Con gran despliegue mediático, sobre todo de parte de la prensa ideológicamente contraria y enemiga de la clase trabajadora, especialmente la que es asalariada del sector Público; la señora Ministra de Hacienda, doña Rocío Aguilar Montoya, dio a conocer las “primeras medidas de contención del gasto”, centradas éstas en el marco de la intensa y tóxica campaña propagandística sobre el problema del déficit fiscal.
Contrariamente a lo que debería haber sido una propuesta de abordaje integral de este grave problema nacional; de manera irresponsable, irreflexiva y pérfidamente malintencionada, las “primeras medidas de contención del gasto” pretenden un relanzamiento de la que ya considerábamos derrotada tesis de que el déficit fiscal se debe los salarios devengados por la clase trabajadora estatal.
La carga ideológica de las decisiones anunciadas por doña Rocío en contra del empleo público, queda completamente desenmascarada si nos ponemos a hablar de números, de cifras, tomando como base datos oficiales ya aceptados por todos los sectores.
¡Miren ustedes la patraña que encierran las “primeras medidas de contención del gasto” con las cuales, además, se pretende abrir más espacio político a la aprobación del paquetazo de impuestos, combo fiscal, expediente legislativo 20.580, “Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas”. Tomemos debida nota de lo siguiente:
Es oficial que un punto porcentual de lo que se denomina el Producto Interno Bruto (PIB), hoy en día está en la cifra de 350 mil millones de colones: 350.000.000.000.
También es oficial que las cifras de evasión fiscal, de robo de impuestos con ropaje legal o sin él, de elusión tributaria y similares, equivale a 8.2 puntos de Producto Interno Bruto (PIB).
Si usted multiplica 8.2 por 350 mil millones de colones (el valor de cada punto PIB), usted obtiene esta cantidad: 2 billones 870 mil millones de colones; en cifras, 2.870.000.000.000.
Es ésta la cantidad que las arcas públicas dejan de percibir, anualmente, producto de los evasores fiscales de toda ralea y de los inescrupulosos bufetes que les dan el ropaje legal para esta acción criminal contra toda la sociedad.
Con estos datos, veamos ahora las cifras de doña Rocío con sus “primeras medidas de contención del gasto”, centradas éstas en el ataque salarial al empleo público, básicamente. Redondeadamente hablando, unos 50 mil millones de colones es la reducción pretendida en gasto público vía ataque salarial.
Es decir, en este primer golpe directo al bolsillo obrero del empleo público, doña Rocío logra, apenas, una reducción de 0.14 puntos de PIB en materia de déficit fiscal.
Compare ahora la maldad político-económica de estas “primeras medidas de contención del gasto” de doña Rocío: mientras el robo de impuestos y la evasión fiscal seguirán sin ser combatidos con firmeza política contundente, manteniéndose en ese 8.2 puntos PIB; miles de personas trabajadoras asalariadas del sector Público sufrirán una reducción en su nivel de ingreso salarial, con gran daño individual-familiar; aunque colectivamente hablando y para efectos de déficit fiscal, doña Rocío solamente logrará una merma de 0.14 puntos PIB.
Los 0.14 puntos PIB que doña Rocío quiera obtener como contención del gasto (50 mil millones de colones), generando gran daño social y alimentando un ambiente de confrontación, se pueden obtener logrando una reducción en el robo de impuestos de un 1.74 por ciento de esos 2 billones 870 mil millones de colones de cifra macro de evasión fiscal-tributaria.
Es más, como la cantidad de robo de impuestos al día (cada 24 horas) es, en promedio, de casi 8 mil millones de colones; los 0.14 puntos PIB que doña Rocío expoliará de los bolsillos de la clase trabajadora del sector Público, esos 50 mil millones, equivalen a unos 6 días de robadera fiscal vía evasión tributaria.
Las “primeras medidas de contención del gasto” de doña Rocío son una cortina de humo en aras de conseguir el objetivo fiscal supremo de corto plazo: lograr que en la Asamblea Legislativa se apruebe el combo fiscal, el paquetazo de impuestos.
Pero, ella y los que piensan como ella obtienen una “ganancia adicional”, incrementar la satanización ideológica contraria al empleo público; para así volver a posicionar en el común denominador de la opinión ciudadana de que el déficit fiscal es responsabilidad de los salarios del empleo público.
El déficit fiscal es el engendro maligno de una perversa estructura tributaria que tiene en el robo de impuestos su magnitud más fuerte. Cada hora, quienes roban impuestos se dejan 332 millones de colones. Cada día (cada 24 horas), son casi 8 mil millones de colones de evasión fiscal. Al año, los indicados 2 billones 870 mil millones de colones: 2.870.000.000.000.
Por supuesto que entrar a corregir el grave problema del déficit fiscal por este camino, el combate frontal al robo de impuestos, implica desafiar poderes económico-financieros muy afines al pensamiento de doña Rocío (“los de arriba”).
Ella prefirió con sus “primeras medidas de contención del gasto”, golpear a “los de abajo”. Agredidos que son, éstos han quedado completamente obligados y legitimados para autodefenderse… ¡en la calle!