Secreto bancario, fraude fiscal y deuda insostenible

¡Perdieron el debate! ¡No insistan más! Las causas fundamentales, esenciales, reales del déficit fiscal, no son los salarios que devengan las personas trabajadoras que laboran para el Estado. ¡Ésta se la ganamos!

¡Ahora sí! Desgranemos la mazorca. Hasta 8 puntos porcentuales de Producto Interno Bruto (PIB), en fraude fiscal y evasión tributaria. Para este 2020, los entendidos, del lado de ellos, dicen que un punto PIB equivale a 372 mil millones de colones: 372.000.000.000.

Tenemos que coger esta cantidad, 372.000.000.000 y multiplicarla por 8 veces: 2 billones 976 mil millones de colones anuales (2.976.000.000.000).

Esto es que quienes roban impuestos en todas sus formas y variedades, se están dejando para sus propios patrimonios financieros, unos 8 mil 153 millones de colones diarios, ¡cada 24 horas! (8.153.424.657,53 con exactitud).

¡Sigamos!: 6 puntos porcentuales PIB en exenciones-exoneraciones. Tampoco ya nadie refuta este dato. 372.000.000.000 (1 punto PIB), multiplicado 6 veces: 2 billones 232 mil millones de colones (2.232.000.000.000).

Entonces, cada 24 horas, en exenciones-exoneraciones, el Estado deja de percibir 6 mil 115 millones 68 mil 493 colones con quince céntimos: 6.115.068.493,15.

Juntemos ambas sumatorias por los numeritos diarios: 8 mil 153 millones de colones en robo de impuestos; más, 6 mil 115 millones de colones en exenciones-exoneraciones. Entonces, tenemos que andan en el aire, cada 24 horas, unos 14 mil 268 millones de colones (14.268.000.000).

Por otra parte, según lo ha afirmado el Ministro de Hacienda, don Rodrigo Chaves Robles, poco más de 5 puntos PIB consumirá el obsceno pago de intereses de la deuda pública en este 2020.

Entonces, 372.000.000.000 millones de colones (un punto PIB), multiplicado 5 veces nos da, 1 billón 860 mil millones de colones los cuales, divididos entre los 365 días del año nos arroja el dato de 5 mil 95 millones 890.410 colones.

¡Qué barbaridad! Redondeando tenemos que, prácticamente, sumados el monto diario de robo de impuestos y el de exenciones-exoneraciones, equivale a 3 veces el que hay que desembolsar cada 24 horas por pago de intereses de la deuda pública. ¿Es esto razonable y justo?… ¡Por supuesto que no!

No hay forma alguna de descalificar la propuesta del indicado ministro en cuanto a que se necesita la apertura del secreto bancario en sede administrativa y con las seguridades del caso, ante la realidad de que poco más de 14 mil millones de colones al día se quedan en las cuentas bancarias de personas y/o empresas inescrupulosas por concepto de los impuestos que se roban y/o por la amplia gama de exenciones-exoneraciones; mientras que, por otro lado, la cartera ministerial de Hacienda vive estrujando a todo el mundo ante la ineludible realidad de pagar, al día, casi 5 mil 100 millones de colones.

Tenemos entonces que, grosso modo, reduciendo en un tercio el monto de la evasión fiscal en todas sus dimensiones; y reduciendo en un tercio el monto total de las exenciones-exoneraciones, al juntarse ambos tiene usted una suma similar o cercana a la erogación diaria del pago de los intereses obscenos de esa impagable deuda pública.

¿Y qué decir de los casi 7 puntos PIB del lavado de dinero que la entidad Global Finance Integrity, para 2015, ocurre en Costa Rica? Hablamos, anualmente, de unos 2 billones 604 mil millones de colones. ¡Impresionante! 7 mil 134 millones 246 mil 275 colones. ¡Qué locura! Tiene usted, entonces, que el monto diario de lavado de dólares es un 70 % superior al monto diario del pago de intereses de la deuda pública.

No hay argumentos sólidos para oponerse al levantamiento (pleno, decimos nosotros), del secreto bancario. Son muchos números, cantidades muy grandes; que el PIB por aquí, que el PIB por allá; pero resulta imposible de disfrazar que todo esto está ocurriendo en estos momentos en la sociedad costarricense; y que, no es la gran mayoría de la población la que está involucrada en este fiestón de acumulación sin freno que -entre otras consecuencias-, ha generado dejar ubicada a Costa Rica entre los países más desiguales del mundo.

Corregir todo esto, a lo que nosotros llamamos la Transformación Tributaria Estructural, es una tarea patriótica que no puede ser postergada por más tiempo. Este es el desafío más relevante de nuestro tiempo actual: el combate fuerte a la desigualdad pasa, necesariamente, por el impulso a una Transformación Tributaria Estructural la cual, como eje esencial, debe incluir el levantamiento del secreto bancario, de manera plena (es decir, que no dependa de un juez).

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