La torre norte del Hospital Calderón Guardia es una bomba de tiempo luego de que tres sismos y un incendio dañaran el edificio, sin que hasta el momento se realicen trabajos de fondo para mejorar su estructura. Según documentos en poder de DIARIO EXTRA, no cumple con los requerimientos del Código Sísmico.
Sin embargo para las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no existe un riesgo de que el edificio colapse y aseguran que se efectuaron las mejoras a la edificación con el fin de que se comporte mejor durante un temblor de alta intensidad.
En el documento DAI-2281-2013, dirigido a Gabriela Murillo Jenkins, gerente de Infraestructura y Tecnología de la CCSS, por Jorge Granados Soto, en ese momento director a.i. de Arquitectura y Ingeniería, se indica que se requiere un proyecto de reforzamiento estructural de la torre norte.
Granados dijo que llegó a esa conclusión luego del análisis del “Estudio de Vulnerabilidad Sísmica del Edificio torre norte del Hospital Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia”, elaborado por la empresa Heriel en el año 2005 y de acuerdo en lo solicitado en el oficio HRCG-DM-5531.
“…Una vez analizados los documentos se obtienen las siguientes conclusiones generales: Ante un sismo extremo, el edificio, de forma general, podría sufrir daños considerables, especialmente en columnas y vigas de amarre. Actualmente el edificio no cumple con los objetivos de desempeño para edificaciones esenciales (edificios hospitalarios) que solicita el Código Sísmico de Costa Rica…”.
Además Granados le informó a la gerente de Infraestructura que “…se menciona que ante un sismo de alta intensidad, muy probablemente, el edificio saldrá de operaciones y tendrá que ser reforzado y reparado, para volver a ser utilizado…”.
“…Aunque la posibilidad de una falla de índole frágil es poca, y no se generaría un colapso, por las situaciones mencionadas, se debe tener presente que el daño en columnas se relaciona directamente con la seguridad estructural…”.
Geovanny Ramírez, directivo de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) y enfermero del Hospital Calderón Guardia, aseguró que durante más de un año se han realizado trámites ante las autoridades centrales de la institución, con el fin de reforzar la torre norte, pero no se hace absolutamente nada.
“No queremos crear pánico, pero nos hemos dado cuenta que por ser un hospital tan viejo podría colapsar si no se toman en cuenta las recomendaciones técnico profesionales que se han dado a través de muchos años”, comentó.
El directivo de ANEP indicó que dicha situación es una responsabilidad compartida con las autoridades del hospital, pero “sobre todo es una acción que debe tomar la Gerencia de Infraestructura, Financiera y Médica”.
En un documento titulado “Formulario de Solicitud de Ingreso de Proyectos”, dirigido a la Gerencia Médica de la CCSS, se indicó que por tener dicho inmueble más de 40 años y debido a los fuertes sismos en los últimos años, “…el edificio requiere urgentemente de las readecuaciones para fortalecer su sistema estructural, para que no se afecte más y pueda resistir cualquier otro embate de la naturaleza…”.
Agrega que “…Desde el año 1990 con el terremoto de Limón, el país ha sufrido 3 sismos de características similares, que han disminuido la capacidad de resistencia primaria, debilitando las juntas constructivas entre elementos estructurales y no estructurales. Dicho edificio es bastante flexible, lo que ha deteriorado más dichas juntas, sobre todo en el tercer nivel de la torre norte, y de no ser intervenido podría verse seriamente afectado en otro sismo de iguales intensidades…”.
RENOVACIÓN DE PÓLIZA DEL INS
En el documento “Respuesta Oficio DM-0255-01-13, correspondiente a su consulta sobre la renovación de la póliza de seguros”, con fecha 1 de abril del 2013, se informa sobre daños sufridos por la torre norte, que son de conocimiento del Instituto Nacional de Seguros (INS).
En ese informe se indica que el primer temblor que afectó dicha edificación fue el de 6,2 grados Richter reportado en Quepos el 20 de noviembre del 2004.
En el 2006 un funcionario contratado por el INS determinó que la solución a los problemas encontrados en todos los pisos era demoler todas las paredes existentes en todos los niveles y reemplazarlas, reparar las paredes existentes y las juntas colocando un material de recubrimiento a base de plástico elastomérico y reforzado con fibra de vidrio para mayor resistencia y durabilidad.
También indicó “…si en el futuro se presentan sismos de consideración, los daños que se observan actualmente se volverán a presentar, posiblemente aunque se hayan reparado las paredes con el material de recubrimiento y el refuerzo a base de fibra de vidrio. Es altamente recomendable en este caso que se revisen los términos de la póliza en cuando a deducibles y se solicite al cliente una readecuación sísmica del edificio, en la cual se incrementan los muros de cortante para minimizar los desplazamientos laterales y reducir los daños en las paredes internas…”.
Sin embargo un informe presentado por el INS en el 2009, después del terremoto de Cinchona y tras la inspección de la empresa AXIS International Loss Adjuster and Surveyors, indica que “…algo muy importante de mencionar es que este hospital ya había sufrido daños por el terremoto de noviembre del 2004 y de los cuales canceló la indemnización, pero la institución no hizo las reparaciones y solo se dedicó a cubrirlas y pintarlas, pero no a repararlas formalmente para este tipo de daños…”.
Según un documento de la empresa Constructora Prifer S.A. del 13 de diciembre del 2013, la cual realizó un estudio para el posible reforzamiento de la torre norte del Calderón Guardia, el costo de la obras ascendería a $7 millones (¢3.815 millones).
MEJORAS A NIVEL FUNCIONAL
Murillo Jenkins aseguró que el Hospital Calderón Guardia había contratado un estudio de vulnerabilidad sísmica, incluso antes del trágico incendio que afectó su estructura.
Según la funcionaria, este había identificado que al centro médico había que hacerle algunas mejoras tanto a nivel funcional como salidas de emergencia y la parte estructural.
Dijo también que entre los trabajos que se le hicieron a la torre norte están salidas de emergencia y accesos verticales, y ese estudio que se contrató en aquel momento debe ser actualizado al nuevo Código Sísmico y regulaciones en materia contra incendios.
“A ese edificio no se puede entrar a hacerle una intervención grande precisamente porque se está usando, está la zona de quirófanos, hospitalización.
En este momento tenemos obras en marcha por más de $120 millones (¢65.400 millones) y una vez que esté la torre podemos pasar los pacientes y atender ese hospital”, acotó la gerente de Infraestructura y Tecnología.
¿Se corre algún riesgo? “Bueno, en este momento, básicamente lo que se pedía, por ejemplo que las paredes estuvieran separadas de las columnas… en este momento… no había un riesgo de colapso del edificio pero sí eran unas mejoras para que el edificio pudiera comportarse mejor”, declaró.