Directora del INS vende servicios al Estado

San José, 27 de setiembre de 2012.

Honorable señora
Licda. Marta Eugenia Acosta Zúñiga, Contralora General de la República
Licda. Ileana González Chaverri, Fiscalizadora
Contraloría General de la República (CGR)
Su despacho

Estimadas señoras:

Con el mayor respeto, les hacemos llegar el más atento y respetuoso saludo de nuestra parte.

Aunado a nuestras denuncias anteriores, mediante oficios S.G.11-13-0542-12, y la S.G.11-13-0547-12, queremos que ese órgano contralor también valore lo siguiente:

1)- Que de nuestras investigaciones en cuanto en que otras juntas directivas de empresas privadas podrían aparecer en forma conjunta, tanto el señor Guillermo Constenla Umaña, como la señora Eugenia Chaves Hidalgo, Presidente Ejecutivo del INS y Directora del INS, respectivamente; hemos encontrado que la señora Eugenia Chaves Hidalgo y su esposo, el señor José Fabio Pérez Merino, (esposo de doña Eugenia), son parte de la junta directiva de la Empresa EQUIPOS DE SALUD OCUPACIONAL S.A.

2)- Que la empresa EQUIPOS DE SALUD OCUPACIONAL S. A. le vende servicios y productos a diferentes instituciones del Estado, según se determina de las listas de compras de las instituciones del Estado que tiene la Contraloría General de la República y las cuales estamos adjuntando. Aquí nos parece que podría estarse incurriendo en una posible irregularidad de acuerdo a la normativa que ya hemos mencionado, y que reiteramos para este caso.

3)- Que ni la señora Eugenia Chaves Hidalgo, ni su esposo, el señor José Fabio Pérez Merino, tienen levantamiento de impedimento para vender a instituciones del Estado que otorga la misma Contraloría General de la República. Lo anterior, lo fundamentamos según oficio No.09101 de fecha 6 de setiembre de 2012 que nos envía la Contraloría y el cual adjuntamos.

Que el actuar de la funcionaria pública Eugenia Chaves Hidalgo, integrante de Junta Directiva del INS, podría violentar lo establecido en el artículo 18 de la Ley Contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito, así como en lo que respecta al artículo No. 37 del reglamento de dicha ley; asimismo, podría violentar lo establecido en el decreto No. 33146-MP, emitido en el año 2006, durante la administración del Dr. Oscar Arias Sánchez, en sus artículos No. 1 inciso f)- y No. 2 inciso a)-, que a continuación transcribimos:

“Artículo 1º—Principios. Los que ejerzan cargos de la función pública deberán comportarse de acuerdo con los siguientes principios:
a) …..;
b) …..;
.
.
f) Honradez: Deberán declarar públicamente cualquier interés privado relacionado con sus deberes públicos y tomar las medidas necesarias para resolver cualquier conflicto de interés en una forma adecuada para proteger el interés público;…”

“Artículo 2º— Procedimientos. Con el fin de asegurar la vigencia de los principios enunciados en el artículo anterior, quienes sean designados en funciones ejecutivas y ejerzan cargos dentro del gobierno de la República deberán:
a) Declarar previamente, y por escrito, ante la autoridad competente, cualquier conflicto de interés por razones familiares, afectivas, laborales, profesionales, comerciales o empresariales, que pueda afectarles al tomar o participar en decisiones propias de su cargo; …”

4)- Que es fundamental traer a colación y para mejor entendimiento de los alcances del artículo No. 18 de la Ley Contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito, el informe dirigido por la Procuraduría General de la República a solicitud de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, con relación al expediente No. 11-000926-0007-CO, de fecha 25 de Marzo del 2011, en donde la Procuradora Ana Lorena Brenes Esquivel, dentro de su argumentación puntualiza lo siguiente:

III. EL ARTICULO 18 LCCEIFP ES CONFORME CON LA CONSTITUCIÓN

El numeral 18 de la Ley contra la Corrupción establece un régimen de incompatibilidades entre los altos cargos públicos – incluyendo los miembros de juntas directivas de las instituciones públicas – y determinadas actividades privadas.

_El alcance del artículo 18 ha sido examinado por este Órgano Asesor en su Opinión Jurídica OJ-006-2007 de 29 de enero de 2007: _

_“Como puede advertirse, las disposiciones citadas tienen la vocación de evitar cualquier conflicto de intereses que puedan enfrentar los funcionarios en el ejercicio de su cargo. En efecto, tal como dispone el reglamento de cita, la incompatibilidad se entiende como la “prohibición para el ejercicio del cargo, con el fin de salvaguardar los principios éticos que regentan el ejercicio de la función pública, evitar los conflictos de intereses y que el interés particular afecte la realización de los fines públicos a que está destinada la actividad de la Administración Pública”(inciso 23 del artículo 1º). _

_En este contexto, el legislador ha considerado como una de las herramientas tendientes a fomentar la probidad en la función pública mediante la prevención de conflictos de intereses el disponer que aquellas personas que ocupan los altos cargos enumerados en el artículo 18 arriba transcrito, no desempeñen simultáneamente cargos en juntas directivas de empresas privadas, ni figuren registralmente como sus representantes o apoderados, ni participen en su capital accionario, desde luego, únicamente en caso de que se configure puntualmente alguno de los supuestos contemplados, a saber: _

_a) cuando tales empresas presten servicios a instituciones o a empresas públicas _
_b) cuando, por la naturaleza de su actividad comercial, compitan con instituciones o empresas públicas._ 

_Para el caso del primer supuesto mencionado, se trata de empresas comerciales que presten servicios a instituciones públicas justamente en ejercicio de su libertad de comercio, ya sea mediante un negocio adjudicado después de tramitarse un procedimiento de licitación, o aún cuando los servicios hayan sido contratados en forma directa o por medio de cualquier otro tipo de procedimiento de contratación administrativa. _

Por su parte, la segunda hipótesis cabe ilustrarla mediante el típico ejemplo de la actividad bancaria, en donde en el mercado coexisten y compiten tanto entidades bancarias públicas como privadas, de ahí que la norma sanamente pretende impedir que un directivo de algún banco público a su vez se desempeñe como representante, directivo o participe en el capital accionario de la banca privada, toda vez que, como es evidente, ello lo colocaría con toda claridad en una situación incompatible, dado el conflicto de intereses que significaría servir a ambas entidades que están en franca competencia dentro del mercado, ante lo cual no podría guardar la debida lealtad empresarial hacia ambas entidades a la vez.

La incompatibilidad mencionada en el párrafo anterior surgirá en cualquier hipótesis similar, es decir, cuando a nivel de mercado se produzca una situación de competencia entre una entidad pública y otra privada, respecto de la cual el funcionario se encuentre en la situación prevista por la norma en cuestión.

Así las cosas, y puntualmente en relación con la inquietud planteada, ciertamente quien ocupe un cargo de diputado no puede ejercer simultáneamente la función de representante legal ni ser propietario –en virtud de la titularidad del capital accionario- de una empresa privada que preste servicios a cualquier institución pública, como lo es el Instituto Nacional de Aprendizaje.

Ante dicha situación, la normativa arriba citada establece con toda claridad cuál es el procedimiento a seguir para esos casos, sea acreditar ante la Contraloría General de la República la renuncia al cargo que ocupan en la empresa privada y la correspondiente inscripción registral de su separación, o bien el traspaso del respectivo capital accionario.”

El texto antes indicado y tomado del informe supra citado, es base para contradecir totalmente las aseveraciones del Presidente Ejecutivo del Instituto Nacional de Seguros que ha dado en medios de comunicación, como los externados al Diario Extra los días jueves 20 y viernes 21 de setiembre del año en curso, el cual publicó sendas noticias sobre el tema que nos ocupa en esta denuncia.

Evidentemente, el señor Guillermo Cónstenla trata de evadir y confundir a la opinión pública diciendo que todo se debe a una confusión por una “o” de más en el texto del artículo 37 del reglamento de la Ley Contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito, que según él es una copia textual del artículo No. 18 de dicha ley, cosa que no es asi, pues basta leer el artículo 37 mencionado para entender que se trata de una normativa que le da funcionalidad y aplicabilidad al artículo No. 18 de la ley (estamos adjuntando noticias de Diario Extra en referencia a nuestra denuncia y el pronunciamiento completo de la Procuraduría con respecto a la constitucionalidad del artículo No. 18 de la LCCEIFP ).

PETITORIA

Con fundamento en lo expuesto, solicitamos nuevamente se adjunte este oficio y lo aquí planteado para que sea parte de la investigación administrativa por parte de esta Contraloría General de la República, a fin de determinar si los hechos aquí denunciados resultan ajustados a derecho y si además se ajustan a los principios y normas éticas contenidas en la Ley contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito en la Función Pública y su reglamento, y cualquier otra norma de Ley que se violente.

*PRUEBA: *

1- Copia de Certificación Literal del Registro Nacional de la Razón Social: Equipos de Salud Ocupacional Sociedad Anónima.
2- Copia de oficio No. 09101 de la Contraloría General de la República.
3- Copia de compras realizadas por Instituciones y Empresas Públicas durante el año 2012 a la Empresa Equipos de Salud Ocupacional Sociedad Anónima, datos bajados de la página de la Contraloría General de la República.
4- Copia de pronunciamiento de la Procuraduría General de la República en relación con el expediente de Sala Constitucional No. 11-000926-0007-CO.
5- Noticias de Diario Extra de los días 20 y 21 de setiembre de 2012.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Rafael Ángel Mora Solano
Asesor Político
Secretaría General ANEP

Están vacilando con el Manual de Puestos

San José, martes 25 de setiembre del 2012.

Lic. Mario Zamora Cordero, Ministro de Gobernación y Policía y de Seguridad Pública
Lic. Francisco Marín Monge, Viceministro de la Presidencia para sectores sociales
Sus despachos

Honorables y respetados señores

La presente misiva es para, en primer término, saludarles con respeto, de parte de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).

Una vez más, como reiteradamente lo venimos haciendo hasta ya bastante tiempo, deseamos plantear ante vuestras ilustres autoridades político-ministeriales, la gran preocupación que tenemos con relación al tema del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZA PÚBLICA; de lo cual hemos dejado constancia de ello en diversos espacios (televisión, periódicos, etc.) a los cuales hemos acudido y a través de los cuales hemos informado tanto al personal de base del Ministerio de Seguridad Pública, como a los respectivos jerarcas de ese ministerio, así como a la propia Casa Presidencial, y a la ciudadanía, en general.

En reiteradas ocasiones hemos enviado cartas, así como hemos asistido a constantes reuniones en Casa Presidencial solicitando información del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZA PÚBLICA; así como buscando colaborar para ver de qué manera se hace realidad el mismo lo más rápidamente posible.

Sin embargo, a la fecha no hemos recibido más que un poco de palabrerías por parte de Casa Presidencial y de la propia cartera de Seguridad Pública que, incluso, se contradicen de forma bastante ridícula. Por ejemplo, en una reunión en Casa Presidencial, el señor Viceministro de Seguridad Pública, don Celso Gamboa Sánchez (a quien respetamos mucho), manifestó que “el MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA ya está terminado”, lo cual nos sorprendió; y, además agregó que “la señora Xiomara Rojas de SITECO lo sabe y ella participa constantemente en reuniones sobre el tema del Manual”, lo que nos sorprendió aún más.

La ridiculez estriba en que la propia Casa Presidencial, supuestamente, había solicitado información a las jerarquías ministeriales y con lo que dijo don Celso, ellos quedaron, como se dice popularmente, “detrás del palo”, y de alguna forma quedaron expuestos ante a representación de la ANEP casi que como “mentirosos”; pues se evidenció la falta de control político que existe desde Casa Presidencial para con Seguridad Pública, así como se hizo evidente la falta de respeto desde el Ministerio de Seguridad para con ellos, la Casa Presidencial.

Lo anterior lo planteamos debido a que, después, don Celso se retiró de la reunión y acto seguido ingresó la persona que en ese momento era la Directora de Recursos Humanos, doña Floribeth Castillo Canales, y manifestó que el MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA para nada estaba terminado y que el mismo estaba un poco lejos de finalizarse; ¿entonces cómo es el asunto?

Ahora bien, existen muchas expectativas dentro del personal de base acerca del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA y para nadie es un secreto que el punto máximo de interés es el tema salarial, el cual actualmente es bastante bajo y que comparado con los mandos medios y altos existe una diferencia abismal, lo que ha venido calando profundo, de manera negativa, en el sentir de las personas del personal de base de la Fuerza Pública.

Este no es un tema del cual se puede estar “vacilando”. Es un tema que para nosotros como organización responsable que somos, es muy serio y al cual siempre le hemos dado el manejo adecuado; sin embargo, da pena pensar que para las autoridades del Gobierno y del ministerio no sea así, o al menos esa es la impresión que han creado.

Hace unos días atrás empezamos a recibir llamadas de afiliados de diferentes partes del país que nos informaban acerca de la visita que estarían realizando, en conjunto, el Director de la Escuela de Policía, señor Erick Lacayo Rojas, junto con la señora Xiomara Rojas Sánchez, de SITECO; visitas en las que ambos estarían manifestando que andaban juntos trabajando el tema MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA y que SITECO era quien lo estaba impulsando”.

Esto nos da para creer más firmemente en nuestra tesis de que, al parecer, a las autoridades ministeriales y de Gobierno, les incomoda el accionar decente, ético, responsable, beligerante, propositivo, de constante lucha en pro de los derechos de los trabajadores y de las trabajadores (derechos que, por cierto, son constantemente violentados en este ministerio), etc., que practica nuestra organización sindical; debido a que es conocido por todos y por todas que es la ANEP, la institución laboral que desde hace varios años viene dando la lucha en pro del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA.

Es bueno recordar que esta lucha llegó al mismísimo nivel de la Presidencia de la República al término de la gestión gubernativa anterior y continuó en esta en el mismo nivel. Es bueno recordar que esta lucha forma parte un proceso integral de reivindicación ante la sociedad de lo que significa ser servidor público en materia de Seguridad Ciudadana y en sus distintos cuerpos policiales, dentro de los cuales, el de la Fuerza Pública es el más numeroso.

Igualmente, se nos motiva, también, para reflexionar acerca de qué intereses puedan existir al excluir a la ANEP de tal proceso; o bien, cuál es la razón de que no contemos con el “beneplácito” institucional, con el “visto bueno” jerárquico, dado que es bien sabida por el país la independencia político-partidista de la ANEP y no nos interesa quedar bien con “patroncito”, aunque sí con las legítimas bases laborales quienes son, a fin de cuentas, lo que vale cuando la lucha sindical es genuina, no calculadora; cuando la lucha sindical es legítima, no espuria; cuando la lucha sindical es de verdad, no de mentirillas; cuando la lucha sindical es para la gente, no por encima de la gente.

Solamente bajo este prisma, podemos comprender cómo ha habido una perversa resistencia institucional en la Fuerza Pública, tratando de impedir a toda costa el ejercicio de los derechos constitucionales y legales en materia de Libertad Sindical, que son en asistirle al compañero oficial de la Fuerza Pública, don Máinor Anchía Angulo; actual integrante de la Junta Directiva Nacional (JDN), de la ANEP y pese a que ya tiene un año de haber sido electo democráticamente, a la fecha no ha podido asumir sus funciones de representación sindical de los derechos de las personas trabajadoras afiliadas a la ANEP en la Fuerza Pública y a todo su personal, en general.

Denunciamos que en ello han mediado maniobras inconfesables pues pareciera que la incorporación plena de este servidor a la labor sindical de la ANEP resulta “amenazante” para un statu quo acostumbrado a la componenda y al servilismo sindical. Igualmente, debemos denunciar la diversidad de obstáculos que impiden el desarrollo organizacional de la ANEP en la Fuerza Pública, pues tenemos grandes dificultades para organización de filiales, capacitación, seminarios, talleres y otros eventos de formación sindical con perspectiva cívica valorando la especificidad estratégica del servicio de la Fuerza Pública en la búsqueda de la estabilidad democrática.

Por todo lo anterior, solicitamos con el debido respeto que como autoridades legítimas se merecen; pero, a la vez exigirles, con vehemencia, como representantes de los trabajadores y de las trabajadoras del Ministerio de Seguridad Pública, la totalidad de la información acerca del estado real y actual del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZA PÚBLICA; así como demandamos una contundente a la legítima interrogante de por qué no se ha implementado a la fecha.

¿Acaso el deliberado y malintencionado retraso en la implementación del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA tiene que ver con que a algunas jerarquías no les sirve que se implemente el mismo; a raíz de la competitividad amenazante que se generaría para los puestos de medios y altos mandos que, actualmente, son ocupados por un selecto grupo?

Para muchos es conocido que existen muchas personas que están como rasos y poseen títulos de profesionales (incluso con grado de licenciatura), en carreras afines con las funciones policiales y con los años que estipula la ley para ostentar los mandos superiores: ó, ¿acaso es que ya está concluido y no hay presupuesto económico para su implementación?

Igualmente, es altamente notorio que los bajos salarios que se paga al personal de base de la Fuerza Pública, es un enorme obstáculo para llenar todas las plazas vacantes que existen, como bien ha sido dado a conocer, mediáticamente hablando.

Finalmente, al amparo del artículo 27 de la Constitución Política de Costa Rica y del 32 de la Ley de Jurisdicción Constitucional, solicitamos a vuestras ilustres autoridades las respuestas de rigor.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Walter Quesada Fernández
Secretario General Adjunto

Luis Diego Alfaro Méndez
Sociólogo-Responsable ANEP-MSP
Unidad de Desarrollo Organizacional (UDO)

El proyecto de país del Presidente Mora y del General Cañas

• Palabras ante el busto del Libertador y Héroe Nacional don Juan Rafael Mora en el Cementerio General de San José. 2 de octubre de 2012.

Siglo y medio más dos años se cumplen del magnicidio perpetrado por el Gobierno de Costa Rica contra el Padre de la Patria, don Juan Rafael Mora, y contra su hermano, el general don José María Cañas. Aquel doble crimen de Estado –consecuencia del odio elevado a política oficial–, no solo nos avergüenza aún sino que carga de oprobio, producto de ese pavoroso pecado original, a los insensatos que persisten en detractar la memoria de los mártires de Puntarenas.

«Nosotros, que fusilamos a Mora y Cañas, creo que ni siquiera viviendo como los habitantes de Argos en Las Moscas de Sartre repararíamos ese crimen», se desahogaba el filósofo Roberto Murillo. En esa obra de teatro, cuyo tema es el crimen y la venganza, la infeliz gente estaba anclada en un pasado de remordimiento por el crimen imperdonable que caía como carroña de generación en generación. En aquel pueblo vestido de luto, reinaba la Sombra. Las golosas e insaciables moscas eran las Erinias de la mitología griega, representaciones de la venganza, cada vez más gordas pues se alimentaban de la angustia y de la culpa de la gente.

Mas, como nada queda oculto entre cielo y tierra, las señoras y los señores diputados respondieron positivamente al llamado de los pueblos, clamor sustentado en la verdad real desvelada y publicada como cosecha de los tiempos, iniciativa que supo canalizar La Tertulia del 56. Fue así como el Poder Legislativo proclamó, por Ley de la República, Libertador y Héroe Nacional al Capitán General don Juan Rafael Mora. Queda pendiente la responsabilidad histórica de dar su justo sitio al general Cañas con el título de Héroe de la América Central, personificación de la fraternidad costarricense-salvadoreña y encarnación de la solidaridad militante de los luchadores por la libertad, la justicia y la paz. Las efigies de ambos héroes lucirán radiantes en la Plaza Costa Rica que se construye cerca de la Cancillería salvadoreña, por iniciativa de nuestra embajada con el apoyo del Gobierno de esa nación hermana.

Mora y Cañas se vincularon por el matrimonio del general con una hermana del presidente. Se ligaron en el servicio público, gobernante el uno y ministro el otro. Juntos combatieron con las armas y derrotaron militarmente al expansionismo esclavista. De consuno, masticaron el amargo pan del destierro. Asociados, emprendieron obras públicas y el cultivo extensivo del cafeto en suelo extraño. El destino hizo, en fin, que sus dos nombres hoy sean uno solo en el espíritu patriótico, a resultas de aquella tragedia acaecida en los arenales del Pacífico. «La tumba de los Mora y Cañas tu proteges», cantamos desde nuestra infancia al tricolor nacional, en un hermoso himno que celebra «las glorias siempre vivas de honor y de lealtad» conquistadas en la Guerra Patria de 1856 y 1857 triunfante sobre «la banda bucanera».

Esta congregación cívica en el camposanto de San José, donde reposan los restos mortales de los héroes y mártires de la Segunda Independencia Nacional, es ocasión adecuada para reflexionar sobre la actualidad y el porvenir de la patria prodigada por ellos, como valientes conductores militares y políticos que fueron del pueblo alzado en defensa a muerte del terruño propio. Porque lo nuestro no es adoración impensada, como esparce por ahí la maledicencia deshonesta, sino estudio a conciencia de las lecciones de sus vidas, enseñanzas vigentes a plenitud en esta aurora del siglo XXI. He aquí cinco consideraciones.

1. El Presidente Mora y el general Cañas entregaron su existencia en combate por la dignidad de las personas y la libertad humana. La guerra fue una cruzada santa contra el restablecimiento de la esclavitud en el Istmo, el más bárbaro método de explotación del hombre por el hombre. La trata de personas y la explotación humana en diversas modalidades son, desdichadamente, amarga realidad todavía hoy. La libertad activa por la que bregaron estos dos patricios, es el libre albedrío que nos permite emprender cualquier actividad lícita y benéfica. Los obstáculos a la libertad se multiplican, sin embargo, en circunstancias perversas. En Estados Unidos se estima a los presidentes Mora y Lincoln como hermanos de ideales en la lucha contra la esclavitud; ayer nomás, La Tertulia del 56 recibió este mensaje: «La Abraham Lincoln Association os saluda en este día especial dedicado a rememorar la vida y los logros de Juan Rafael Mora. Vivan Mora y Lincoln». Ser leales a los héroes que aquí invocamos no significa ser devotos de sus cenizas sino de la llama que los consumía en el cumplimiento del deber para con sus semejantes.

2. La inequidad y la desigualdad imperan. La producción es un proceso social, mientras que la acumulación es un proceso individual. En años recientes, la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen se amplía, en lugar de reducirse. El Presidente Mora propugnaba por una ética del progreso centrado en la persona, consustancial a la concordia de la solidaridad como valor fundante de la costarriqueñidad. El progreso, ahora llamado desarrollo, resulta de alianzas público-privadas entre un Estado estratégico y un sector productivo pujante. El avance institucional, el dinamismo económico y la conducción política permitían, en palabras suyas, «el bienestar social que se disfruta en el país, donde la nivelación de las fortunas permite que el rico propietario, el artesano y el labrador, gocen en diversas escalas de las comodidades y de los placeres domésticos».

3. La tragedia de Centroamérica reside en que de cada provincia surgió una república en vez de haberse forjado una nación única o de haberse consolidado una federación de Estados. Los pueblos de la antigua Capitanía General se aliaron en un haz de voluntades para expectorar al filibusterismo invasor. Brilló por corto lapso el sol de la unión de las cinco hermanas separadas, tan necesaria hoy como ayer en el propósito de enfrentar juntas las asechanzas de las potencias hegemónicas. Separados valemos poco, coaligados seremos fuertes. La voz del Presidente Mora resuena como el clarín: «La unión es la fuerza y la independencia. Así arraigaremos la paz, la justicia y el progreso en el interior; así obtendremos simpatías y respetabilidad para con las grandes naciones que hoy nos miran con desdén, lástima o desprecio. Prescindamos de lo pequeño, fútil y ominoso: consagrémonos a lo que es honroso, útil y grande».

4. Convocado a combatir por «la independencia hispanoamericana», el pueblo organizado en ejército lo siguió a los campos de batalla. ¿Cuáles eran para el joven país los frutos de la reciente emancipación de España? En concepto del Presidente Mora, gobernarnos por nuestras propias leyes, mantener por nosotros mismos la paz y el orden social, propender al engrandecimiento de la nación por medio del trabajo, productor de la riqueza pública. En meses recientes se ha intentado sustituir la fecha del 15 de setiembre, cuando lo realmente importante es aprehender el significado de la independencia y ejercerla a cabalidad ante la mundialización. Mora y Cañas sabían de corazón el valor de la independencia y estuvieron dispuestos a la oblación de sus vidas por ella, en bien de sus hijos y de sus descendientes que somos todos sus conciudadanos.

5. Los héroes que nos dieron patria tenían un proyecto de país. Soñaron, diseñaron y echaron las bases de una república democrática que, con el decurso de las décadas y las centurias, crecería fecunda. Este suelo independiente, libre y soberano que pisamos, en el cual enterramos a nuestros abuelos y padres, en el que han nacido los hijos y nietos nuestros, es legado de los mayores que derramaron su sangre y sacrificaron su vida para que nosotros podamos realizar nuestras potencialidades personales, comunitarias, nacionales. La Costa Rica de 2012, con sus fortalezas y falencias, no es fruto del acaso sino producto del trabajo de generaciones y generaciones. Ahora nos corresponde plantar las raíces del porvenir en el humus fértil de nuestra heredad.

Nos reunimos ante el busto de don Juan Rafael Mora y la tumba de don José María Cañas, a honrar su memoria, a reconocer nuevamente su ofrenda vital, a comprometernos para ser cada día herederos honorables de su valentía, de su generosidad, de sus virtudes cívicas y de su patriotismo.

Cierro mis palabras con un poema que esa dama de la pluma quien es doña Marjorie Ross escribiera para sus nietos:

La tierra debió abrirse
y el cielo caer en cruz
sobre los montes
cuando te asesinaron
don Juan Rafael
Juanito
don Juanito
el sutil velo
de la patria
se rasgó para siempre
con tu muerte gigante
contemplo tu huella
gotea tu sangre
aún húmeda en la arena
en gritos de batalla
enrojece el San Juan
por Santa Rosa enhiesta
Rivas reconquistada
Granada la que fue
tiene memoria la patria
presidente capitán
un sol de siglo y medio
no ha logrado secar
tu savia en El Estero
estás vivo en manglares
y humedales
tu verbo redentor
habita por siempre
las venas de los justos
los niños y las niñas
de este trémulo siglo
deben beber tu historia
ceñir tu recuerdo
con banderas
aún te necesitamos
para doblar rodillas invasoras
para atender la vida
sin amos ni señores
Hay que correr la voz:
Juanito vive

(*) Autor de “El lado oculto del Presidente Mora: resonancias de la Guerra Patria contra el filibusterismo de Estados Unidos, 1850-1860” (Eduvisión), editor de “Don Juan Rafael Mora: el proceso parlamentario de su proclamación como Libertador y Héroe Nacional” (EUNED).

Al día de hoy, el nuevo presidente no se eligiría en 2014 sino antes

El mundillo politiquero de estos días se ve muy agitado. Las grandes mayorías del pueblo costarricense se muestran expectantes de la evolución de los acontecimientos en torno a las elecciones presidenciales venidera en nuestro país, misma que están señaladas para el mes de febrero de 2014.

Si las elecciones presidenciales fueran en estos momentos, al día de hoy, muchas personas piensan que este asunto no se decidiría como corresponde constitucionalmente; es decir, que más bien podría ser en la convención del partido oficialista, Liberación Nacional (PLN), señalada para abril del año entrante, 2013, cuándo podría quedar “sembrado” en la silla presidencial el que la gane.

En esta colectividad electorera, que no necesariamente es de orden político-partidario, sus ya conocidos precandidatos se mueven agitadamente, de manera abierta y/o de manera encubierta, a toda prisa, como inspirados en ese refrán popular que dice que “el que pestañea, pierde”.

Pareciera que todos ellos han tomado debida nota del “archipiélago” opositor, lleno de islas e islotes partidistas, cuasipartidistas, personalistas y, en algunos minúsculos casos, hasta “ideológicos”.

Todos “anti” pero ninguno “pro”. ¿_”Anti”_ qué? Pues antiliberacionistas. ¿Por qué ninguno “pro”? Pues ese “pro” debería ser a favor de una articulación político-social que pese a que ha demostrado su enorme potencial de alternativa a la hegemonía neoliberal dominante; no encuentra un sendero de confluencia para presentarle a la gente algo nuevo, distinto, rompedor del tejido político vigente que, a pesar de las roturas que muestra en muchos ámbitos, la tijera demoledora que sería un proyecto político de otro tipo, está desafilada, herrumbrada, atorada por los personalismos y por los protagonismos de todo tipo.

Esos personalismos y esos protagonismos como lo hemos venido indicando, con dolor y con frustración, generaron siete candidaturas antineoliberales de las nueve que, en total, se presentaron en las elecciones presidenciales del 2010.

Esas siete pudieron haber sido una y así, quizás, haber alcanzado, al menos, el Poder Ejecutivo con perspectiva progresista distinta a la del neoliberalismo excluyente y corrupto.

Si no se presentan grandes cambios en la conducta de quienes, electoralmente hablando, aspiran llevar a Costa Rica por otra ruta distinta a la neoliberal; la “alternativa” de una unidad electoral de “oposición” a Liberación Nacional, en estos momentos, parece tan imposible como la pretensión de sacarle una lágrima a una piedra.

A pesar de que hay grandes ámbitos de confluencia para una propuesta unitaria, el partido de Juan debe entender que debe juntarse con el de Pedro; que estos dos deben agruparse con el de María y que el de ella misma, al igual que el de Pedro y el de Juan, renuncien a aspiraciones y protagonismos personalistas a fin de que alguien (hombre o mujer), con la confianza general, encabece una papeleta distinta para las elecciones presidenciales del 2014.

Si se siguen dando las divisiones intrapartidos, las corrientes partidarias que se agarran del pelo en asambleas de “cuatro gatos”, las peleas personalistas serruchapisos entre quienes antes compartieron objetivos, los postulados relegados pese a que eran la base sólida de lo supuestamente “nuevo”; se facilitan las posibilidades de un nuevo gobierno del Partido Liberación Nacional (PLN).

Ahora bien, sabemos que hay cualquier cantidad de gente de bien y de grupos cívicos que, con esperanza alentadora, están trabajando durísimo para configurar una alternativa electoral bajo la concepción de que es más lo que une que lo que separa en el campo del civismo y de lo popular. Saludamos tales esfuerzos.

El PLN arrastra tal déficit político en la práctica de sus principios históricos que ya no pareciera tener posibilidades de redimirse y recuperar los legados de figuras egregias que le sustentaron en sus orígenes; como el mismo don Pepe o don Rodrigo Facio Brenes, citando solamente dos de esas personalidades conformantes de la otrora Costa Rica de las clases medidas.

La plata, el poder del dinero, el capital, ese que nunca apuesta a perder, tiene el panorama suficientemente claro.

Las multimillonarias cantidades que ya se gastan en propaganda en el seno de las precandidaturas liberacionistas (mismas que indican, con todo cinismo, que no tienen porqué revelar de qué lugar o personas viene tanto dinero); son un indicador clarísimo de que ese capital ya decidió cuál partido ganará las elecciones presidenciales del 2014, restándole solamente ponerle el rostro que se imprimirá en la boleta de votación.

En el caso del partido del oficialismo en el Gobierno, pese a que hemos escuchado algunas autocríticas de parte de ciertas de las mencionadas precandidaturas acerca de que el PLN debe “volver por sus fueros”; no creemos que ni aún la más “sensible” de ellas pueda romper con los vínculos de hormigón que unen, en esencia, hoy en día, la hegemonía dominante de ese partido con el capital neoliberal.

Por todo ello es que pensamos que desde el ámbito de la lucha social en la que militamos, en cualquier escenario electoral que se dé, la perspectiva estratégica es la construcción social desde abajo para que emerja un nuevo sujeto político.

En cualquiera de los dos casos (gobierno liberacionista o coalición progresista), la tarea cívica es la potenciación, nuevamente, de un poderoso bloque de resistencia cívica que, de una manera u otra, se prepare para un nuevo período gubernativo de signo neoliberal ó que diga no tenerlo.

Creemos que la esperanza en la construcción social “desde abajo” tiene grandes posibilidades desde la gran masa ciudadana que sí tiene una clara conciencia de Patria, de Nación.

Muchas de las respuestas que buscamos están en el pensamiento de los y de las costarricenses que antaño nutrieron lo que generó nuestra particular forma de ser y de organizarnos como sociedad, que tanto fama le dio a Costa Rica más allá de sus fronteras.

Por eso, entre otras tareas de los que quisiéramos aventurarnos en la construcción “desde abajo”, hacia el nuevo sujeto político que ocupamos, está en irnos al pensamiento de ilustres costarricenses como don Juan Rafael Mora Porras, don Juanito, cuyo injusto fusilamiento, hace 152 años, hemos estado evocando por estos días.

Aniversario del fusilamiento de don Juanito Mora y el General José María Cañas

San José, 30 set 2012 (CP) – Ambos hombres forman parte de la historia de Costa Rica, por lo que jamás serán olvidados. Fueron personajes claves en defender el suelo patrio, expulsando de Nicaragua a los filibusteros norteamericanos. Juanito Mora fue fusilado en Puntarenas el 30 de setiembre de 1860 y José María Cañas el 02 de octubre del mismo año.

En el año 1859 José María Montealegre Fernández llegó a la presidencia por medio de un golpe militar que dio al gobierno de don Juan Rafael Mora Porras, tratando muy duramente a los partidarios de Mora. Este se organizó junto con su cuñado José María Cañas e invadió el país desde El Salvador, donde habían sido exiliados, en 1860 con el fin de retomar el poder. Desafortunadamente en ese atrevido intento ambos fracasaron, fueron tomados presos y fusilados, don Juanito el 30 de setiembre de 1860 a las tres de la tarde, caía acribillado frente a un árbol de jobo. Él aceptó su ejecución con la condición de que ninguno de sus colaboradores fueran asesinados, pero los golpistas Francisco Iglesias y José María Montealegre mancillaron la palabra y el honor empeñado, ya que dos días más tarde, el 2 de octubre fusilaron a José María Cañas, tiñéndose así el arenoso suelo puntarenense con la sangre valiente de estos héroes y enlutando a la patria para siempre.

Insatisfechos los golpistas dejaron lo cadáveres tirados para que la multitud sedienta de venganza lanzaran los cuerpos al mar y fueran devorados por los tiburones. Gracias al cónsul francés Juan Jacobo Bonnefil se encargó de sepultarlos en el rústico cementerio del estero, años más tarde fueron exhumados los restos y entregados a sus deudos para que los sepultaran en el cementerio General de San José.

Cuenta la historia que quienes tuvieron a cargo la ejecución de don Juanito, lo hicieron con el dedo en el gatillo y lágrimas en sus rostros, ya que sentían gran cariño por don Juanito. Se dice también que don Juanito pidió como su último deseo que le permitieran a él dirigir su propia ejecución, sus deseos fueron cumplidos.

En 1895 el presidente de entonces, Rafael Iglesias Castro, colocó sobre el pecho de Camilo Mora, hijo de don Juan Rafael Mora Porras, una medalla interpretando los sentimientos de los centroamericanos en justo tributo a la memoria de Mora y Cañas. El 18 de setiembre de 1918 se levantó en Puntarenas, lugar donde fueron fusilados un monumento pro Mora y Cañas. En 1957 la Asamblea Legislativa los declara a ambos “Defensores de la Patria” y en el 2010 declararó a Juanito Mora “Héroe Nacional”.
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Aquel trágico setiembre

Luko Hilje Q.
luko@ice.co.cr

Alocución en el acto de homenaje del sábado 29 de setiembre, en el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, a nuestros héroes y mártires Mora y Cañas, en el 152 aniversario de su fusilamiento.

Para un lector inadvertido, y sobre todo poco más de siglo y medio después, la siguiente noticia aparecida en la sección Movimiento marítimo de la Gaceta Oficial de Costa Rica del 22 de agosto de 1859, quizás no represente mayor cosa:

“Agosto 19. Vapor Norte-americano Guatemala, a cargo de su Capitán John M. Dow con destino a San José de Guatemala y puertos intermedios, despachado por los señores Crisanto Medina y Compañía: llevando parte del cargamento que trajo, y de pasajeros a los señores Don Juan Rafael Mora, D. José María Cañas, D. José J. Mora, D. Manuel Argüello, D. Roderico Toledo, D. Joaquín Marcoleta, P. Domingo Rivas, D. Manuel García, D. Manuel Castell, D. Jesús Brenes, Remigio Garro, Joaquín González y Luis Pagés”.

Pareciera un simple viaje, uno más de la travesía usual que hacía el capitán John Melmoth Dow entre Panamá y Guatemala, como alto empleado de la Pacific Steamship Mail Company (Mala del Pacífico), así como también uno más de los muchos viajes efectuados por don Juan Rafael Mora, como comerciante exportador de café e importador de telas y otros bienes, con los que abastecía su céntrica tienda citadina.

¡Pero no! Este era un viaje signado por la angustia, el dolor y la tragedia. En realidad, era el principio del fin de la vida de aquel hombre que menos de cuatro meses antes, el 8 de mayo, había asumido por tercera vez la Presidencia de la República, así como el gran conductor y héroe innegable de la Guerra Patria, que culminara con la derrota del ejército filibustero comandado por William Walker.

Partía hacia el exilio, a El Salvador, país natal de su cuñado Cañas, gobernado entonces por el general Gerardo Barrios, amigo de ambos. Además de Cañas, lo acompañaba su hermano José Joaquín, así como su sobrino y casi hijo Manuel Argüello Mora, abogado y escritor, de 26 años entonces. Los demás viajeros iban en ese buque por coincidencia, incluyendo al sacerdote Domingo Rivas Salvatierra, quien años después sería rector de la Universidad de Santo Tomás.

Cuando uno revisa la prensa de esos días, capta que había una especie de “calma chicha”, es decir, esa sospechosa quietud del aire marino que antecede a la tormenta. Por ejemplo, en la edición del 13 de agosto, el periódico Crónica de Costa Rica contenía la primera parte del reglamento del Protomedicato de Costa Rica embrión del Colegio de Médicos, proyecto impulsado con denuedo por don Juanito. Asimismo, aparecían algunos comunicados judiciales suscritos por Argüello, en su condición de Juez Civil y de Comercio. Transcurrido ese sábado de atardecer de tertulia y tranquilo reposo en familia, ambos irían a descansar, sin imaginar que, antes de que despuntara el alba del nuevo día, sus destinos cambiarían para siempre, de manera cruda e irreversible.

En efecto, al ser las tres y media de la madrugada del domingo 14 de agosto, en su casa, ubicada pocos metros al oeste de la Plaza Principal, en la actual Avenida Segunda, don Juanito fue despertado de súbito por el militar Sotero Rodríguez y una escolta, para que, con su respetada presencia, fuera a sofocar una supuesta revuelta en el Cuartel de Artillería, donde hoy está el Mercado Central. Se medio mudó con celeridad y, al indagar más, de repente fue empujado hacia la calle y conducido a dicho cuartel, como prisionero. Al llegar ahí, lo esperaba el coronel Lorenzo Salazar Alvarado, artífice del golpe de Estado junto con el mayor Máximo Blanco Rodríguez, otrora militares de su confianza y destacados combatientes en la Campaña Nacional.

Temiendo un masiva reacción popular, puñal en mano Alvarado advirtió a don Juanito, ya encerrado éste en un calabozo como cualquier delincuente, que si alguien intentaba rescatarlo, perforaría su pecho con el puñal. Como si eso no fuera intimidación, agresión y violencia, avanzado el día el nuevo presidente José María Montealegre, cuñado de don Juanito, expresaba: “Demos gracias al Todo Poderoso porque se ha dignado cambiar nuestra situación sin violencia, sin que se haya derramado una sola gota de sangre, sin que haya ardido una sola ceba de fusil”.

Para aumentar su volumen de retórica frívola, a continuación manifestaba que “preciso es reconocer los importantes servicios y dar las más expresivas muestras de gratitud a los valientes y honrados militares, muy particularmente a los heroicos Jefes D. Lorenzo Salazar y D. Máximo Blanco”. ¿Valientes? ¿Honrados? ¿Heroicos? Poco tiempo después se habló de que hubo paga de por medio. Ellos dos y Rodríguez recibieron 15.000 pesos, en una época en que el presidente de la República ganaba si acaso 250 pesos mensuales; al parecer, este monto fue aportado por prominentes individuos, entre quienes figuraron los ingleses Eduardo Joy, hermano de la segunda esposa de Montealegre, y Eduardo Allpress, yerno del empresario y político Vicente Aguilar Cubero, ex-socio comercial y enemigo jurado de don Juanito.

Ese mismo día don Juanito fue trasladado a la oficina que ocupaba en el Palacio Nacional, mientras que Argüello permanecía también custodiado en una sala contigua, junto con el ex vicepresidente Rafael G. Escalante Nava.

Anunciado el decreto de deportación desde el propio día 14, ya el 16 partían don Juanito y Argüello hacia Puntarenas. Tal era el temor del gobierno golpista de que fueran rescatados, que los vigilaba una escolta de diez oficiales y cien soldados, comandados por el coronel colombiano Prudencio Blanco. A esa fatídica caravana del destierro, que debió atravesar los escarpados Montes del Aguacate en plena época lluviosa durante dos o tres días, se unirían en Puntarenas los otros dos desterrados, Cañas y José Joaquín Mora.

El día 19, procedente de la ciudad de Panamá y tras fondear en Boca Chica, Chiriquí, subía el gran vapor Guatemala, de 1500 toneladas y con una tripulación de 43 hombres, más unos pocos pasajeros, entre quienes figuraban el alemán Juan Barth, otrora director de la Casa de la Moneda, y el respetado abogado colombiano Miguel Macaya de la Esquina. Debe haber sido muy grande la sorpresa de ellos, así como de su capitán, a quien le correspondería transportar hacia el exilio a aquel estadista amigo, al que años atrás incluso había regalado un catalejo que éste usara en la batalla de Rivas y de quien también conservaba una fotografía en sus archivos personales.

Así que Dow, que para entonces frisaba los 33 años de edad, debió atestiguar la lacerante pena que embargaba a tan desolado ser humano, doliente de alejarse de la costa del amado terruño donde quedaban su esposa Inés y cinco hijos, el más pequeño, Camilo, con menos de dos meses de nacido. Es decir, el héroe libertador de su patria y de Centro América, de 46 años de edad entonces, partía ahora humillado y degradado por los militares a sueldo de la oligarquía.

Sin embargo, hombre de temple y principios, se resistía a abdicar y, entre el vaivén del buque y el salado olor de la brisa marina, más la mirada fija en el litoral que le era ahora arrebatado, ahí mismo pidió papel y escribió una carta dirigida a los ministros y cónsules extranjeros acreditados ante los gobiernos de la región, en la cual denunciaba lo acontecido y reclamaba sus derechos en su condición de “por la Constitución, Presidente legítimo de la República de Costa-Rica”. Tres días después, al caer la tarde, ya frente al puerto de La Unión, hizo lo propio, en una misiva remitida al presidente Barrios.

Nunca dejó de sentirse el legítimo Presidente de la República de Costa Rica, como lo era. Y fue por ello que, aunque ya con su familia allá, más otros allegados, se involucró en el desarrollo de la actividad cafetalera en El Salvador para lo cual el gobierno local le arrendó varios miles de hectáreas de tierras estatales, el retorno era demasiado tentador.

Quienes lo conocían bien, sabían esto, y se valieron de ello para tenderle una trampa. En cierto momento, poco más de un año después de su derrocamiento, algunos partidarios lo persuadieron de que las condiciones estaban maduras para retomar el poder y que debía desembarcar en Puntarenas el 15 de setiembre de 1860, fecha conmemorativa de la independencia de Centro América. Pero, más que esto, intentaban provocar en él un sentimiento de culpa.

En efecto, en esos días había fondeado en Puntarenas el vapor Columbus, por lo que se convirtió en el portador de una carta tajante para don Juanito y Cañas, a quienes se advertía que el alzamiento en Puntarenas y otras ciudades ocurriría en la citada fecha y que “no esperamos que se nieguen a ayudarnos con sus personas; pero si así fuere, le quedará a Mora y Cañas el remordimiento de habernos abandonado. No se trata, pues, de deliberar si vienen o no. Deben venir precisamente a vuelta de vapor”. Es decir, no podían negarse a venir a Costa Rica. Recibieron y leyeron la carta, la discutieron, organizaron algunos asuntos con urgencia y, cuando al regresar de Guatemala el Columbus atracó en El Salvador, lo tomaron, junto con unos pocos partidarios más.

No había tiempo que perder pero, por el rígido itinerario del vapor, era imposible arribar al país el 15 de setiembre. Llegaron dos días después, cuando ya la sublevación había tomado fuerza y las huestes moristas importantes posiciones. Sin embargo, algunos traidores habían delatado los planes de los alzados en armas, y el gobierno actuó con presteza y capacidad de fuego para abortar la insurrección.

Pronto empezó la cuenta regresiva, sin posibilidad de levantamientos en San José ni Alajuela, y con unos pocos insurgentes literalmente atrapados en la estrecha lengüeta que es Puntarenas. Ahí llegó un contingente de más de mil hombres, comandado por Máximo Blanco, que en poco tiempo abatió a los moristas en el río Barranca y también en la trinchera instalada en La Angostura, que no resultó ser lo inexpugnable que se suponía.

Los combates fueron cruentos, aunque no hubo tantos muertos como se ha pensado siempre. Un informe del alemán Alexander von Frantzius, médico de las tropas gubernamentales el cual descubrí recientemente, revela que hubo 59 heridos y 45 muertos, para un total de 104 víctimas. A ellos se sumarían don Juanito y Cañas, más el chileno Ignacio Arancibia, líder de la insurrección, fusilado junto con don Juanito.

Esos fusilamientos son los que 152 años después conmemoramos hoy, 30 de setiembre, en relación con don Juanito y Arancibia, más el 2 de octubre, cuando el valiente e imperturbable Cañas cayó tras fumar su último cigarrillo bajo aquel inmenso y generoso árbol de jobo. Un trozo de dicho árbol está depositado en este Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, como testigo mudo de la barbarie de esos días. Y es cierto que su corteza, albura y duramen fueron perforadas por las balas que poco antes atravesaron los cuerpos de esos héroes, como lo podemos constatar hoy. Pero en los fustes de este y los otros jobos vecinos también resonaron y rebotaron, ya quedas, las firmes voces de don Juanito y Cañas, cuando ellos mismos profirieron la orden de “¡Fuego!” para que los turbados fusileros accionaran los gatillos de sus armas.

Ese sí fue un acto de auténtica valentía, propio de hombres superiores, y no de sobornados militarotes. Fueron las mismas valentía, reciedumbre y entereza que nos condujeron a las victorias de Santa Rosa, Rivas y el río San Juan, para preservar nuestra libertad y soberanía. ¡Ejemplo sempiterno que aún duele a algunos espíritus mezquinos, dentro y fuera de nuestras fronteras, pero que tanto alienta a los patriotas genuinos!

En plena congruencia con esto, de don Juanito, es oportuno relatar algunas otras evidencias de su coraje y sus agallas. Por ejemplo, siendo nuestro Presidente, no le importó exponerse al peligro al viajar hacia Guanacaste y Rivas como Capitán General del Ejército y, cuando las circunstancias lo demandaron, hasta empuñó las armas en esta última ciudad, como uno más de nuestros combatientes. Asimismo, un ejemplo de su impavidez ante la muerte aparece en una carta poco conocida, dirigida a su amigo Richard Farrer, empresario y cónsul de Inglaterra en Puntarenas.

En efecto, ya derrotadas las fuerzas insurgentes en La Angostura, la propia noche del 28 de setiembre don Juanito buscó refugio en casa de Farrer, procurando la protección conferida a esa sede diplomática pero, timorato, éste se la negó, por lo que él debió marcharse. Sin embargo, en la madrugada del domingo 30 de setiembre, en un momento en que Farrer se dirigió a la cocina, narró que, “cuando menos lo pensaba di una vuelta repentina y me encontré cara a cara con Juanito Mora”. Macilento, parecía un espectro, víctima de dos días de ayuno. “Quiero que Ud. me salve”, le imploró. Pero Farrer más bien lo persuadió para que se entregara y le ofreció algo de comer, “pero no pudo tomar más que un poco de vino con agua”, según lo relató el cónsul en un revelador diario escrito en esos días.

A las seis de la mañana ya había aceptado ser inmolado. Y, pactada su entrega y presencia en el patíbulo para las tres de la tarde, pidió papel y una pluma para escribir tres cartas. Una de cuatro pliegos, realmente desgarradora, para su amada Inés, una breve para su hermano Miguel y sus cuñados José Antonio Chamorro Gutiérrez y Manuel Joaquín Gutiérrez Peñamonge, y otra más, casi telegráfica, para el cónsul Farrer, acerca de un trámite pendiente con terrenos que le había vendido. Al final, le dice: “Le pido mil perdones a Ud.. y a su señora por el susto que les di con mi aparición en su casa, y a haber sabido tal cosa no me habría presentado en ella, pues los peligros no me asustan”.

Este último aserto parece contradictorio con lo expresado por el comisario gubernamental Francisco María Iglesias, ante quien aceptó ser fusilado, con tal de que no mataran a ninguno de sus partidarios, lo que después no sería respetado. En efecto, en un informe para Vicente Aguilar, Ministro de Guerra y Marina, Iglesias consignó que “Juan Mora murió con dignidad y valor; al principio temía yo que éste le faltara, pues pedía la vida a cualquier precio y la idea de morir le aterrorizaba. Pero tan luego como se convenció de que todo era inútil y que debía morir, fue recobrando poco a poco serenidad y calma”.

Es obvio que el tristemente célebre Iglesias, carente de la estatura ética que le sobraba a don Juanito, no entendió bien con quién hablaba. Ya había dicho éste que “los peligros no me asustan”, en plena concordancia con lo expresado a su hermano y sus cuñados: “Estoy sentenciado a muerte y tengo poco tiempo que perder. Les ruego cuiden de mi Inesita y de mis hijos. No temo el lance; que venga la muerte, que es el término de las desgracias mundanas. Solo me aterra recordar la suerte de mi Inesita e hijos, desterrados de su país y huérfanos”. Y en su carta a doña Inés, de entrada nomás decía: “Te dirijo esta despedida en los últimos momentos de la vida, son terribles; pero nada temo, solo me inquieta la triste situación en que quedas viuda, pobre, en el destierro y cargada de hijos”, para más adelante reafirmar sus sentimientos: “No puedes figurarte lo indiferente que me es morir, solo siento la muerte por ti y por mis hijos”.

El estremecedor cierre de esa carta, que culmina con la expresión “Adiós, Adiós, y Adiós a mis hijos. Tuyo, tuyo hasta el último momento”, no es una muestra de pusilanimidad, sino más bien la inequívoca confirmación de cuán doliente y desesperado se sentía ese esposo enamorado y padre amoroso, de lo cual dio fehacientes y abundantes muestras a lo largo de su vida, no solo con sus hijos, sino que también con los sobrinos huérfanos que crió, así como con sus hermanos, por los que como primogénito que fue debió velar cuando murieron sus progenitores don Camilo y doña Ana Benita.

¡Qué estirpe esa, ya desvanecida, para desgracia de la patria! Por eso, cuando evoco a don Juanito me es imposible no recordar el poema intitulado “¿Dónde se habrán ido?”, del extinto escritor argentino Jorge Luis Borges, cuando pregunta de manera reiterada: “¿Dónde están los que salieron / a libertar las naciones? / ¿Dónde están los que a la guerra / marchaban en batallones? / ¿Dónde están los que morían / en otras revoluciones?”. Y también “¿Qué fue de tanto animoso? / ¿Qué fue de tanto bizarro? / A todos los gastó el tiempo, / a todos los tapa el barro”. Al final, tan solo para constatar con tristeza que “se acabaron los valientes / y no han dejado semilla”.

De veras, ¡cuánta falta nos hacen hoy su hermano José Joaquín, el general Cañas, y por supuesto usted, don Juanito!

¿Se verá obligada la Policía Penitenciaria a salir a la calle de nuevo?

Antes del próximo lunes 15 de octubre de 2012, se debe depositar en nuestras tarjetas, la plata que nos deben. Si no es así, ese lunes 15 realizaremos el movimiento de presión más grande jamás visto llevado a cabo por la Policía Penitenciaria de Costa Rica.

Nos movilizaremos como nunca antes, si el Gobierno de la República no nos deposita la plata que se nos debe desde hace tres años.

Fueron muchísimos días, muchísimas semanas y muchísimos meses en que la ANEP y su Seccional ANEP – Policía Penitenciaria, lucharon para que se nos pagara la deuda de los nueve meses del año 2009 (enero-setiembre, ambos incluidos); deuda producto de la Revaloración Salarial Extraordinaria que había sido acordada entre el Ministerio de Justicia y Paz y la propia ANEP.

Fue tal el nivel de lucha y la intensidad de la misma que hasta tuvimos que gestionar, contra viento y marea, una ley de la República, que aprobó, finalmente, la Asamblea Legislativa: la Ley No. 9039. Esto ya es una realidad inobjetable y hemos sido extraordinariamente pacientes, tolerantes, responsables.

Entonces, no hay nada más que hablar. Si antes del lunes 15 la plata no está depositada: nos vamos para las calles ese lunes 15.

¡¡¡ALISTÉMONOS!!!

Junta Directiva Seccional ANEP-Policía Penitenciaria
Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados

Acuerdo para negociación colectiva en Belén

ACTA DE COMPARECENCIA

En reunión convocada ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Departamento de Relaciones de Trabajo, al ser las nueve horas treinta minutos del día 01 de octubre de 2012, se presentan por: la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), y por la Municipalidad de Belén y se tiene que:

Manifestación de ambas partes:

La Administración de la Municipalidad de Belén, representada en este acto por el señor Alcalde Municipal, don Horacio Alvarado Bogantes; así como la representación sindical de la ANEP y de la Seccional ANEP – Municipalidad de Belén (cuyos nombres se citan abajo); están de acuerdo en iniciar el proceso de negociación para la suscripción de la Primera Convención Colectiva de Trabajo de la Municipalidad de Belén, con base en las estipulaciones jurídicas vigentes en la materia.

Ambas partes concuerdan en que tal instrumento deberá contemplar un proceso integral de evaluación del desempeño de las personas trabajadoras, de alto diseño técnico y objetivamente aplicable; así como ambas partes acuerdan plantear el tema de eventuales incentivos por productividad regulados convencionalmente. De la misma manera, se explorará las posibilidades de que la opinión de la población usuaria de los servicios de la Municipalidad de Belén, tenga la posibilidad de ser considerada en la evaluación de sus servidores.

La parte sindical se compromete a gestionar eventuales asistencias asesoras en tales materias, de parte de instituciones como el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan) y el propio Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR).

Ambas partes acuerdan, oficialmente, juntarse en esta sede del MTSS, el 7 de noviembre de 2012, a las 9:30 de la mañana; en el entretanto sostendrán encuentros bilaterales para avanzar en el conocimiento del proyecto de convención presentado por la parte sindical y establecer la posición patronal al respecto, para luego, con las eventuales asistencias técnicas, diseñar los contenidos de las aspiraciones citadas arriba.

Las partes quedan debidamente notificadas para la próxima audiencia.

Leído lo anterior firmamos en la ciudad de San José al ser las once horas.

POR EL SINDICATO:

Albino Vargas Barrantes
Secretario General de la ANEP

Iris Cervantes Paniagua
Unidad de Desarrollo Organizacional

Juan Gonzalo Zumbado Zumbado
Presidente, Junta Directiva de la Seccional
ANEP- Municipalidad de Belén

POR LA MUNICIPALIDAD:

Horacio Alvarado Bogantes
Alcalde, Municipalidad de Belén

Sileny Rivera Chang

POR EL MINISTERIO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL

Ivania Navas Quesada
Funcionaria, MTSS

Sindicatos presentarán propuesta salarial el próximo 16 octubre

El Consejo Nacional de Salarios (CNS), entidad adscrita al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), y a la cual la ley le asigna todas las definiciones, generales y particulares, en materia de salarios para quienes laboran en el sector Privado de la economía; ha fijado audiencia a las organizaciones sindicales para las 4 de la tarde, del martes 16 de octubre de 2012, a fin de que éstas den a conocer sus propuestas acerca del aumento en los salarios mínimos que ha de regir para el primer semestre del 2013, aplicable en el indicado sector.

En la ANEP y en la Central Social Juanito Mora Porras (CJSMP), consideramos que la fijación venidera para los salarios mínimos en el sector Privado será crucial, como nunca antes, por las siguientes razones:

Primero: Debemos ser contundentes en señalar que lo que ocurre cada seis meses en este tipo de fijaciones salariales, es un reajuste por costo de vida para compensar las variaciones de la inflación (Índice de Precios al Consumidor, IPC), ocurridas durante el semestre precedente a esa fijación. Por tanto, lo que se da es un reajuste por costo de vida, mismo que en nada incrementa el poder de compra del salario, para nada aumenta el poder adquisitivo del mismo.

Segundo: Esta situación ha prevalecido por incontables número de años al punto de que los más recientes estudios generados desde diversos procesos investigativos, nos indican que en Costa Rica la caída en los salarios reales de la clase trabajadora con empleo formal, está más que demostrada.

Tercero: Distinto es que se dé una elevación sustancial, de carácter general, extraordinaria, por ocasión única, en los niveles generales vigentes de todos los salarios mínimos. Aquí sí habría un aumento de su poder de compra, un aumento sustancial de su capacidad adquisitiva; si en el seno del Consejo Nacional de Salarios (CNS), no solamente se da una discusión integral al respecto que jamás antes se había dado, sino que, se fijara un aumento general en los niveles de los salarios mínimos; no un reajuste por costo de vida, reiteramos, que es lo que viene ocurriendo semestralmente desde hace muchos años. Las organizaciones que representamos, la ANEP y la CSJMP, queremos impulsar la apertura de esta discusión para lo cual, esperamos, lograr más respaldo sindical de parte de otras importantes agrupaciones laborales que tienen relación con la fijación salarial para el sector Privado.

Cuarto: Nuestras agrupaciones, la ANEP y la CSJMP, una vez más, tenemos que plantear que el principal problema nacional que aqueja a nuestra sociedad, es la concentración de la riqueza; por tanto, insistentemente seguiremos luchando para que se den modificaciones estructurales en la política salarial, dado que ésta es uno de los mejores mecanismos para atenuar, desacelerar y hasta revertir ese proceso perverso de diferenciación social como lo es la polarización económica desde la perspectiva del ingreso familiar.

Quinto: Hemos empezado ya a hacer nuestro números, en el marco de la “Metodología para la fijación de salarios mínimos para el sector Privado”; según el acuerdo tripartito adoptado en el seno del Consejo Nacional de Salarios (CNS), el 27 de octubre de 2011. En esencia, se deberá vincular, para establecer la fijación venidera, el aumento en el costo de la vida y el crecimiento de la economía, medido por el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), per cápita. En el primer caso, aumento en el costo de la vida, tal acuerdo indica que se deberá incluir un ajuste por inflación esperada. Por tanto, no será sino hasta en próximos días que, con certeza, se pueda hablar con seriedad y sin demagogia panfletaria, cuál es la pretensión sindical de incremento en los salarios mínimos del sector Privado, que deberán regir desde el 1 de enero de 2013.

Sexto: No hay duda de que la estrechez económica y el estrujamiento del presupuesto familiar, para hogares de ingresos medios y bajos, sigue generando gran tensión social. El desmedido aumento que recientemente se dio en las tarifas del servicio de agua (un 25%, en promedio), descalabró las finanzas familiares. Los anuncios de las alzas que se avecinan en las tarifas de buses y la continuada alza en los combustibles (con repercusiones en las tarifas eléctricas), empobrecen aún más a miles y miles de hogares de la clase trabajadora asalariada que, a pesar de ello, tiene la “suerte” de tener un empleo formal. (Recordemos que, prácticamente, un tercio de la Población Económicamente Activa (PEA) de Costa Rica, casi dos millones de personas, está fuera del mercado laboral formal: casi 650 mil).

Sétimo: Las consecuencias de seguir con una política salarial que no expande el poder de compra del salario, que tan solamente lo reajusta semestralmente, amplía la brecha social; máxime si ya constatamos que en ciertas esferas de la alta tecnocracia político-jerárquica del Estado, así como en los niveles de alta gerencia empresarial y cúpula corporativa de los más connotados negocios privados, los salarios muestran cifras abusivas que ofenden la dignidad de la clase trabajadora. El emblemático caso del salario del Gerente General del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR), de casi 19 millones de colones mensuales (unos 36 mil dólares), mayor que el salario mensual del propio Presidente de los Estados Unidos, nos indica a qué niveles de perversidad se está llegando en Costa Rica en materia de concentración de la riqueza y de extensión de la pobreza.

ANEP felicita al INA por sus olimpiadas

Honorable y respetado señor
Don Olman Bonilla Segura
Presidente Ejecutivo, Instituto Nacional de Aprendizaje (INA)

Respetuosos saludos.

En primer término, deseamos agradecerle por esta vía la gentil invitación que su digna autoridad nos formulara para que participásemos en la ceremonia inaugural de las “Primeras Olimpíadas de Educación Técnica” que se realizan en nuestro país, promovidas por el INA; mismas que buscan (entre otros objetivos, según entendimos), “fomentar la innovación tecnológica y desarrollar el talento de la población estudiantil” que se prepara en el campo de la educación técnica ofrecida por el INA.

Tomamos nota de que este tipo de experiencias se realizan en otros países y que Costa Rica se incorporará en el plano internacional, a eventos competitivos de esta naturaleza.

Como representantes oficiales de la ANEP en tal actividad, a la cual asistimos en compañía del Lic. Freddy Bonilla García, Delegado Sindical Oficial de la ANEP para el INA, queremos dejar constancia explícita de que nos impactó muchísimo conocer de tal esfuerzo institucional al respecto y de las repercusiones positivas que el mismo tendrá en la formación juvenil-estudiantil que el INA ofrece y, a la vez, para un aumento del rol estratético que el INA juega en nuestra sociedad, ofreciendo estas oportunidades de formación técnica a un segmento relevante de nuestra juventud que sin el INA no tendría opción alguna.

En verdad, con honestidad y con sinceridad, queremos expresarles una sincera felicitación, un fuerte reconocimiento y el más sonoro aplauso por tal iniciativa; tanto a usted, en su calidad del máximo jerarca institucional, como al extraordinario grupo de trabajadores y de trabajadoras del INA que, por una razón u otra, intervienen para el desarrollo de tan extraordinaria experiencia.

Como organización sindical responsable y profesional que somos, que está liberada de la cárcel mental del dogmatismo, no tenemos reparo en reconocer según nuestra propia perspectiva, las cosas que se hacen bien desde las esferas gubernamentales y en este caso, las “Primeras Olimpiadas de Educación Técnica” que se realizan en Costa Rica, promovidas y organizadas por el INA, es una acción gubernativa que merece el mayor reconocimiento sin mezquindad alguna.

Así que, don Olman, ¡felicitaciones! y le agradecemos que las haga extensivas al distinguido personal trabajador que le acompaña en tan grande esfuerzo. Servidor atento,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General
Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)
Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP)

En Fonabe no somos ni vagabundos ni ladrones

La seccional de ANEP-FONABE, entidad sindical-laboral que representa los intereses económico-sociales y reivindicativo-laborales de la mayoría del personal del Fondo Nacional de Becas (FONABE), a la luz de aseveraciones que se han transmitido y publicado en diferentes medios de comunicación nacional, queremos manifestar:

FONABE es un órgano de máxima desconcentración, con personería jurídica instrumental, adscrito al Ministerio de Educación Pública, liderado por una junta directiva constituida por representantes de seis instituciones: el Ministerio de Educación Pública (MEP), el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), la Federación de Colegios Profesionales, universidades estatales, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (UCCAEP), y la Procuraduría General de la República.

Cuenta con un escaso recurso humano de apenas 50 funcionarios desde hace quince años para atender la creciente demanda nacional de estudiantes de escasos recursos; personal que a pesar de trabajar nueve horas diarias, no es suficiente para la eficiencia, eficacia, funcionalidad y operatividad del programa en los diferentes procesos que requiere el otorgamiento de becas.

Es de dominio público que, efectivamente, tenemos serios problemas de pago, principalmente por el conflicto entre la Administración con el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR), para el giro oportuno de los recursos dado que no contamos con fondos propios.

La imposibilidad de hacer un buen control y seguimiento se da por diversos factores. Estamos concentrados en San José, lo que significa que debemos desplazarnos a todo el país; no contamos con vehículos ni choferes; pocas giras que se pueden realizar sin poder hacer mayor control; direcciones unipersonales; inadecuada clasificación de los puestos, lo que implica recarga de trabajo para todos los funcionarios en todos los departamentos; no hay contraloría de servicios; hay solamente tres plataformitas que atienden diariamente alrededor de 300 usuarios entre público y centros educativos, sin que contemos con una adecuada infraestructura para dar un mejor servicio frente a la demanda creciente.

En el año 2007, FONABE dejó de utilizar el sistema de becas que venía empleando al desarrollarse una nueva estructura de bases de datos, lo que implicó que durante más de 4 años utilizáramos herramientas caseras, exponiéndonos al error humano. Como consecuencia de ello, se podría desatar una cacería de brujas hacia los funcionarios, sin que medie un adecuado control y responsabilidad de las políticas de gestión de la Administración.

En la actualidad estamos implementando un nuevo sistema integrado de control y pago de las becas y un nuevo modelo de calificación del beneficio que se encuentran en una etapa de estabilización; por ende, se desarrolla el proceso del aprendizaje, de la adaptación y de la capacitación de los funcionarios al nuevo sistema y al nuevo modelo; con lo que esperamos poder responder con mayor eficiencia y eficacia en la actualización, asignación y pago de las becas en un muy corto plazo.

Para este año 2012, a pesar de todas esas limitaciones, y gracias a la colaboración, mística, compromiso y muchos de ellos de sus propios recursos, miles de encargados de becas a través de los comités de becas, organismos auxiliares, miembros de juntas de educación, directores, docentes y padres de familia; hemos logrado beneficiar a más 197.178 estudiantes, en su mayoría niños y niñas de primaria, de 210.455 becas disponibles este año 2012.

Nosotros, el personal de FONABE, reiteramos nuestro compromiso como funcionarios públicos, porque reconocemos el impacto que tiene nuestra labor en la sociedad costarricense, en beneficio de la niñez y la adolescencia de escasos recursos económicos del país, por lo que hacemos un llamado respetuoso a las autoridades competentes y responsables para dotar a nuestra institución de los recursos y herramientas necesarias para mejorar nuestro quehacer por las futuras generaciones de este país. ¡Ni vagabundos, ni ladrones!

Junta Directiva Seccional ANEP-FONABE: William Cambronero Ramírez, Presidente.
Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP): Albino Vargas Barrantes, Secretario General