Un profundo impacto causa la denuncia que ha formulado el Observatorio de la Coyuntura Macroeconómica, de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA), al indicar que el desempleo en Costa Rica ha llegado a la aterradora cifra del 18%.
Desde la perspectiva de lucha social y sindical en que nos desarrollamos, esta es una constatación dolorosa del fracaso más que evidente de una política macroeconómica, de corte fundamentalista, misma que centrada en las ya fracasadas concepciones neoliberales, tiene a Costa Rica hundiéndose en la senda de la desigualdad a lo largo de los últimos gobiernos, incluido el actual.
Esta indignante y triste situación de tan alto desempleo, amplía su impacto con dos elementos adicionales que arroja la prestigiosa entidad académica de la UNA, en su estudio “Tendencias del Empleo en Costa Rica en el período 2010-2013: fortalezas y debilidades”:
PRIMERO: Prácticamente, un 60% de toda la población trabajadora asalariada (sumados los dos sectores, público y privado), con empleo formal tiene un ingreso neto mensual es de 310 mil colones o menos. Específicamente, unas 986.248 personas, del total de 1.524.003 asalariadas, según datos del propio Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en su Encuesta de Hogares del 2012 y con base en el salario mínimo de ley al 30 de junio del 2013.
SEGUNDO: Si nos vamos a la franja siguiente de tales datos, es decir, considerando un ingreso salarial mensual neto de 422 mil colones o menos, tenemos que un 80% de toda la población trabajadora asalariada con empleo formal del país, gana menos de 422 mil colones por mes.
TERCERO: La ANEP tiene una absoluta confianza en la solidez profesional y ética del personal del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC); pero es obvio que el mismo, de alguna manera, recibe alta directriz político-gubernativa como para que desde la UNA quede con un carácter sumamente laxo la definición oficialista del concepto de desempleo; de forma tal que la gran diferencia en las cifras de ambas prestigiosas entidades al respecto, nos lleve a considerar que la del 18 % es la más ajustada a la realidad social vivencial del mundo laboral de la clase trabajadora, en su lucha cotidiana por la subsistencia.
CUARTO: Lo anterior nos lleva a reiterar el planteamiento que por intermedio de la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP), formulamos con ocasión de la pasada y fracasada intentona de negociación salarial para el sector Público, en el sentido de que el INEC debe proceder, con otro tipo de directrices políticas, a:
a. Una redefinición metodológica de la conformación de la Canasta Básica Alimentaria para establecer actualización plena a la realidad socioeconómica actual.
b. Apertura de una nueva línea de investigación estadística oficial sobre el crecimiento de la desigualdad.
c. Apertura de una nueva línea de investigación estadística oficial sobre los niveles actuales de endeudamiento de la población trabajadora asalariada en ambos sectores de la economía.
Alto desempleo, precarización salarial, alto costo de la vida y crecimiento de la desigualdad, son realidades más que dramáticas de que, como indicamos al principio de este comunicado, las políticas macroeconómicas de los últimos gobiernos, a partir del control de las mismas por el mismo grupo hegemónico dominante pese a las sucesivas administraciones, nos alejaron de la histórica senda de la inclusión social y de la búsqueda del bien común, para adentrarnos en los peligrosos terrenos del ensanchamiento de la brecha social y las diferentes manifestaciones de violencia que ello encierra.