Así lo comentó ayer Gerardo Cascante, dirigente de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) en la Policía Penitencia, quien explicó que es algo muy doloroso que saquen una nueva circular del miedo amenazándolos que si usan los teléfonos en el trabajo habrá sanciones, incluso despidos. Indica que se les está cortando la comunicación con su familia y con el mundo exterior porque en los fortines y pabellones no hay manera de comunicarse con la oficialía. Gracias a sus teléfonos personales han podido dar la voz de alerta de riñas y otras anomalías; se ha evitado muertos y fugas, gracias a sus celulares.
Todo un clima de descontento, molestia, indignación, deseos de renuncia en masa y hasta vientos de huelga se han apoderado de los centros penitenciarios del país por un memorándum con el cual les prohibieron a los policías penitenciarios portar su celular. Desobedecer es calificado como una falta grave, por lo que podrían ser despedidos sin responsabilidad patronal.
Así lo comentó ayer Gerardo Cascante, dirigente de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) en la Policía Penitencia, quien explicó que es algo muy doloroso que saquen una nueva circular del miedo amenazándolos que si usan los teléfonos en el trabajo habrá sanciones, incluso despidos. Indica que se les está cortando la comunicación con su familia y con el mundo exterior porque en los fortines y pabellones no hay manera de comunicarse con la oficialía. Gracias a sus teléfonos personales han podido dar la voz de alerta de riñas y otras anomalías; se ha evitado muertos y fugas, gracias a sus celulares.
“Lo que más afecta es que el reglamento dice algo completamente diferente al memorándum del miedo. El reglamento habla de llamadas de atención verbales y escritas cuando sea del caso. Pero en situaciones graves será el departamento legal quien investigue, pero ningún jefe inmediato o superior se puede arrogar atribuciones que no le competen. Es un asunto de discriminación porque los trabajadores administrativos usan los celulares y los jefes también, en cualquier lugar. Cómo es posible que a unos se les deje y a otros no”.
La gente se molesta y ya está comenzando a hablar de huelga hasta que la Ministra o Presidenta anulen esa circular. Quieren que se rectifique porque les están aplicando la “Ley Mordaza”.
La indignación ha llegado a límites inimaginables: hay muchas policías que son jefas de hogar y necesitan estar en constante comunicación con sus hijos, o quienes se los cuidan, mientras ellas trabajan.
Por eso, en las próximas horas estarán recurriendo a la Sala Constitucional para reivindicar sus derechos laborales y no dejar de ir al baño cada vez que necesiten mandar un mensaje a sus familiares.
DIARIO EXTRA intentó localizar a Guillermo Ugalde, director de la Policía Penitenciara, sin embargo no fue posible obtener su versión del delicado tema.