Se da a conocer en este día, en información aparecida en el periódico La Nación, de la nueva dimensión que ha tomado lo que podríamos denominar como la “orgiástica” fiesta salarial que viene ocurriendo en el seno de la cúpula política de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep); perniciosa situación que por ciertas “leguleyadas” repercute también en la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
Un millón de colones de aumento salarial, de un solo “tiro” (como dice nuestro pueblo), representa una acción totalmente ofensiva para la abrumadora mayoría de la clase trabajadora asalariada de este país, ahogada en deudas, con poca liquidez, con reajustes semestrales que no aumentan la capacidad de compra del salario y que no perciben que en el corto plazo esta dura realidad económica salarial vaya a cambiar.
Además, resulta una decisión impúdica de cara al flagelo del desempleo que agobia a tantos y a tantas compatriotas; tanto como a quienes tienen que luchar duro, cada día, en el mercado informal.
El carácter de tal ofensa a la mayoría trabajadora del país se agiganta cuando se nota que el señor Regulador General, Dennis Meléndez, pasará de ganar 6 millones 100 mil mensuales, a ¡7 millones 100 mil mensuales!, mucho menos que el salario del puesto Presidente de la República, según nuestros datos.
De igual impacto ofensivo son los aumentos de 500 mil colones mensuales para lo que en la Aresep denominan “intendentes”, quienes pasarán de 4.7 millones de colones al mes, 5 millones 200 mil colones.
La fiesta salarial “orgiástica” en la Aresep, también “embriaga” a la segunda al mando de tal entidad, la señora Grettel López, también con otro milloncito de aumento salarial de un solo “tiro”, pasando de 5.4 millones a 6.4 millones de colones mensuales.
Esta situación merece la más delicada atención política, tanto de parte del Gobierno de la República como de la propia Asamblea Legislativa.
Esta casta tecnocrático-política se ha separado del grueso del conglomerado laboral del servicio público del país, generando que el mismo se desacredite más; enfatizando en lo perverso del escenario de la desigualdad creciente y polarizante que se da en el país, en este caso a nivel interno de la estructura salarial del propio Estado, cada vez más injusta y caótica.
Hacemos una exhortación pública y vehemente, tanto al propio señor Presidente de la República, don Luis Guillermo Solís Rivera, como al señor Primer Vicepresidente de la República y Ministro de Hacienda, don Helio Fallas Venegas; para que hagan pública, para que entreguen, la lista pedida por ANEP al anterior jerarca de la indica cartera, señor Edgar Ayales Esna y que éste ocultó, de los puestos y de las respectivas instituciones de pertenencia, que superan los 5 millones de colones salariales por mes y llegan hasta los 35 millones (¿o más?); un total de 1.500 altos cargos político-tecnocráticos que no son representativos de la generalidad de las remuneraciones de los servidores públicos globalmente comprendidos.
Esta “orgiástica” fiesta salarial de las alturas del poder, enloda el prestigio de la función pública y dañan la imagen del empleado público y de la empleada pública ante el resto de la sociedad, pues la ciudadanía, con razón, indignada, tiende a formular generalizaciones que pueden resultar injustas.
Difícilmente pueda sustentarse una tesis político-gubernativa de restricción salarial en materia de empleo público con estas abusivas decisiones de entidades como la Aresep y como la Sutel; entidades fundadas al amparo de las tesis neoliberales y que hoy funcionan como una especie de “república independiente”, sin control ciudadano alguno.
El pensamiento popular se fortalece en su presunción de que por esta “orgiástica” fiesta salarial de la Aresep es que estamos pagando más cara la luz en las casas de los hogares de la clase trabajadora.
greivin dice:
El pueblo no tiene control sobre estos vicios. Quisiera saber si estos seudo-gobernantes van a socarse la faja o se estarán mas bien uniendo al banquete de aumentos.