Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
38 mil millones de dólares ($38.000.000.000), es la cantidad de plata que, al 30 de abril anterior, estaba en poder de los bancos comerciales del país, tanto los públicos como los privados. El dato sale del mismísimo Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Todo mundo está calladito en el sistema político. Gente bien informada y que se mueve en el mundo de las finanzas, nos comentan que una buena cantidad de esa plata es dinero proveniente del crimen organizado, del negocio del narcotráfico. Dicho de otra forma, ese dinero sucio tiene a la economía costarricense a flote pues hace tiempo debió haber quebrado.
¿Hablarán del tema en la Asamblea Legislativa? ¡No lo creemos! El narco está ya metido en la política nacional de corte tradicional, muy a pesar de la gente buena y honesta que todavía sigue en ella.
64 mil millones de dólares ($64.000.000.000), es el monto actual del valor del Producto Interno Bruto (PIB) de la economía costarricense. ¡Esto es de locura!: Los 38 mil millones de dólares atesorados por los bancos comerciales, equivalen a, prácticamente, el 60% del valor del PIB de hoy.
45 mil millones de dólares, al menos (sino más), es el espeluznante monto de la deuda pública que golpea, duramente, a la gran mayoría de la ciudadanía; especialmente, a su clase trabajadora, a sus sectores medios pauperizados, a las micro-pequeñas y medianas empresas. Las sucesivas administraciones del tripartidismo PLN-PUSC-PAC nos tienen al borde del precipicio, según diversos especialistas.
¿Habrá alguien en el seno de la clase política de corte tradicional que, sensatamente, plantee que hay que auditar esa monstruosa deuda pública? ¡No lo creemos! La deuda pública, así visto, estaría ya rondando el 70% del valor del PIB.
Y si la deuda pública es ya de 45 mil millones de dólares; entonces, la plata que está en los bancos comerciales (los 38 mil millones de dólares), equivale a casi el 85% del monto actual de esa deuda pública. ¡También esto es de locura!
El déficit fiscal y la venta de bonos que hace el Gobierno para sobrevivir, más la autorización que le pide al parlamento que le aprueben para pedir más prestado en el exterior (eurobonos), representa un gigantesco y oscuro negocio en los mercados financieros nacionales, donde están personajes y entes privados que poseen capitales en cifras inimaginables, que se enriquecen con la deuda pública.
Por otra parte, 10 millones de dólares diarios, 300 millones de dólares al mes, 3 mil 600 millones de dólares al año, es el monto estimado promedio en la evasión fiscal según cifras del Presidente Chaves Robles. Hablamos de un 5.62 puntos PIB anuales en robo de impuestos. Otras voces autorizadas y fuentes especializadas plantean que es mucho más. Valiosas iniciativas de ley para empezar a cambiar toda esta putrefacción tributaria, están congeladas en nuestro parlamento (ver informe legislativo sobre Los papeles de Panamá).
Si tomamos como base el dato presidencial, en los últimos diez años se habrían evadido unos 36 mil millones de dólares: cifra ésta que representa casi un 95% del valor de la plata que hay en los bancos ahorita, los 38 mil millones de dólares que nos indica el BCCR. Esto, por una parte. Por la otra, ese gigantesco monto evadido, representaría un 80% del monto actual de la deuda pública del país, por el orden de los 45 mil millones de dólares.
Con sinceridad, son datos duros como para digerirlos. Son datos duros que, para gran parte de las personas integrantes de la actual clase política tradicional del país, no interesan o, peor todavía, ni siquiera los manejan. Y para quiénes en las esferas del real poder que sí reparan en cada una de estas cifras, es porque viven de ellas y se enriquecen con ellas.
En buena medida, estos datos duros nos explican las razones por las cuales Costa Rica está, actualmente, dentro de los diez países más desiguales del planeta. En buena medida, estos datos duros pueden alimentar en un futuro no muy lejano, diversos tipos de explosiones sociales.