Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
A pocas horas de concluida la convención para la elección de candidato presidencial en el Partido Liberación Nacional (PLN), un sencillo análisis de los resultados numéricos de la misma, efectuado desde este lado de la acera (la de la lucha social no alineada), nos permite resaltar los siguientes datos.
Aclaramos que hacemos uso de un mensaje de “uasap” que nos llegó la noche de este pasado domingo 5 de junio de 2020, recibido de parte de una persona ciudadana amiga de las luchas sociales y cívicas, la que, a su vez, reprodujo un “anónimo”.
En todo caso, politólogos, sociólogos, mercadólogos, analistas electorales y formuladores de encuestas “se darán cuatro gustos”, comentando el resultado electoral del PLN y cómo a partir del mismo, el escenario político nacional se calentará intensamente.
Dato 1: Se proyecta un total de 360 mil votos en la convención del PLN y si se compara con la del 2018, habría una disminución cuantitativa de 70 mil; es decir, un decrecimiento del 16%. Habría que analizar el dato de cuántas personas electoras estaban inscritas para las elecciones generales del 2018 y cuántas al pasado domingo 5 de junio. Es evidente que, el PLN ha retrocedido en preferencias.
Dato 2: Las autoridades partidarias del PLN no pueden sostener la tesis de que todas las personas votantes en su convención sean parte de la “familia liberacionista”. Eso es un eslogan de campaña con finalidad subjetivo-emocional para apelar al sentimiento histórico que una vez hizo grande al PLN. Muchas personas votantes en favor de las otras pre-candidaturas no eran “familia liberacionista”, particularmente para el caso de don Rolando Araya Monge. Tenemos sobradas razones para sostener este criterio.
Dato 3: Don José María Figueres Olsen ganó la convención PLN sin alcanzar, al menos de manera contundente, el 40% de las personas votantes en la misma. Dicho de otra forma, un poquito más del 60% no creyó en su propuesta.
Dato 4: Él estaría obteniendo unos 144 mil votos de los 360 mil que acudieron a votar el domingo 5 de junio de 2021. Esto es una cantidad menor de la que obtuvo en la convención para las elecciones del 2018, que fueron 154.830 votos en su favor.
Dato 5: En la pasada convención del PLN, el ganador, don Antonio Álvarez Desanti (AAD), obtuvo 191.217 votos. Entonces, ¿qué caudal de votos le dio “Toñito” a Figueres en esta convención? Al parecer, absolutamente ninguno. También se podría decir que ya el señor AAD no tiene base electoral alguna pues en cuatro años ésta quedó pulverizada.
Dato 6: El padrón electoral nacional para febrero de 2022, podría andar en 3 millones 650 mil personas potencialmente votantes. En tal sentido, en la pasada convención del PLN habría votado el 10% del padrón electoral; cifra sumamente lejana al 40% constitucional para ganar, en primera ronda, la venidera elección presidencial.
Dato 7: En lo particularmente específico, y dado que el Sr. Figueres Olsen no estaría llegando al 40% del voto de la convención PLN del pasado domingo 5; nos lleva a concluir que, del total del padrón electoral nacional previsto para febrero de 2022, él apenas estaría en estos momentos con un 4% del mismo.
Conclusión: Desde nuestra perspectiva, tal y como lo venimos afirmando de manera sostenida a lo largo de los últimos años, la traición a los valores fundacionales y a los principios clásicos de la socialdemocracia, están PASANDO FACTURA, de manera muy dura al Partido Liberación Nacional.
Particularmente, esa traición ha quedado más marcada con el co-gobierno del PLN y la administración del PAC-Alvarado Quesada en la presente gestión ejecutiva y legislativa. El PLN perdió a las capas medias que él mismo contribuyó a crear.
En especial, gran parte de la clase trabajadora asalariada del sector Público, gran parte del sector agropecuario nacional micro-pequeño y mediano productor, así como la producción y el comercio mismo para el mercado interno, han sentido abandono de las políticas públicas de inclusión social y económica, “hijas doradas” del liberacionismo clásico.
El PLN volvería a “respirar” socialdemocracia si se decide a romper con la plutocracia reinante y su neoliberalismo fundamentalista. Y si así fuese, según nuestra visión desde el sindicalismo sociopolítico no alineado, el pronóstico es muy reservado.