CHAVES: GOLPISTA EN POTENCIA

“Dios no quiera que llegue el momento en que tengamos que actuar”. Imposible para cualquier persona costarricense de firme convicción democrática, sin importar su ideología político-partidaria, dejar desaparecida esta clarísima amenaza del Rodrigo Chaves Robles de atentar y de desestabilizar el orden constitucional de la República, próximo a cumplir 75 años de su promulgación, el 7 de noviembre de 1949.

¡Eso es golpismo! Chaves tiene en su mente, en su doble lenguaje manipulador, la “alternativa” de promover algún tipo de asonada golpista, Golpe de Estado, en contra de los poderes Legislativo y Judicial con los cuales está, severamente confrontado en estos momentos delicadísimos para la paz de Costa Rica.

Dio otra señal golpista: “Yo y mi gabinete estamos dando la cara y vamos a poner el pecho, ¿qué va a hacer usted compatriota? ¿No ve lo que está pasando? Yo estoy seguro que sí, y ahí les dejo la bolita picando en el punto de penal”.

¿Está armando Chaves algún grupo subversivo contra la Constitución? ¿Está él al tanto de alguna especie de milicia cuasi-militar para dar un Golpe de Estado? ¿Es este perverso comentario alguna señal en clave para que empiece algún tipo de operativo anti-constitucional?

Con sinceridad, debemos confesar nuestra alarma. Esto no puede pasar inadvertido para las autoridades judiciales competentes.

¿Y qué quiso decir Chaves, golpista en potencia, con esta indicación de innegable connotación sediciosa?: Que la ciudadanía debe “estar lista” en caso de que sea necesario “actuar”. ¿A qué llama actuar? ¿A promover alguna locura política como la que Trump hizo contra el parlamento estadounidense?

Y, he aquí la más peligrosa invectiva, la amenaza más violenta y agresiva emitida ayer, miércoles 24 de setiembre de 2024, con clarísimo carácter golpista, en su conferencia de prensa:

“En los países civilizados, las diferencias entre partidos se resuelven en las urnas. Yo espero que nos dé tiempo para llegar ahí en paz”.

Chaves, golpista en potencia, está indicando que, quizás, no haya elecciones presidenciales y diputadiles en febrero de 2026 porque, según él, no se podría llegar en paz a tal momento.

¿Será que está pensando en una ruptura del orden constitucional, llegando a tan peligrosísimo nivel de, subliminalmente, poner en duda las elecciones del 2026? ¿Quiere Chaves un nuevo enfrentamiento armado entre costarricenses?

“Al vivo a señas y al tonto a palos. Ustedes, costarricenses, son muy inteligentes, estén atentos, sean vigilantes y observemos. Que vivan siempre el trabajo y la paz, pero no nos van a hacer siervos menguados”.

¡Sin duda! Chaves nos muestra como nunca antes lo había hecho desde que llegó a Zapote, su propensión al golpismo, al Golpe de Estado, a pasar de la confrontación verbal a la de los… ¿balazos?

Finalmente, nos hace una amenaza generalizada: “Muchas cosas se tienen que poner peor antes de que se mejoren, y por eso yo le digo al pueblo de Costa Rica: Yo estoy vigilante, yo estoy poniendo la cara”.

Que las cosas se tengan que poner peor antes de que se mejoren: ¿Habrá asesinatos políticos selectivos? ¿Habrá atentados con bombas, pero en serio? ¿Se incendiarán locales políticos-estratégicos?… ¿Vaya usted a saber! Chaves es un golpista en potencia.

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