Laura Thompson: “La migración contribuye al desarrollo”

Pocos costarricenses han tenido la oportunidad de alcanzar altos cargos en las organizaciones internacionales de mayor reconocimiento e importancia.

Laura Thompson es una de estas líderes que destacan fuera de nuestras fronteras.
Desde 2009, Thompson es la directora general adjunta de la Organización Internacional para las Migraciones y fue reelecta este año por un segundo periodo de cinco años.

Aprovechando su visita a Costa Rica, platicó con este medio sobre los desafíos y oportunidades que conlleva el fenómeno migratorio.

¿Por qué se dice que el siglo XXI es el siglo de las migraciones?

Hay un incremento exponencial en la movilidad humana.

Tradicionalmente ha existido cerca de un 3% de la población que emigra. Actualmente hay 232 millones de migrantes internacionales, lo que corresponde a un 3,7% de la población mundial.

Ese incremento del 0,7% es importante y se espera que para 2050 haya 450 millones de migrantes.

La movilidad de hoy es diferente. En el siglo pasado la gente se movía en una sola dirección y se quedaba ahí por el resto de su vida. Ahora no es así, hoy la gente se va a algún lugar por unos tres años, después se va a otro lugar y así sucesivamente.

Además, la migración ya no es solo en dirección norte-sur, la mayor parte de los países son tanto de origen, como de tránsito y destino de migrantes.

¿La migración es un problema o es un factor que contribuye al desarrollo?

Ciertamente la migración es un factor que contribuye al desarrollo. Efectivamente conlleva algunos desafíos, por lo que puede convertirse en un problema cuando está mal gestionada.

En la fuerza laboral de un país hay una gran cantidad de migrantes, en Costa Rica es el 12% de la población.

Por otro lado, también hay una contribución social muy importante. El conocimiento que se trae no es necesariamente el mismo que tiene la población local.
También hay un enriquecimiento cultural que traen las poblaciones migrantes. En Costa Rica, por ejemplo, hoy hay diferentes tipos de comida y actividades culturales.

La capacidad que tenga un Estado de gestionar la migración de una manera ordenada y que promueva los beneficios y limite los desafíos que presenta, determinará si se vuelve un problema o una solución.

¿La migración, especialmente de nicaragüenses, ha contribuido al desarrollo de Costa Rica?

Absolutamente. Los nicaragüenses llegaron a Costa Rica en una época donde los costarricenses hacían una serie de trabajos que hoy no hacen y que fueron capaces de pasar a trabajos mejor pagados y en mejores condiciones.

Cuando yo era joven, las empleadas domésticas, los que cogían café y los que trabajaban en construcción eran costarricenses. Toda esa gente y sus hijos hoy trabajan en call centers, en maquilas, en fábricas, en servicios y efectivamente tienen mejores condiciones laborales.

Sin embargo, el país no sufrió porque no hubiera suficiente mano de obra para recolectar la producción agrícola y las casas no dejaron de tener empleadas domésticas.

¿Por qué en el último año ha aumentado la migración infantil de menores centroamericanos no acompañados hacia Estados Unidos?

La migración es un fenómeno de atracción y de expulsión.

Hay expulsión por varias razones, existe en la región de una pobreza importante, hay mucha gente que ve como única solución el buscar mejores oportunidades en otros lugares como Estados Unidos.

Los menores emigran con el interés de mejorar las condiciones de vida y buscar mejores oportunidades de educación.

También la violencia en América Central ha hecho que haya un interés de los menores y sus padres de sacarlos de ese ambiente de violencia y trasladarlos a otras latitudes.

También se pasó un mensaje de que en Estados Unidos a los niños no se les podía deportar, lo cual tampoco es cierto.

Muchos de esos menores tienen su familia en Estados Unidos y pensaron que si había un proceso de regularización era el momento preciso.

Se creó entonces un mito alrededor de una situación que no es cierto pero que es muy difícil de cambiar.

¿La nueva política migratoria de Estados Unidos podría afectar el flujo de remesas para algunas economías centroamericanas?

Absolutamente. En países como El Salvador o como Honduras las remesas son fundamentales para la economía.

Las remesas son fondos privados, es el producto del trabajo, a veces en condiciones terribles, de los migrantes. Esa gente tiene derecho a utilizar sus fondos como mejor le parezca.

En principio, las remesas cubren dos gastos que son fundamentales para el desarrollo de los países: la educación y la salud.

Pero además, hay programas que se desarrollan para promover el uso de las remesas en actividades productivas y que no se usen únicamente para consumo.

México tiene algunos programas interesantes donde el gobierno pone un tercio, el gobierno local pone un tercio y el migrante pone un tercio, para crear una nueva empresa en comunidades rurales.

De esta forma no solo se ayuda a la familia del migrante a iniciar una nueva actividad productiva, sino además se ayuda a la comunidad, porque crea empleo y desarrollo.

¿Qué impacto tendrá sobre las tendencias migratorias en América Latina la ampliación del Canal de Panamá?

Si el gobierno de Panamá decide desarrollar una política de atracción, efectivamente puede generar una apertura migratoria para ciertas especialidades que eventualmente les harían falta.

Si la población local no es suficiente o no tiene interés en los grandes proyectos de infraestructura, en general es una excelente oportunidad para los migrantes de países cercanos.

Algunas obras de infraestructura también atraen a gente muy capacitada.

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