Carta al Licenciado Marcos Alvarez Pérez, Jefe Interino del Departamento de Contabilidad Social del Banco Central de Costa Rica (BCCR), solicitándole el porcentaje del índice de costo de vida, correspondiente a lo que va del primer semestre de año 20

Estimado señor:

Con el propósito de contar con un documento confiable para negociar el aumento salarial del primer semestre del año en algunas municipalidades del país; con el debido respeto le solicitamos nos brinde el porcentaje del índice de costo de vida, correspondiente a lo que va del primer semestre de año 2004.

Al agradecerle su atención, me suscribo atentamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

—-
c.: Junta Directiva Nacional de ANEP.
c.:Archivo.

Solicitud de audiencia a los regidores y regidoras de la Municipalidad de Alajuela, para tratar el tema del aumento salarial pendiente.

Estimados señores, estimadas señoras:

En primer término, expresamos a ustedes el más atento y respetuoso de nuestros saludos.

Considerando que el señor Alcalde la municipalidad que ustedes representan, Lic. Fabio Molina Rojas, se resiste a atender a los sindicatos y, en consecuencia, a los trabajadores y a las trabajadoras representados por esta agrupación sindical, nos permitimos, con todo respeto, solicitarles audiencia para tratar los asuntos que se detallan en la nota que adjuntamos:

Cabe resaltar que vuestras autoridades recibieron copia de la misma nota, pero desconocemos si fue leída en alguna instancia política y el trámite que le asignaron, si así hubiese ocurrido.

Entendemos que el señor Alcalde Municipal, mantenga su actitud de empresario y de regidor enemigo de los sindicatos cuando ocupó ese puesto, porque esa es su condición de clase (no se nos olvida su actitud en el Concejo, cuando un grupo de alajuelenses lo llevó a ocupar ese puesto antes de hacerlo diputado); pero nos extraña sobremanera que el Concejo, en pleno, avale su actitud de desprecio a sus propios trabajadores y trabajadoras, representados por los sindicatos, sin dignarse a escuchar las quejas de las organizaciones que por mandato constitucional existen en esta municipalidad.

Esperamos que esta vez el honorable Concejo de Alajuela se digne darnos audiencia, para tratar los asuntos que agobian al personal municipal; sobretodo lo referente al reajuste salarial correspondiente al primer semestre del presente año, que el señor Alcalde se comprometió a no atrasarlo (llevamos cuatro meses de atraso), y a ajustarlos en concordancia con el aumento en el costo de vida que dicte el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y el Banco Central de Costa Rica (BCCR).

Para vuestra información, permítanos recordarles que los aumentos salariales que se otorguen en esta municipalidad, deben contar con el aval de los sindicatos firmantes de la Convención Colectiva de Trabajo vigente; para lo cual se debe firmar entre el jerarca y los representantes sindicales, un CONVENIO SIMPLE, instrumento que le permite a la Contraloría General de la República conocer la anuencia de las partes para dar y aceptar el monto del aumento, sin que a la postre se susciten conflictos por disconformidad entre las mismas.

Siendo así, se hace imprescindible la negociación y consecuente firma de ese CONVENIO SIMPLE, como es costumbre en esta municipalidad; de lo contrario y muy a nuestro pesar, estaríamos pidiéndole a la Contraloría General de la República, que no apruebe el próximo presupuesto.

Reiterándoles nuestra petición de audiencia, nos suscribimos atentos.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Oscar Alvarado Jiménez
Presidente UTEMA

—-
c.:Junta Directiva Nacional de la ANEP.
c.:Junta Directiva Sindicato UTEMA.
c.:Junta Directiva Comité Seccional ANEP-Municipalidad de Alajuela.
c.:Trabajadores y trabajadoras de la Municipalidad de Alajuela.
c.:Archivo.

Al que no quiere caldo, ¡dos tazas!

El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos fue, sin lugar a dudas, pésimamente mal negociado por la administración del Presidente Portillo y las de otros gobiernos de la región. Los sectores populares jamás fueron consultados y, en consecuencia, sus intereses y necesidades no forman parte, en absoluto, de la letra ni del espíritu de esta monstruosidad. A pesar de ello, el Congreso de la República, contando con los votos a favor de todas las bancadas de derecha, no dudó en ratificarlo a solicitud del Gobierno de Oscar Berger. De hecho, fue la bancada de la UNE la que propuso que se aprobara de urgencia nacional, evidenciando así su entreguismo y despojándose de su tenue máscara populista.

Pero, para el país y para Centroamérica, allí no termina la tragedia. No bastándole al Gobierno de los Estados Unidos con los términos onerosos que el Tratado establece, ahora quieren imponer una serie de reformas paralelas, como condicionantes a su entrada en vigencia. EE.UU. exige reformas en los temas de la propiedad intelectual, las telecomunicaciones y las leyes laborales, sin olvidar su demanda de combatir los productos pirata.

Los cambios que demandan a la Ley de Propiedad Intelectual, por ejemplo, implican la desaparición de los medicamentos genéricos, con lo cual se condena al pueblo a pagar precios cada vez más caros sólo por la marca de los fármacos que consuma. Se condena, además, a la desaparición de la pequeña y mediana industria nacional procesadora de medicamentos genéricos, y a la clausura de los puestos de comercialización que, como las farmacias comunitarias y otros afines, facilitan el acceso del pueblo a medicinas de bajo costo. Se trata, pues, de un atentado flagrante contra el derecho universal a la salud, al cual nuestro pueblo se niega a renunciar.

Las reformas a esta Ley implican también la criminalización del trabajo de millares de guatemaltecos y guatemaltecas quienes, para sobrevivir precariamente, no han tenido otra opción que dedicarse al comercio informal de DVDs y CDs piratas, a bajo costo para el consumidor. Ya en El Salvador se castiga con cuatro años de cárcel a quienes incurran en ese tipo de delito. Recientemente, un comerciante salvadoreño explicaba a miembros del FNL que, si lo capturan vendiendo un CD, lo condenan a cuatro años de cárcel, pero que si lo capturan robando, la pena será solamente de cuatro meses. “Mejor robo”, concluyó el trabajador informal.

Las modificaciones que Bush y Compañía demandan a la Ley de Propiedad Intelectual afectan de manera directa también al sector constituido por pequeños y medianos productores agropecuarios, por cuanto prohíbe la producción de insumos agrícolas y ganaderos genéricos y obliga, al igual que con las medicinas, a comprar las marcas amparadas por el TLC. Con esta medida paralela, se obliga al cierre de empresas nacionales que producen ese tipo de bienes de bajo costo y se reducen así las posibilidades de competitividad real del productor agrícola nacional ante la agricultura subsidiada de los Estados Unidos.

Por otra parte, las reformas que ahora, de manera adicional, exigen a las leyes reguladoras de las telecomunicaciones, acaban con las miles de radios comunitarias que cubren el país, muchas de ellas surgidas en el marco de los Acuerdos de Paz, y benefician de manera exclusiva a los dueños de las grandes cadenas y frecuencias nacionales e internacionales. Esto permitiría que el control de la información pública quede cada vez más en manos de grupos poderosos quienes han visto, en las radios comunitarias, un obstáculo a sus pretensiones hegemónicas.

Obviamente, estas reformas a los sistemas de telecomunicaciones tienen especial dedicatoria hacia Costa Rica, país que aún conserva la nacionalización en esa esfera de su vida nacional. Aunque en Costa Rica no se ha ratificado el TLC, (y sus organizaciones sindicales y populares, en buena hora, se aprestan para continuar impidiéndolo), desde ya los Estados Unidos están creando condiciones para romper con la presencia estatal tica en ese campo y privatizarlo, como lo han hecho en las demás naciones del istmo. Invitamos a nuestros hermanos costarricenses a que continúen en sus luchas no sólo por impedir la ratificación de este atroz Tratado, sino, además, para impedir que se despoje al pueblo de lo que le pertenece y se entreguen los bienes del Estado al voraz sector privado y a las codiciosas transnacionales.

Las reformas que ahora exige el Gobierno de los EE.UU. contemplan también cambios en las leyes laborales vigentes. Estos cambios se fundamentan en la idea que los pensadores neoliberales denominan pomposamente “flexibilidad laboral”, la cual no es otra cosa más que el fin abrupto de los derechos laborales. Aberraciones como la entronización del “salario por productividad”, la desaparición de los trabajos fijos sustituidos por contratos temporales ausentes de garantías sociales y laborales, el desmantelamiento de las organizaciones gremiales, entre otros efectos afines, interesan sobremanera a los propulsores del Tratado de Libre Comercio.

En síntesis, la administración Bush nos hace recordar a aquel padre de familia, vertical y autoritario quien, en la mesa, amenazaba a sus hijos con la sentencia: “Al que no quiere caldo, ¡dos tazas!”. Nos recetan no sólo una taza de esta amarga medicina (por lo demás, de marca, puesto que en su envoltura se lee claramente, y en letras mayúsculas, “made in USA”), sino que, para colmos, la complementan con otra taza tan espesa, oscura, ingrata y dañina como la primera.

Ante semejantes atropellos y pretensiones, las organizaciones populares, los gremios de trabajadores, los diversos movimientos sociales, tenemos la obligación ética de tomarnos la palabra. No sólo debemos rechazar estas nuevas imposiciones, sino que debemos darle continuidad a la lucha en contra del TLC y de su implementación.

Esa no es, como pretenden presentarlo los medios de prensa, una batalla perdida. En absoluto. Queda mucho por hacerse. Quedan terrenos por recorrerse. Hay que abrir nuevos espacios de lucha y hay que dar las batallas que correspondan, con las armas que facultan los tiempos de paz.

Por ello, el FNL ha conformado una comisión de alto nivel, integrada por juristas de reconocido prestigio y compromiso con el pueblo, como Don Alfonso Bauer Páiz, Ramón Cadena, Augusto Willensen, Antonio Mosquera y otros, quienes se han dedicado con esmero a preparar un recurso de inconstitucionalidad que pone en evidencia el amplio conjunto de puntos en los cuales el Tratado de Libre Comercio resulta violatorio de lo que establecen la Constitución Política de la República y las leyes vigentes. Este recurso será introducido ante la Corte de Constitucionalidad el próximo Viernes 24 de Febrero, justo dentro de un mes, en el marco de una masiva marcha nacional de repudio al TLC. Desde ya tenemos que ir creando las condiciones para hacer de esa fecha un imponente día de lucha a favor del futuro, en pro de los niños y niñas a quienes el TLC amenaza con destrozarles su porvenir.

Invitamos a todas las organizaciones a cerrar filas ante estas nuevas imposiciones y a darle continuidad a la lucha en contra de las anteriores. Será con nuestra presión y nuestra decidida presencia que saldremos airosos ante este nuevo desafío.

¡Basta ya! ¡¡La lucha sigue!!

Guatemala, 24 de Enero del 2006

Posición de la Asamblea de la Escuela de Antropología y Sociología, Universidad de Costa Rica, con respecto al Tratado de Libre Comercio, entre Estados Unidos y Costa Rica

Diversos sectores económicos, políticos, sociales, incluidos los académicos, haciendo uso de su derecho ciudadano a fijar posición respecto a este tema, han realizado jornadas de reflexión y análisis de los documentos oficiales del tratado y han difundido a través de diversos medios, su posición con respecto a este tema.

La Asamblea de la Escuela de Antropología y Sociología de la Universidad de Costa Rica reunida el 26 de octubre del 2005, a propósito de la decisión del Presidente de la República de enviar el TLC a conocimiento de la Asamblea Legislativa, consciente de la importancia que reviste este tratado para el futuro del país, realizó un análisis de esta discusión y acordó por unanimidad, manifestar ante la comunidad universitaria y nacional la siguiente posición:

1. Reconocemos que el mundo, en general, atraviesa por un momento de grandes transformaciones en los planos económico, social, político y cultural.

2. Creemos indispensable que ante tan profundos cambios, nuestro país realice un análisis serio y profundo de su desarrollo pasado y reciente, sus fortalezas y debilidades, así como de las oportunidades que en este nuevo contexto se le abren para enfrentar los principales desafíos actuales y futuros. Esa búsqueda y definición debe tomar en consideración, de manera especial, aspectos que le han permitido a nuestro país disfrutar de un mejor desempeño social, caracterizado por una mayor integración social y menor desigualdad que muchos países de la región centroamericana y del Caribe.

3. El TLC-EUCARD profundiza el estilo de desarrollo que ha seguido el país durante los últimos 25 años. Este desarrollo ha llevado a una gran diversificación de las exportaciones y aumento de la inversión extranjera. No obstante , no podemos afirmar que los agobiantes problemas sociales, como la pobreza y el desempleo, estén en vías de solución . Al respecto debemos señalar que existe una clara evidencia de que hoy somos un país con más pobres y desempleados/as que hace tres décadas.

4. El estilo de desarrollo que ha seguido el país en las últimas dos décadas y media ha debilitado de forma significativa los ingresos y las potestades del Estado Costarricense, que fue un elemento decisivo en los resultados sociales positivos de la segunda mitad del siglo XX.

5. Asimismo, expresamos nuestra preocupación, sobre los posibles roces constitucionales y legales que implicaría la aprobación del TLC, tal y como lo han venido haciendo notar y justificando diversos especialistas en derecho constitucional.

6. El TLC no constituye, ni sustituye a una agenda de desarrollo de Costa Rica. Tal agenda, cuya elaboración es urgente, debe elaborarse integrando en forma congruente los logros históricos de solidaridad y equidad social alcanzados por la democracia costarricense. Al respecto debe destacarse que el mismo informe de la comisión de notables dice: “el TLC no implica automáticamente una disminución de la pobreza o un incremento del empleo. Estos cambios van mucho más allá del TLC y dependen más bien del fortalecimiento de la institucionalidad y del desarrollo de mecanismos solidarios.” Asimismo este informe dice: “El país debe asumir un conjunto de decisiones cruciales para su futuro. Más allá de la aprobación o no del Tratado, estas decisiones deben tomarse de inmediato. La llamada Agenda Complementaria del TLC, tal y como fue remitida a la Asamblea Legislativa, es un conjunto de medidas que esta Comisión, si bien reconoce como importantes, considera insuficientes ante los retos del desarrollo nacional.”

7. Con base en las consideraciones anteriores es urgente que el país discuta y decida cuál debe ser el modelo de desarrollo que retome el camino de combinar el crecimiento económico con equidad y sostenibilidad.

Tomando en cuenta los aspectos mencionados, consideramos inconveniente que nuestro país ratifique la firma de este tratado, por las razones siguientes:

El TLC-EUCARD redefine y limita las potestades del Estado costarricense determinando su desarrollo. El tratado impone decisiones sobre aspectos que internamente la población costarricense ha rechazado, de manera sistemática, entre los que se puede señalar la apertura de algunos servicios públicos, como sucede con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y el Instituto Nacional de Seguros. Asimismo obliga a expandir la legislación en el campo de la propiedad intelectual a través del ingreso al Convenio de UPOV (que había sido archivado por la Asamblea Legislativa) y la expansión a la protección de las patentes para medicamentos. Finalmente, genera normas y procedimientos de protección para los inversionistas extranjeros en detrimento de las potestades del Estado.

Con el TLC, los pequeños y medianos productores nacionales quedan desprotegidos y en condiciones de gran vulnerabilidad económica y social. Con la apertura comercial que el tratado impulsa, esta Asamblea anticipa que esos sectores productivos quedarán librados a su propia suerte, lo que implicará su ruina económica. Lo que el país necesita son políticas específicamente orientadas a su promoción y fortalecimiento, tales como transferencia de tecnología, capacitación, acceso a crédito y apoyo en infraestructura y servicios, como lo señala el informe de la Comisión de Notables.

El TLC-EUCARD no es garantía de un incremento del empleo. Las inversiones que se ubiquen en nuestro país no necesariamente generarán suficientes puestos de trabajo, ni siquiera para compensar el desempleo que se derive del desplazamiento de mano de obra que se producirá, como resultado del cierre de cientos de empresas medianas y pequeñas que operan localmente y que sirven de sustento a miles de familias costarricenses. El tratado no ofrece ninguna garantía de que las ganancias de tales inversiones, se reinvertirán nuevamente en el país para ampliar la estructura del empleo, y que no sean repatriadas a su país de origen, como es la estrategia que muy a menudo siguen las empresas internacionales.

Con el TLC, podemos prever una mayor concentración del capital en manos de las empresas que actualmente exportan a los Estados Unidos, y que son mayormente grandes firmas de capital extranjero.

Finalmente, y resumiendo las inquietudes anteriores, es importante que nos hagamos la pregunta de si realmente el actual proceso de apertura comercial impulsado desde los años ochenta, promoviendo entre otras cosas la liberalización comercial y financiera, la atracción de inversiones extranjeras, la privatización y debilitamiento de algunas áreas de acción del Estado, está contribuyendo al desarrollo del país

Estos puntos, nos llevan a concluir que NO debe aprobarse el actual texto del TLC-EUCARD. La Asamblea de la Escuela de Antropología y Sociología hace un llamado a los diversos sectores para trabajar en la elaboración de un proyecto de desarrollo nacional que siente las bases para una Costa Rica más próspera y con mayor justicia social y equidad.

Tal y como lo manda el Estatuto Orgánico de la Universidad de Costa Rica, de contribuir siempre con un desarrollo económico y social, justo y equitativo, creemos que este acuerdo no le conviene al país y que, por el contrario, será causante de más desigualdades y tensiones sociales, y de mayores problemas para nuestra población.

Para su información:

M.Sc. Mayra Achío Tacsan, Directora,
Escuela de Antropología y Sociología

Dr. Luis Bernardo Villalobos Solano, Coordinador,
Programa de Investigación en Políticas de Salud, Escuela de Salud Pública,
lbvillal@cariari.ucr.ac.cr

Universidad de Costa Rica

www.ucr.ac.cr

Noviembre de 2005.

Por qué decimos No a la ratificación del TLC entre Estados Unidos Centroamérica y Republica Dominicana

Después de un amplio debate entre diversos sectores, con argumentos tanto a favor como en contra, hacemos público nuestro convencimiento de que el texto actual del TLC entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana no debe ser ratificado.

Estamos a favor de un proceso de negociación comercial en las Américas que sea muy cuidadoso de las grandes asimetrías o desigualdades de los países. Estamos a favor de un proceso gradual, que asuma la globalización de la solidaridad y no consagre la insostenible situación actual de miseria y pobreza masivas. Estamos a favor de un proceso de integración y pactos económicos y políticos entre los países de América Latina y el Caribe, que nos haga más fuertes para poder negociar con Canadá y los Estados Unidos, así como con la Unión Europea y Japón. Estamos a favor de negociaciones globales en la OMC, que adopten un punto de vista equitativo.

El CAFTA + RD trata de la liberalización y de los derechos de las inversiones extranjeras directas, que son especialmente las de las empresas transnacionales y del capital financiero. Además trata de los derechos de la propiedad intelectual, de la liberalización de las compras gubernamentales, de profundizar la privatización de los servicios públicos, del libre paso y el derecho al trabajo de los ejecutivos y técnicos de empresas. Pero no se ofrece ninguna propuesta al fenómeno global de los trabajadores migratorios: libre paso, trabajadores temporales, trabajadores indocumentados en EEUU, entre otros.

Además, la resolución de las controversias entre los Estados y las empresas queda en manos de paneles de arbitraje internacionales cuyos miembros serán nombrados por la OMC o el BM. Pero la resolución de las controversias laborales no se somete a la OIT ni tampoco se someten las controversias medioambientales al Protocolo de Kyoto, sólo porque EE.UU. no lo firmó.

Centroamérica puede exportar a los EE.UU. azúcar, textiles o ropa, gracias a los privilegios concedidos en la Iniciativa de la Cuenca del Caribe o en el Sistema General de Preferencias. Y ha tenido que negociar el TLC con el riesgo de perder esos privilegios si la negociación no se consumaba. C.A. ha tenido que abrir sus mercados a los granos asiáticos que producen los EE.UU. mientras esta misma nación no ha aceptado negociar la disminución o supresión de los subsidios a la producción y la exportación de estos granos básicos. El CAFTA mantiene las barreras aduaneras no arancelarias (sanitarias y fitosanitarias) y C.A. se encuentra en situación de inferioridad tecnológica para cumplir con ellas. A todas éstas se añaden hoy las imprevisibles barreras antiterroristas.

Este no es el camino. Los Estados centroamericanos deben dotarse de leyes antidumping (contra los precios artificialmente bajos), que protejan su agricultura y fortalezcan la soberanía alimentaria, impidiendo la competencia desleal, en el mercado, de alimentos subsidiados con los producidos sólo con el sudor del campesinado.

No es negociable la concesión de la producción y de la distribución de medicamentos genéricos y su competencia en el mercado con los de marca, porque la salud y la vida de las personas están por encima de los derechos de patente de las trasnacionales químicas, biogénicas y farmacéuticas.

Cualquier TLC tiene que negociarse con vistas al libre paso de trabajadores, a los derechos de migración y a la mejora de la situación de trabajadores migrantes. Para que las personas no tengan necesidad de emigrar, los Estados más desarrollados deben poner al servicio de los menos desarrollados la tecnología que permita producir en forma más eficiente y eficaz, y capacitarlos para usarla. La transferencia de tecnología y el concatenamiento de las inversiones con resto de la economía de nuestros países deberían ser requisitos normales exigidos por los Estados.

No se puede aceptar el presupuesto doctrinario no declarado de los TLC que el Estado debe intervenir poniéndose al servicio no del bien común sino de las empresas trasnacionales y de sus inversiones. Con la Doctrina social de la Iglesia pensamos que también en el nuevo capitalismo de hoy “es deber del Estado proveer a la defensa y tutela de los bienes colectivos, como son el ambiente natural y el ambiente humano, cuya salvaguardia no puede estar asegurada por los simples mecanismos del mercado… Existen necesidades colectivas y cualitativas que no pueden ser satisfechas mediante los mecanismos del mercado (y) escapan a su lógica; hay bienes que por su naturaleza, no se pueden ni se deben vender o comprar” (Juan Pablo II en Centesimus Annus, 1991). El agua, la salud, la seguridad alimentaria, el medio ambiente, la educación, la seguridad social y las pensiones y jubilaciones son algunos de esos bienes colectivos.

Los Estados centroamericanos podrán negociar mejor si apoyan la estrategia de integrar a la América Latina y, desde la fuerza de la unidad, negociar con los EE.UU. y el resto del mundo en la OMC. El CAFTA + RD puede aun no ser ratificado y ser impugnado como inconstitucional. Por ello, nos unimos a muchos otros sectores centroamericanos para hacer más fuerte el NO y para que fortalezcamos la unidad de los pueblos en torno a hacer realidad el sueño de que “otro mundo es posible”.

Publicado en La Prensa Gráfica de El Salvador, el 15 de diciembre de 2004

UPA Nacional: ¿A quién beneficia el TLC?

1. Durante los últimos 30 años de apertura comercial Costa Rica aumentó sus exportaciones desde $ 1000 hasta $6000 millones de dólares anuales.

Y también aumentó la miseria, nos empobrecimos todos, se formaron más precarios, se llenó todo de basura, aumentaron los huecos en las calles, aumentó la delincuencia, se deterioraron las escuelas, desmejoró el cuidado de la salud, se abandonó más al agricultor pequeño productor de alimentos, aumentó la importación de alimentos subsidiados, y aumentó la ingobernabilidad y el descontento. Solo se beneficiaron unos pocos. Los mismos opilados de siempre.

2. Los beneficiarios del TLC (industriales de exportación, maquilas, financistas, vendedores de publicidad, y algunos agro exportadores no tradicionales) le dicen al pueblo que habrá 500,000 nuevos empleos, pero no nos dicen en qué. Le dicen que si el TLC no pasa perderemos el mercado americano, pero no le dicen que el 80% de las inversiones para exportar a ese mercado son americanas y no lo perderán. Ni que nuestra exportación a los EEUU ya está protegida por la ley americana. Le dicen que la agricultura de exportación ampliará su mercado, pero no le dicen la cantidad de barreras no arancelarias que deberán superar para alcanzar el precio justo.

3. Los Beneficiarios del TLC dicen a los agricultores que de todos modos lo que se va a importar sin aranceles no se produce aquí. Pero no le dicen que todo eso se producía aquí apenas hace 20 años y lo arruinaron importando excedentes subsidiados. Ni que ya solo producimos la mitad de lo que nos comemos. Ni que con este TLC tendremos que dejar de producir esa mitad también porque no se puede competir con productos subsidiados. Ni que eso no es libre mercado. Ni que destruirá nuestra Seguridad Alimentaria para beneficiar a unos pocos comerciantes ricachones.

4. Los Beneficiarios del TLC nos dicen que sin él se arruinará la maquila que emplea aquí a 30,000 costureras. Pero no nos dicen que esa maquila recibe aquí subsidios. Ni que de todos modos esa maquila se arruinará porque no podrá competir con los textiles chinos.

5. Los Beneficiarios de este TLC tampoco nos dicen que lleva a la privatización total de la C.C.S.S que están haciendo solapadamente desde hace 30 años para pasarle el negocio a sus clínicas privadas. Ni que eso encarecerá la medicina. Ni que por el mismo camino van las escuelas, las prisiones, las telecomunicaciones, los seguros, y los servicios bancarios. Ni que ellos son socios en todo el negocio.

UPA Nacional
3 de octubre del 2005

Sin TLC ¿Qué hacer?

Muchos se preocupan y se preguntan que hacer si no firmamos el TLC, que futuro tenemos ante esta situación, la respuesta es paciencia y acción porque:

1- Debemos tomar en consideración la situación actual del país en donde mas del 80% de nuestras exportaciones no se ven afectadas por el tratado (50% es a otros mercados y el 30% es a USA pero no dependen de un régimen especial) solo el 20% se vería afectado si nos quitan el programa de la Cuenca del Caribe aun cuando un alto porcentaje quedarían con aranceles inferiores al 5%.

2- Nos informan que la iniciativa de la Cuenca del Caribe seguiría funcionando hasta enero del 2008, lo cual nos da dos años para comprobar, con los otros países de Centroamérica que si firmaron, las consecuencias negativas o positivas de este, sin poner en riesgo nuestras exportaciones y empleo.

3- Mas del 70% de los empleos directos que se generan en el país son para actividades económicas y servicios dirigidos a satisfacer las necesidades de mercado interno de los 4.4 millones de personas que vivimos en el país. Contamos con un país que no tiene una situación critica de desempleo y subempleo, aun dando trabajo a mas de 200.000 extranjeros

4- Por la forma en que operan los tratados, cada país nuevo que acepte un tratado obtendrá como mínimo lo que logro el último país que firmo ese convenio, en este caso con USA, esto quiere decir que entre mas tarde se firme un tratado mayores oportunidades hay de conseguir mejores negociaciones.

5- Muchos otros países, especialmente del cono Sudamericano no están satisfechos con la propuesta norteamericana en cuanto a agricultura subsidiada, propiedad intelectual, inversiones, etc., lo cual esta llevando a la formación de bloques con mas músculo, con los cuales podríamos aliarnos en el futuro y entrar con una negociación con USA mucho mejor a la actual.

También debemos de tomar en consideración algunas de nuestras fortalezas, tales como:

1- Somos un país con un gran futuro (siempre y cuando mantengamos la paz social) no solo por la calidad de nuestras gentes y por los servicios que ofrecemos, sino por nuestras condiciones naturales, que nos permiten en un mundo en donde el principal reto es el agotamiento de las fuentes energéticas, la escasez de agua y la contaminación ambiental, tener un país con una Biodiversidad terrena y marina formidable.

2- Tenemos una posición geográfica excelente, y además un clima que no constituye como imprescindibles la calefacción ni el aire acondicionado.

3- Poseemos más de la cuarta parte del territorio en áreas de conservación, como Parques, reservas forestales y áreas protegidas lo que se constituye en una envidiable fabrica de agua y aire, que son y serán los recursos mas apreciados en los años venideros y para muchos su escasez motivo de conflictos militares.

4- Autosuficiencia en la producción de energía eléctrica confuentes renovables y limpias.

5- Bellezas naturales relacionadas a nuestras playas, zonas rurales y parques nacionales constituyéndose el Turismo en el mayor aportador sectorial de divisas, y este no depende de la existencia del TLC; la historia lo demuestra así: España con un 15% de los habitantes de USA tiene mas turismo que este aun desde la época en que no era parte del Mercado Común Europeo. El Turismo tiene que ver más con la estabilidad social necesaria para disfrutar un país que con un TLC.

6- Producción de un alto porcentaje de los alimentos que consumimos y una creciente orientación hacia la agricultura orgánica amigable con el ambiente y con la salud.

7- Existencia de un desarrollo Rural que podemos mejorar aún más si seguimos el ejemplo de la estructura social y económica de comunidades como Llano Grande de Cartago o Zarcero, para lo cual no necesitamos importar modelos.

Sumando todas estas fortalezas, y otras mas que los ticos conocemos, nos llevan a pensar que tenemos suficientes motivos para sentir confianza en el futuro y que muchos desearían disponer de las bondades de este país Si logramos mantener la paz social, fortalecer la democracia participativa, y una propuesta costarricense e inclusiva de país, no tenemos por que tener temor.

Trabajemos por mejorar la Educación, la salud, la infraestructura, la distribución del ingreso etc., como lo recomiendan los notables para volvernos más competitivos ante la apertura y globalización y como parte de ello, ante los TLCs presentes y futuros.

Recuperemos la vía costarricense que convirtió a este país en pionero y ejemplo, podemos decirle al mundo que aun insertos en la Globalización, vamos a decidir que país queremos, y que podemos recuperar el prestigio de volver a ser un marco de referencia para los demás países del planeta.

Ronald Solís Bolaños
Vicepresidente Cámara de Empresarios Pro Costa Rica
28 de setiembre del 2005

Informe completo de la Junta de Notables sobre el TLC

Preámbulo

Esta Comisión, cumpliendo con el encargo del Señor Presidente de la República, presenta este Informe de estudio del Tratado de Libre Comercio suscrito entre los países centroamericanos, República Dominicana y los Estados Unidos.

El Informe es producto de un intenso trabajo y presenta múltiples consideraciones sobre un instrumento complejo y diverso. No puede
entonces tomarse por partes, ni ser citado en secciones fuera del contexto general. Al igual que el instrumento objeto de estudio, debe ser considerado y ponderado en su totalidad.

No se ha pretendido resolver en definitiva el debate generado sobre el TLC. Constituye el presente Informe, en ese sentido, una opinión fundamentada que busca contribuir a la toma de conciencia y de decisiones por parte de las instancias correspondientes, así como al mejor entendimiento del Tratado por parte de la ciudadanía.

Los miembros de la Comisión, emiten este Informe conscientes de que proviene de un grupo de personas que no tiene formación profesional en asuntos de comercio; que hasta el momento de ser llamados a formar parte de la Comisión no habían tenido ninguna participación directa ni un interés personal en el TLC más que el de ciudadanos responsables. No son ni empresarios, ni funcionarios públicos cuyo trabajo se relaciona al Tratado, ni pertenecen a organizaciones políticas, sindicales o civiles que por razones propias de su quehacer han dedicado tiempo, esfuerzos y han participado activamente en el análisis y definición de posiciones respecto al mismo. No representan los intereses de ninguno de estos grupos, interesados u opuestos a la aprobación del Tratado.

El trabajo fue realizado a petición del Presidente de la República. Se hizo por razones de conciencia y de responsabilidad como ciudadanos costarricenses que colaboran de manera desinteresada, en un asunto de vital importancia para el país. Se ofrecen opiniones, elementos de juicio y criterios que pueden contribuir a aclarar puntos importantes en la discusión del Tratado, para beneficio de quienes les corresponde decidir sobre su aprobación, y de los costarricenses justamente interesados y preocupados por el tema y por comprender mejor, en términos generales, este complejo asunto.

El trabajo se ha hecho a título personal, en un período de dos meses, en forma totalmente ad honorem, al tiempo que los miembros de la Comisión cumplen obligaciones propias de los cargos en las instituciones en que laboran.

Resultados de la Encuesta de la Universidad de Costa Rica sobre el TLC

“Investigadores del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica realizaron un sondeo telefónico para conocer la opinión de los ciudadanos sobre temas relacionados con el Tratado de Libre Comercio (TLC). Indagaron a los y las entrevistadas sobre:

¿Qué saben las personas sobre el TLC? ¿Qué temas identifican? ¿Qué aspectos positivos y qué aspectos negativos?

¿Qué opinan de la información que reciben, tanto del gobierno como de los medios de comunicación colectiva?

¿Piensan que todos ganamos, que todos perdemos o que habrá ganadores y perdedores? ¿Quiénes piensan que ganan?¿quiénes piensan que pierden?

¿Cuál es su balance sobre el TLC? Si de ellos y ellas dependiera: ¿lo aprobarían, lo renegociarían o lo rechazarían?

¿Cómo y cuándo debe decidirse sobre el TLC? ¿en la Asamblea Legislativa o a través de referéndum? ¿en este gobierno o el próximo?”

Algunos resultados relevantes son los siguientes:

El 86% de las personas estima que TLC producirá ganadores y perdedores, el 2% estima que todos seremos perdedores, y el 10% que todos seremos ganadores.

En general las personas identifican a los ganadores con los sectores sociales económica y políticamente fuertes, “los de arriba”, en tanto que visualizan como los perdedores a los sectores “bajos” de la sociedad: los pobres, los campesinos.

El 47% estima que el TLC es bueno, y el 43% estima que el TLC es malo o regular.

A las personas entrevistadas se les preguntó si de ellos dependiera: ¿aprobarían, renegociarían o rechazarían el TLC? La opinión mayoritaria, afirma que lo renegociaría (43%) en tanto que, poco más de una cuarta parte (27%) lo aprobaría. Un 15% lo rechazaría.

Finalmente, una gran mayoría (el 70%) de más de dos terceras partes de las personas consultadas opinan que el país debe decidir sobre el TLC por medio de una consulta popular o referéndum, en tanto que sólo un 20% piensa que debe ser decidido en la Asamblea Legislativa.

SI DESEA CONOCER EL DETALLE DE LA ENCUESTA ESCRÍBANOS A
respuestas@anep.or.cr
O VISITE LA PÁGINA DEL INSTITUTO DE
INVESTIGACIONES SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA:
http://iis.ucr.ac.cr/pagWeb/principal/index.php

San José, 20 de setiembre de 2005.