Trata usted de leer esta cantidad en números: ₡1.976.620.000.000. ¡Cuesta!, ¿verdad? En letras es así: Un billón novecientos setenta y seis mil seiscientos millones de colones. En realidad, son números de difícil asimilación mental. Es una cantidad espantosamente astronómica.
¿De qué se trata? Toda esa plata representa el pago de los intereses de la deuda pública durante los primeros 10 meses del presente año 2023. Son datos oficiales del Ministerio de Hacienda.
Del 1 de enero del 2023 al 31 de octubre de 2023, han transcurrido 304 días de este año próximo a terminar.
Eso significa que: a) En estos 304 días del año 2023, se han estado pagando 4 millones 515 mil 305 colones (₡4.515.305) por minuto por concepto de intereses, solamente intereses, de la deuda pública. b) El pago por hora en estos 304 días es impresionante: 270 millones 918 mil 311 colones (₡270.918.311).
Y, al día, cada 24 horas, en estos primeros 10 meses del año, se han estado pagando 6 mil 502 millones 39 mil 473 colones: ₡6.502.039.473.
En estos 10 primeros meses del 2023, al pueblo trabajador y a los sectores diversos de las capas medidas, les han extraído de sus golpeados bolsillos, casi 2 billones de colones; exactamente, ese billón novecientos setenta y seis mil seiscientos millones de colones (₡1.976.620.000.000).
¿Cómo es posible que la indolencia total de los políticos actuales sea lo que prive ante ese desangramiento de las debilitadas finanzas públicas, si al pasar esa cantidad a dólares USA y con el tipo de cambio actual, unos 12 millones 200 mil dólares se están destinando, por día, a ese pago?
Se espera que al terminar el presente año 2024, el pago total de intereses de la deuda pública llegue a la cifra hiper-gigantesca de dos billones 395 mil 125 millones de colones: ₡2.395.125.000, que es equivalente a 5.1 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
Es un “misterio” el destino de esos intereses. Lamentablemente, a la actual clase política le importante un bledo lo que está pasando con esas platas.
Esos dineros se necesitan, urgentemente, para fortalecer, integral y estructuralmente, la política pública de seguridad; para citar únicamente uno de los puntos más débiles que está mostrando en la actualidad la Democracia costarricense.
El narco nos está matando. El narco le está ganando la batalla a la sociedad. El narco ya está dispuesto a asumir el control del propio Estado y los ejemplos y episodios ya los estamos viendo y viviendo. El narco-Estado se asoma y de manera que parece que ya es incontenible.
Pero también, ese pago abusivo de intereses de la deuda pública nos está matando también. Los programas de asistencia social, de inclusión social, de educación y de salud, de seguridad social, de nutrición, de apoyo estratégico a los sectores productivos nacionales, están sufriendo por las reducciones presupuestarias que se les imponen, pues la parte principal de la plata que se recauda es para esos intereses de la deuda; una deuda que nosotros estimamos que es impagable.
De nuevo y con toda vehemencia, la corriente sindical en la cual militamos seguirá abordando el punto, de manera terca e incansable. El narco nos está matando, ¡pero esto también!