Albino Vargas Barrantes, Secretario General (ANEP)
En el período constitucional de la actual Asamblea Legislativa, 2018-2022, hay un partido político que ha sobresalido, a través de su fracción parlamentaria, en el ataque desalmado contra las personas trabajadoras asalariadas del sector Público: es el Partido Liberación Nacional (PLN).
Sabemos que todavía quedan en el PLN ciudadanos y ciudadanas que, pese a la traición de los originales valores socialdemócratas por parte de la cúpula ideológico-política que lo hegemoniza en la actualidad, siguen creyendo en el ideal liberacionista; sin embargo, no cuentan, no tienen peso, no inciden en el rumbo anti-obrero de este partido político, al cual se le atribuye gran parte de la institucionalidad republicana establecida, centrada en un Estado Social de Derecho, hoy en proceso de extinción.
Estamos promoviendo una campaña (básicamente digital), de sensibilización política de cara a las elecciones presidenciales y legislativas del 6 de febrero de 2022; estando ya a 382 días de esos sufragios; pretendiendo que, al momento de emitir el voto, procedamos a PASAR FACTURA a los actuales partidos políticos del co-gobierno en cuanto a la agresión que han sufrido los derechos laborales y económico-sociales de las personas trabajadoras, particularmente las del sector Público. Tal agresión anti-obrera también la ha sufrido y la sufre, la clase trabajadora asalariada del sector Privado.
Sin duda alguna es el PLN y su fracción parlamentaria (con honrosas excepciones), el que ha liderado, y lo continúa haciendo, el ataque artero al sector público, a su institucionalidad, así como el mundo obrero que en él labora.
Fue la fracción parlamentaria del PLN, la principal gestora, político-ideológica y político-operativa, de la detestada ley del combo fiscal, en el 2018; impuesta con diversas triquiñuelas de orden parlamentario y constitucional; legislación que tanto daño ha causado.
Fue la fracción parlamentaria del PLN, la principal gestora, político-ideológica y político-operativa, de la ley antihuelgas o ley mordaza, cercenando así un derecho humano universalmente reconocido de obligado cumplimiento para el país; así como violentando legislación obrera internacional de diverso orden.
Y, en estos momentos, es la fracción parlamentaria del PLN, la principal gestora político-ideológica y político-operativa de la actual legislación en trámite sobre empleo público; mostrando una fuerte carga contra la integridad psicológico-emocional, la seguridad laboral-social y económico-financiera de las 330 mil familias asalariadas del sector Público; ejecutando el PLN esta ofensiva en coordinación estratégica con el periodismo de odio y sus principales expresiones mediáticas.
Esta perversa tríada de legislación (el combo fiscal, la ley anti-huelgas o ley mordaza, y el proyecto de empleo público), llevan el sello liberacionista, el sello del PLN; y, las tres representan la última fase en el proceso de su degeneración político-ideológica para convertirse en un partido neoliberal en el amplio sentido del término.
Ha sido la fracción parlamentaria del PLN (con honrosas excepciones), la ejecutora principal de este ataque artero contra la clase media, hoy sumamente vulnerada, ligada al sector Público; pues no solamente ese ataque ha sido contra quienes laboran en él y sus familias, sino también a las micro-pequeñas y medianas empresas que han ayudado a destruir, con su co-gobierno ejecutivo y legislativo con el PAC.
Precisamente, el PAC ha jugado, ejerciendo el Gobierno y su desteñida fracción, un penoso rol de partido vasallo, de furgón de cola, recibiendo línea directa del PLN en cuanto a la indicada tríada perversa de legislación, entre otros ámbitos nefastos del período gubernativo todavía en curso.
Por eso, en esto de PASAR FACTURA de cara a las elecciones legislativas y presidenciales del 6 de febrero de 2022, el PLN y sus candidatos representan la colectividad partidaria que más es merecedora de reclamo cívico por parte de la persona votante del sector público y sus familias. Y, sin lugar a dudas, este PASAR FACTURA debe extenderse al voto trabajador del sector laboral privado. El PLN y su fracción, con su co-gobierno con el PAC, son responsables directos de la precariedad salarial, del desempleo, de las reducciones abruptas de jornada, de la quiebra de cientos y cientos de micro-pequeñas y medianas empresas.
Otros partidos políticos con representación parlamentaria, como el PUSC, también merecen severa auscultación obrero-social en esto de PASAR FACTURA en las votaciones del 6 de febrero. Sin embargo, es el PLN y su partido vasallo, el PAC, los que han estado y siguen estando en la ofensiva anti-obrera más descarnada, desde que fuera el propio PLN, el partido líder y gestor ideológico de la Segunda República, surgida en 1949.
Cuesta creer que en esas elecciones hubiese alguna persona trabajadora asalariada del sector Público, y sus familiares, que le diera su voto en el 2022. Definitivamente, en cuanto a PASAR FACTURA, es el PLN la entidad partidaria a la cual hacer el más duro y mayor cobro cívico.