El Día de los Derechos Humanos

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

El próximo sábado, 10 de diciembre, conmemoramos el Día de los Derechos Humanos. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el lema para este año 2022, es Dignidad, libertad y justicia para todos.
En la corriente sindical en la cual militamos, hemos decidido que la incorporación de los Derechos Humanos a la lucha laboral y obrero-social de todos los días se ha vuelto una necesidad ya no solamente de primer orden, sino estratégica.
Por una parte, estamos viviendo la época más desigual de toda la historia de la Humanidad. Por otra, la Costa Rica actual está considerada ya, oficialmente, una sociedad desigual.
El último informe del proyecto Estado de la Nación es contundente: Costa Rica está partida en dos. A la mayoría de la población le está yendo mal. Y, particularmente, es la clase trabajadora la que está sufriendo las consecuencias de un modelo económico que prioriza en la concentración de la riqueza, en la exclusión económica y en la marginación social.
En tal sentido, enarbolar la bandera de los Derechos Humanos como estandarte fundamental de la lucha del sindicalismo sociopolítico, nos parece que resulta una decisión acertada.
Particularmente, lo que se conoce como los derechos de Segunda Generación o Derechos Económicos, Sociales y Culturales, tienen como objetivo fundamental garantizar el bienestar económico, el acceso al trabajo, la educación y a la cultura, de tal forma que asegure el desarrollo de los seres humanos y de los pueblos.
Los Derechos Humanos de Primera Generación, los Derechos Civiles y Políticos, no se pueden disfrutar a plenitud sin la total aplicación de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Podría uno decir, en consecuencia, para qué libertad con hambre.
“Nuestros líderes han adquirido un gran número de compromisos en materia de derechos humanos en nuestro nombre. Si cada una de las garantías que han firmado se cumpliese, nuestras vidas serían pacíficas, seguras, cómodas y saludables; nuestros sistemas jurídicos serían justos y ofrecerían a todos la misma protección; y nuestros procesos políticos serían transparentes y democráticos y servirían a los intereses de la gente”.
La anterior reflexión (que hemos tomado de este sitio web:  HYPERLINK «https://www.coe.int/es/web/compass/the-evolution-of-human-rights» https://www.coe.int/es/web/compass/the-evolution-of-human-rights), nos describe la naturaleza del desafío que enfrentamos desde una perspectiva integral de lucha social en estos duros tiempos de desigualdad: cada cuatro años, de manera reiterada, somos víctimas de estafas políticas.
Poco a poco, Costa Rica ha venido siendo desenmascarada en su doble moral en cuanto a los Derechos Humanos. Así las cosas, ha quedado más que legitimado que la lucha social que se impone en la actualidad es aquella que debe ir ligada a la divulgación, educación, promoción y defensa de los tratados de Derechos Humanos a los cuales el país se ha adherido, ha firmado y ha ratificado.
En lo inmediato, en materia de Derechos Humanos, nuestro mayor reto es que el presente gobierno se ponga al día en cuanto a sus obligaciones con relación a la Opinión Consultiva No. 27/21 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), Sobre los derechos a la Libertad Sindical, Negociación Colectiva y Huelga, y su relación con otros derechos, con Perspectiva de Género.

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