¿Y qué hacemos frente a la “coalición” de la derecha neoliberal?

“La ebriedad del triunfo” es el título de un artículo del profesor catedrático de la Escuela de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, don Helio Gallardo Martínez, que nos llegara recientemente (www.revistapaquidermo.com), en el cual se plantea una interesantísima interpretación de lo que acaba de acontecer en el caso “Soley-Procuradora”, sobre lo cual nosotros emitimos una opinión en la edición electrónica de La Prensa Libre (martes 27 de enero de 2014), con el título de “El más reciente circo político”.

Resulta interesante resaltar que en importantes sectores de la academia costarricense y entidades afines a la misma; como en grandes grupos de la sociedad civil y, especialmente, en corrientes sindicales afines al pensamiento que hemos venido defendiendo todos estos años; el escándalo mencionado, la novela y/o el circo político de los últimos días, es parte de un nuevo episodio de la rabieta del capital neoliberal nacional (y, por supuesto, la de sus socios estratégicos del exterior), dado que nunca les gustó el resultado electoral de hace un año, tanto a nivel presidencial como parlamentario.

Es decir que lo que venía siendo la hegemonía política dominante con su visión de mundo ha empezado a tener “problemas” para seguir dominando el control de la cosa pública del país, tal y como lo venía haciendo durante los últimos gobiernos del desacreditado bipartidismo clásico.

Dice el señor Gallardo: “El escándalo centrado en la señora Procuradora y Casa Presidencial es solo un aviso a Zapote de que los dueños del país son enemigos de este Gobierno y no permitirán ni un suspiro que lesione sus intereses”; agregando que “…La Nación S. A. es factor importante del bloque económico-político que gerencia el país…”

Con el perdón de don Helio pues no pretendemos emularle intelectualmente sabiendo de su sabiduría, indicamos de nuestra parte: “La hegemonía dominante en el país hasta ahora, la del capital neoliberal (muy en coordinación con la matriz geopolítica global impuesta por el capital financiero-bancario), no ha aceptado, políticamente hablando, el resultado electoral de hace casi un año”. Además apuntamos: “Queda claro que este emporio mediático, como real partido político de facto al servicio de la globalización neoliberal, tiene su “propia” fracción parlamentaria de hecho…”.

Si la derecha del capital neoliberal ha venido armando su “coalición político-estratégica” para la coyuntura nacional en desarrollo, en aras de preservar el poder de su hegemonía hasta ahora reinante pero con atisbos de “debilitarse”; pensamos que es un gran deber cívico y, evidentemente político, aportar lo que se pueda para que la otra hegemonía, la del bien común y de la justicia social, pueda posicionarse con fuerza contundente y desafiante.

La hegemonía que reina tiene claridad absoluta que no puede “descuidarse” ni un milímetro y que el “safis” que no le permitió controlar del todo el proceso electoral del 2014, no debe repetirse para el 2018.

En consecuencia, el desafío de enfrentar el poder del “gerenciamiento político” del consorcio corporativo-mediático a la cabeza de la hegemonía reinante y como policía ideológico que es al servicio de la globalización neoliberal; genera dos perspectivas. Por un lado y como dice don Helio, “Zapote debe contar con que nada que haga aplacará a La Nación S. A. y a otros enemigos”, por lo que el Presidente Solís Rivera tendrá que tomar fuertes decisiones de cara a su relacionamiento inmediato con los sectores sociales responsables.

Por otro, la rearticulación estratégica de los sectores sociales y cívico-patrióticos responsables con algunas fuerzas político-partidistas que apuestan a la transformación social con perspectiva progresista, emerge con carácter de necesidad urgente para fuertes escenarios de calle que se ven venir ante el “asalto” al directorio legislativo que se está urdiendo por parte de esa hegemonía reinante pero irritada porque no pudo “volarse” al obispo.

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