Dejamos constancia por esta vía del triste pesar que embarga a nuestra organización por la injusta muerte de los destacados servidores de la Fuerza Pública, ciudadanos trabajadores JESÚS PERAZA GARRO y JUAN CARLOS JIMÉNEZ PÉREZ, quienes en cumplimiento de su deber fueron víctimas del flagelo de la delincuencia criminal que conmueve a la ciudadanía honesta.
Nos solidarizamos con las familias dolientes a quienes les hacemos llegar el más sincero pesar, rogando a Dios, El Creador, que les brinde la fuerza suficiente para sobrellevar tan inmenso dolor.
El sacrificio de las vidas de estos dos trabajadores de la Fuerza Pública de Costa Rica, especialmente por las circunstancias que mediaron para ello, debe abrir un profundo ejercicio de reflexión desde las esferas gubernamentales y desde la propia sociedad, acerca de cuáles son, hoy en día, las condiciones que se bridan a quienes deciden sumarse a dicho servicio público, sabiendo que sus vidas están en inminente peligro, a toda hora y todos los días.
Las jornadas extenuantes, el desarraigo familiar y social, el alto endeudamiento salarial, las agresiones psicoemocionales y físicas, la presión civil cotidiana entre otros factores, obligan a tomar decisiones estratégicas en materia de reivindicación salarial plena, en materia de salud ocupacional, así como también de posibilidades indemnizatorias realmente sustanciales por daños físicos y psicológicos y hasta por la pérdida de la vida como en estos dos tristes casos. Todo ello debe someterse a una profunda revisión.
De manera lamentable y censurable, el presente Gobierno no hizo un esfuerzo verdaderamente sincero y efectivo, para reivindicar en toda su dimensión, vía un reajuste salarial digno, a la inmensa mayoría del personal de la Fuerza Pública de Costa Rica, tal y como era la gran expectativa que a éste se le creó, de manera irresponsable.
Por el contrario, sí se dio una sustancial mejora, altamente significativa, para la estructura jerárquica de los mandos medios y superiores (lo cual vemos positivamente); pero que, conflictivamente, hace que hoy en día tengamos “dos” Fuerza Pública: la que gana bien, pero muy bien (que es la minoría); y la que gana mal, pero muy mal, la inmensa mayoría. Á esta pertenecían los servidores caídos en cumplimiento de su deber.
A fin de que las vidas de JESÚS PERAZA GARRO y JUAN CARLOS JIMÉNEZ PÉREZ no se perdieran en vano, como organización a la cual está afiliado un importante número de servidores y de servidoras de la Fuerza Pública, la ANEP renueva su compromiso para levantar las banderas de su plena e integral reivindicación, incluyendo la salarial, sin demagogias ni oportunismos.
San José, miércoles 9 de enero de 2013.
Máinor Anchía Angulo
Policía de la Fuerza Pública
Directivo Nacional ANEP-Fuerza Pública
Celular No. 86 26 25 57
Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP