Muchos amanecimos hoy, el día después de las elecciones presidenciales y diputadiles de este domingo 2 de febrero de 2014, muy contentos: Nos entusiasma mucho que tengamos que ir a una segunda ronda electoral, el domingo 6 de abril de 2014.
La mayor sorpresa política es el primer lugar para el ciudadano candidato presidencial don Luis Guillermo Solís Rivera, del Partido Acción Ciudadana (PAC). El mayor desencanto es para don Johnny Araya Monge, del Partido Liberación Nacional (PLN), quien indicó durante toda la jornada electoral que sería Presidente electo.
Desde una perspectiva social y con un interés más dinámico en lo que está por venir dos elementos fundamentales afloran con potencia:
PRIMERO: Ahora es muchísimo más necesario y fundamental que ambos candidatos “finalistas” para la segunda ronda le digan al electorado, uno a uno, los nombres de las personas que integrarían los puestos más relevantes en sus respectivos gobiernos. Que le digan al pueblo quiénes serían sus ministros y sus ministras; que le digan a la ciudadanía a quién nombrarían en la Caja, en el ICE, en el Banco Central y en el INS; en la cancillería y en el COMEX; en A y A y en el PANI; a quién pondrían al frente de ministerios tan relevantes como Hacienda, Trabajo, Salud, Agricultura, MOPT y Educación, por ejemplo.
SEGUNDO: ¿De dónde sacarán la plata para sus programas sociales, tanto los de corte asistencialista como los que definen como estructurales para atajar y revertir el crecimiento de la desigualdad? ¿Cuál es el “menú” básico para enfrentar el problema del déficit fiscal? ¿Cuáles son las medidas fundamentales, tanto de orden legislativo como ejecutivo, que propiciarían para una transformación tributaria estructural que nos aleje de la regresividad y nos ponga en la ruta de la progresividad tributaria?
Indudablemente, estamos en una nueva etapa de la historia política del país. Los sectores sociales y sindicales, especialmente los que hemos venido trabajando con seriedad y responsabilidad durante los últimos años, temas-país con carácter alternativo a las tesis neoliberales y en pro de la inclusión y de la solidaridad, no podemos permanecer con los “brazos cruzados” y debemos forzar a la más grande transparencia y al más abierto debate en esta segunda fase de la coyuntura electoral en desarrollo.
En ANEP estamos interesados en un “cara a cara”, en que podamos reunir en un debate franco y respetuoso y en el menor corto plazo posible, a don Luis Guillermo y a don Johnny; esperando que éste último no nos deje plantados de nuevo.
Adrián Gómez dice:
Sólamente UN CAMBIO del gobierno en Costa Rica podrá restaurar la reputación de la administración pública como garante de la transparencia y la rendición de cuentas.
Obviamente siempre hay muchos intereses de hacer «la tapadera», de que todo siga igual y nada cambie.
Que no les metan miedo, porque sólo un electorado valiente y comprometido puede lograr un cambio de País