Carta a la MSc. Delia Villalobos Álvarez, Directora Nacional del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER), donde se detalla los recientes hechos que se están desarrollando en el Parque Recreativo de Cariari, de la Provincia de Lim

Estimada señora:

Luego de manifestarle nuestro atento y respetuoso saludo; pasamos a detallar a usted los recientes hechos que se están desarrollando en el Parque Recreativo de Cariari, de la Provincia de Limón, por una conducción de la política de manejo del recurso humano que a nuestro criterio está errada, desde el nivel central, depositada en los niveles superiores que dirige este personal.

Observamos, en primera instancia, la existencia de un abandono de este tipo de parques recreativos, revelándose carencia absoluta de políticas que mejoren este tipo de espacios y lo rescaten para las familias costarricenses. Esta carencia se nota en que no hay una inversión en sus instalaciones y los espacios donde se presta el servicio. ¿Estará tomando en cuenta la propuesta de reestructuración el mejoramiento de estos parques?

La otra observación lo constituye los equipos con el cual deben de contar los funcionarios del Área de Vigilancia, o sea, sus dos trabajadores, que los instruyen para la portación de armas; pero en la práctica no les proporcionan absolutamente nada, más que una vara policial, un foco y un cilindro de gas de defensa personal para el trabajo nocturno; que en muchos casos lo hacen solos, en espacios muy amplios y la realización de recorridos amplios donde se exponen al peligro.

En la Fuerza Pública, a sus similares se les brindan las herramientas de trabajo y se les reconoce un sobresueldo denominado Riesgo Policial; básicamente porque su trabajo se realiza en relación directa con la delincuencia y se le reconoce un 18% a su salario base. En el presente caso, estos trabajadores de los parques lidian con toda clase de personas, incluidas, en alguna medida, aquellas que llegan a estos espacios a deteriorar o hacer acciones vandálicas.

Valga recordar que el ICODER no es un ente aislado del resto del Sector Público y las labores que estos funcionarios realizan, son en igual condición. Seria conveniente retomar este concepto y reconocerlo para estos servidores que realizan tales labores.

El tiempo extraordinario que a continuación paso a detallarle:

1. Normalmente existen dos vigilantes en dicho lugar que tienen un horario rotativo y semanalmente les corresponde los días de descaso. Es aquí donde se dan las distorsiones e hacen incurrir a la institución en mayores gastos, como por ejemplo, el que actualmente se está produciendo en el sitio. Uno de los funcionarios le corresponde un mes como período de sus vacaciones. Se toma la decisión de enviar desde Turrialba a dos misceláneos, cuyos requisitos exigidos, distintos a los anteriores (exámenes para el manejo y portación de armas, etc.), ya no son necesarios; cancelándoseles diariamente la suma de 6.000.00 colones por concepto de viáticos por los 15 días, a cada uno. Este realmente no es problema porque tienen derecho a disfrutarlo. El asunto reside en que el problema se resuelve con los propios trabajadores de la zona el cual tienen el aval para estos eventos que son, de alguna manera, especiales.

2. Con dicho traslado se está haciendo un uso abusivo del “ius variando”, puesto que se les causa perjuicio de naturaleza salarial a dichos servidores. Es evidente que no se está reconociendo el salario de Agentes de Seguridad y Vigilancia. Sumado a lo anterior se efectúa un traslado mayor a los 10 kilómetros que lo permitido para el patrono; además de que las funciones originadas en el contrato se están variando. Hay sentencias recientes en los tribunales de trabajo que demuestran lo aquí indicado.

3. Lo grave de la situación es que las arcas del gasto se disparan para el presente caso y cuando se trata de reconocer su tiempo extraordinario a los funcionarios en particular de dicho centro, se les reconocen solamente 4 horas por día, que cubren los 13,000.00 colones por cuatro días al mes. En contraste con el actual ejemplo en que a cada uno se les cancelan 30.000.00 colones por cuatro días.

4. Por otra parte al funcionario Javier, actual vigilante, cuando repone el día libre de su compañero Bladimir, que lo realiza una vez a la semana, no se lo reconoce dicho tiempo. Aquí es donde la organización se pregunta, que no existe en los niveles de jefatura superiores, una política acertada del Recurso Humano de quienes dirigen, son erráticos en sus medidas, profundizando mayores diferencias entre los trabajadores, lo que obligan a éstos a enfrentar dichas medidas.

5. Solicitamos, con todo respeto pero con vehemencia, que la solución de los problemas está en sus propios trabajadores, cuando se les toma en cuenta. Con esto queremos decir que el haber conversado con los funcionarios de la localidad, el problema se resuelve reconociéndoles adicionalmente ese tiempo extraordinario. Estos servidores estarían de acuerdo en contribuir con la institución si ella los toma en cuenta, y no sentar un precedente que le sale más caro a la institución, violentan el “ius variando” de los servidores.

Ante las situaciones presentadas, corresponde a su autoridad corregir lo mas pronto posible los yerros aquí enumeradas, de tal forma que permita recuperar una línea mas acertada sobre el recurso humano y en particular este centro, que sienten lesionados sus derechos y acuden a su estimable persona, como corresponde y no tener que acudir a tribunales de trabajo para corregir lo planteado.

Sin otro particular, y en espera de su pronta respuesta se despiden de usted reiterando nuestro atento saludo,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Javier Valerín Villegas
Responsable ANEP-ICODER

c.: Junta Directiva Nacional ANEP.
c.: Junta Directiva Seccional ANEP-ICODER.
c.: Señores Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
c.: Archivo.

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