se nos dice que no alcanza!!!
En el tema de la alimentación, nosotros verificamos como constantemente se les indica a nuestros policías, que deben hacer colecta para acompañar el arroz y los frijoles. Hemos corroborado como muchas veces el desayuno es gallo pinto, con café, y una rebanada de tomate. Hemos constatado como reciben sus alimentos en tazas plásticas recicladas, poniendo en riesgo su salud. Señores, nada de esto ha sido por problemas de presupuesto.
Nos parece que lleva razón la fracción del Partido Unidad Social Cristiana, al indicar que deben recortarse gastos superfluos. En Seguridad Pública existen muchos. Conocimos de una actividad que no generó más que imagen, en la cual se invirtieron poco más de cincuenta millones. Los recibos telefónicos de algunos jerarcas, superan los dos y tres millones de colones mensuales; el gasto por publicidad, y encuestas de imagen, no deberían de existir.
Por esto, no obstante que consideramos importante el tema presupuestario en Seguridad Pública, debemos ser enérgicos al señalar, que es imperativo que se resuelva de inmediato la necesidad de establecer mejores mecanismos de control interno y rendición de cuentas, sobre el manejo de fondos públicos destinados a la Seguridad Ciudadana.
Estamos a favor de que el Ministerio de Seguridad Pública, disponga de presupuesto; eso no se discute. Es claro que se requiere, para atender y enfrentar los retos actuales en materia de Seguridad Ciudadana. Pero demandamos del señor Ministro, atender los señalamientos objetivos y fundados que le hemos presentado, sobre los problemas de gestión en la administración y utilización de los fondos públicos, en el pasado reciente.