Sabemos que en 1853 durante su gobierno se realizaron grandes obras de infraestructura, como la Universidad de Santo Tomás, el Palacio Nacional y muchas otras, entre ellas destaca la carretera de Cartago a Puntarenas, cuya intención fue acelerar el desarrollo del país, por estas razones en Guanacaste todas las municipalidades y personas destacadas y las fuerzas vivas solicitaron al Congreso el nombre de Moracia para la provincia y el de Liberia para la cabecera, esa solicitud fue aprobada por el decreto XIV del 29 de mayo de 1854, pero el Gobierno de Montealegre lo dejó sin efecto, claro lo ahogaba la maldita envidia.
En 1856 y 57 en la campaña contra los invasores y traidores de la época, los filibusteros, usted junto a un puñado de costarricenses lograron expulsar aquella gavilla de bergantes que pretendían adueñarse de nuestro suelo, gracias a su digno actuar en abril de 1858 se ratificó el Tratado Cañas-Jerez que fijó los límites entre Costa Rica y Nicaragua.
Le cuento que ciento cincuenta y dos años después de su muerte la patria que usted tanto amó y los tratados limítrofes del norte fueron irrespetados por el vecino país, por cosas del destino, nuestro país está siendo gobernado por una mujer y ella ha puesto empeño en rendirle homenaje a su persona y a todos los humildes hombres y mujeres que han contribuido en el desarrollo de esta nación, la idea es construir una carretera en el norte cerca de la frontera y el río San Juan, la que llevará su nombre.
Todos los ciudadanos estábamos felices, pues todo venía marchando muy bien, pero nos informa la prensa que por cierto viene haciendo una magnífica labor a favor de la decencia nacional, que en la construcción de la carretera surgieron unos malos costarricenses y se pasearon en los sueños e ilusiones de miles de mujeres y hombres de esos que con manos callosas y sombrero de lona, como los que ofrendaron su vida en la lucha contra los corruptos filibusteros. Don Juanito, el país está viviendo una grave crisis de valores algunos piensan que la lujuria y el dinero es la principal fuente de vida. Don Juanito, viera cómo anda la cosa en los partidos políticos, la platica no les alcanza, ¡pobrecitos!, pero no todo está tan mal. Hemos tenido algunos presidentes que han hecho cosas buenas.
Don Juanito, en enero de 1824 el Libertador Simón Bolívar decía “_la impunidad de los delitos hace que estos se cometan con más frecuencia, al fin, llega el caso en que el castigo no basta para reprimirlos_”. Las grandes verdades hoy siguen teniendo vigencia.
Estimado lector, con la venia del exgobernante, permítame recordarle unas frases de la primera proclama pronunciada por Mora Porras, que decía: “_¡Costarricenses, nuestra paz venturosa, que unida a vuestra laboriosa perseverancia, que ha aumentado tanto nuestro crédito, riqueza y felicidad, está pérfidamente, amenazada!_”
Don Juan Rafael, los hijos de la patria, te pedimos ayuda, no te olvides de Costa Rica.