Alcalde de Puntarenas: Cuatro cuestionamientos que ponen en tela de duda su probidad y transparencia

Con gran angustia nos hemos enterado por medios periodísticos de un nuevo y letal golpe a la credibilidad de un gobierno local: un alcalde en el que el pueblo y la ciudadanía le confió el progreso y el destino de su municipio. Hoy es el alcalde del cantón central de la provincia de Puntarenas el que nos asombra.

La prensa escrita se refiere al despliegue efectuado por la Fiscalía General de la República, el pasado día 22 de agosto de 2012, por cuatro presuntas irregularidades contrarias a la Ley de Contratación Administrativa y otras al deber de probidad y la trasparencia en la gestión pública.

Concretamente, haber dado en concesión directa la administración de un edificio a Coopedestuna R. L. sin haber mediado la licitación pública para que participaran otros oferentes. Tal acto es arbitrario y violatorio de la Ley de Contratación Administrativa, pues el proceso licitatorio permite la escogencia del oferente que mejores condiciones ofrece. Sobre el particular basta observar el cúmulo de votos emitidos por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.

En este mismo orden de cosas, repudiamos enérgicamente la supuesta autorización para la construcción de un restaurante, sin que mediara la cancelación de 3.900.000 millones por concepto de permisos de construcción; el desmantelamiento del gimnasio por falta de seguridad; y, el pago salarial a un asesor quien al parecer no se presentara a laborar entre el 21 y el 29 de julio del año en curso, sin que presentara justificación. Estamos seguros de que un humilde trabajador de campo u administrativo comete la falta mínima y es sometido a órgano director para ser despedido.

Sí bien nuestro Estado Social de Derecho garantizará un debido proceso para el esclarecimiento de la verdad real de los hechos que se le atribuyen al señor Rodríguez Castro; desde nuestra organización sindical emitimos nuestra más enérgico repudio a actos de jerarcas o subalternos que en ejercicio de sus funciones se aparten de los principios de probidad y expongan su gestión a actos indecorosos o de corrupción.

Corresponde a las trabajadoras y a las trabajadoras de este municipio seguir levantando la bandera de la denuncia, la decencia, trasparencia, la eficiencia y eficacia, pues son quienes permanecen y engrandecen el municipio.

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