Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
Con el mayor respeto nos atrevemos a recomendarle, ya sea que usted simpatice o no, con nuestras causas sociales, una lectura al documento que hemos denominado La institucionalidad al rescate de sectores laborales y productivos ante los efectos del covid-19 en el país – “Una propuesta desde la otra acera”; el cual representa un esfuerzo combinado de generación de propuesta propias y de compilación de otras a fin de que nuestra sociedad tuviera un abanico de posibilidades, una especie de plan integral, para hacerle frente a las duras consecuencias sociales y económicas que se derivan del padecimiento colectivo que como país estamos enfrentando producto de la pandemia mundial del coronavirus covid-19.
Como el nombre oficial del documento es algo largo, nosotros preferimos usar la frase “Una propuesta desde la otra acera” para identificarle y simplificar la alusión al mismo cuando se requiera.
En su elaboración-compilación partimos, por un lado, de que la llegada de tal enfermedad tomó a la sociedad costarricense (entre otras características), entrampada en un escenario de desigualdad, sistemática y creciente; de alto desempleo e informalidad, con una clase trabajadora asalariada altamente endeudada; con micro-pequeñas y medianas empresas en proceso de extinción producto de la ley del IVA-combo fiscal; alto déficit fiscal y un sistema tributario en condición calamitosa pero altamente beneficiosa para grupos económico-financieros de gran poder.
Por otra parte, la pandemia del covid-19 llega en un momento en el cual el Gobierno de la República, matriculado ideológicamente con ese modelo económico de tantos resultados negativos como los apuntados en el párrafo anterior; no muestra un plan integral, con inclusión social y económica, para hacerle frente a la nueva realidad que tenemos en el país; opinión ésta compartida por muchas personas especialistas y estudiosas del actual devenir del país.
“Una propuesta desde la otra acera” tiene 5 apartados centrales denominados medidas: 1) para aportar liquidez financiera a la institucionalidad del Estado; 2) para fortalecer el sistema tributario; 3) para el apoyo económico de quienes sufren la crisis; 4) para el rescate con inclusión social y productiva; 5) para atender brechas y sectores vulnerabilizados.
Tales 5 apartados centrales denominados medidas, a su vez, expresan un conjunto de 31 propuestas que, según nuestra visión de la sociedad a la cual aspiramos, expresan intencionalidades sanas de que enfrentemos la especial coyuntura con real justicia social y económica.
Otro detalle relevante de “Una propuesta desde la otra acera” es que contiene algunas ideas y planteamientos de varios costarricenses que han venido formulando sus criterios, muy documentados y autorizados, con relación a los desatinos políticos y socioeconómicos que tienen a Costa Rica postrada en cuanto a estos delicados temas de la inclusión social, de la promoción del bien común y de la reactivación económica para el mercado interno; asuntos éstos que, como se está notando ya, van a una agudización que podría generar conmociones sociales que nadie desea.
De los distinguidos ciudadanos Claudio Alpízar Otoya, Jaime Ordóñez Chacón, José María Villalta Flórez-Estrada, Luis Paulino Vargas Solís, Olman Segura Bonilla, Pablo Barahona Kruger, Welmer Ramos González, William Hayden Quintero, se tomaron algunas brillantes ideas, compilándose las mismas -como ya indicamos-, para hacer de “Una propuesta desde la otra acera”, un esfuerzo de propuesta desde sectores sociales con mayor solidez intelectual.
Tenemos noción certera de que “Una propuesta desde la otra acera” debe tener una fuerte base social que le dé sustento, tanto integralmente como parcial y sectorialmente según las 31 propuestas delimitan ámbitos de cobertura y/o de aplicación.
También, al igual que otros ejercicios de propuesta salidos desde los sectores sociales, en su amplia diversidad, no podrán materializarse hacia una transformación social más que urgente y necesaria hoy, si no se da el surgimiento de algo así como “la otra política”; es decir, la aglutinación de esfuerzos coordinados de todos cuantos, de un modo u otro (y particularmente, a partir de la pandemia), venimos siendo expoliados y excluidos por una minoría plutocrática que se hizo del control de la institucionalidad republicana para operacionalizarla en su propio provecho, que no es ni el del bien común ni el de la inclusión social y económica.
La institucionalidad al res… by EugenioGuerrero on Scribd
Hugo López dice:
Cómo se participa?