Carta de los trabajadores del servicio de vigilancia del Hospital San Juan de Dios, solicitando audiencia al MSc. Adolfo Cartín Ramírez, Director Financiero del hospital para tratar el tema de los nuevos proyectos de seguridad.

Estimado señor:

Primeramente, quienes suscribimos la presente, funcionarios bajo su dirección en el Servicio de Vigilancia de este hospital, le expresamos el más atento y respetuoso de nuestros saludos.

Aunque todavía no tenemos conocimiento oficial al respecto, nos pareció importante someter a su digna consideración, en su calidad de jerarca máximo del Servicio de Vigilancia del Hospital San Juan de Dios; lo que podría ser las pretensiones para un cambio en el sistema de vigilancia cuando de la visita se trata, en el entendido de que se estaría empleando una especie de monitoreo personalizado, buscando identificar las personas acompañantes del enfermo de que se trate; lo cual pareciera una situación imposible de llevar a cabo pues supondría la instalación de un sofisticado sistema de cómputo que no está al alcance de la institución en estos momentos.

Si el objetivo central que se pretende lograr es regular, al máximo posible, que para cada persona interna, por ejemplo, solamente la esté visitando otra al momento de la visita; no vemos factible el logro de semejante aspiración, por las siguientes razones:

Con sólo hacer un listado de los diferentes servicios de consulta y laboratorios dentro del perímetro institucional de hospitalizados; notamos que estamos hablando de veinticinco servicios diferentes, lo cual presupondría una red informatizada de alta especialización, con un centro o base para el desarrollo del monitoreo de visitantes de manera simultánea; lo cual, como es lógico suponer, no está al alcance de la institución en estos momentos.

Por otra parte, téngase presente que la costumbre deambulatoria del visitante es más que probada; de tal suerte que aunque este visitante quede advertido de que únicamente está autorizado para ingresar al lugar de su destino específico; es imposible seguirle el trayecto para que no se desvíe; resultando imposible el control individualizado y particular de esa tendencia deambulatoria.

El establecimiento de normas regulatorias más estrictas para la visita de pacientes; necesariamente conlleva un enfoque integral y humanista, pues son múltiples las formas que dan base a esas visitas; entendiéndose que el acceso al paciente no solamente está determinado por las relaciones de parentesco; sino que, por el activismo social con los que más sufren, se posibilita el incremento de personas que desean visitar a los enfermos.

Ejemplos de ello lo tenemos en los donantes voluntarios de sangre (carné DOVOSAN); niño o niña acompañante de un adulto mayor; carné de adulto mayor (carné dorado); situaciones imprevistas con personas de procedencia de zonas alejadas que no conocen bien las reglas; entre otras formas que autorizan el ingreso.

Adicionalmente a los factores anteriores (modernización tecnológica, cantidad de servicios de consulta, costumbre deambulatoria y formas autorizadas de acceso); tenemos el que se refiere a la dotación de la infraestructura necesaria y del personal requerido. En este último caso, por ejemplo, es bien sabido que tenemos un déficit de 17 plazas para lograr una cobertura del 100 %, referida a todos los puestos por cubrir.

En el ámbito de la infraestructura, no podemos dejar de señalar que el espacio para instalar los tres computadores que se quiere, son muy reducidos y no reúnen condiciones óptimas para que de ello se obtenga un alto rendimiento. Adicionalmente, se presentaría una alteración radical del rol vigilante y se daría una sobrecarga de trabajo pues, prácticamente, habría que hacer varias tareas al mismo tiempo, incrementando la tensión y elevando el riesgo de error.

Las consideraciones anteriores requieren de un concienzudo análisis, toda vez que resulta imposible poner en práctica las modificaciones a las que se aspira; porque tienen un defecto de origen; es decir, nosotros creemos que no pueden establecerse verticalmente, sin un análisis participativo con quienes ejecutaríamos semejante cambio y sin valorar la disponibilidad de logística, de infraestructura y, sobre todo, de personal; razón de más para, por este medio, dejar planteada nuestra protesta por el manejo unidireccional de este delicado asunto que no ha de fructificar pues no están dadas todas las condiciones para ello.

Hasta donde tenemos entendido la posibilidad de semejante transformación, está impulsada por el Lic. Roberto Castro, Subadministrador de este hospital; situación que llama de la atención de manera muy poderosa, por cuanto nuestro jefe inmediato directo, el Lic. Wilberth Lezcano Santamaría, al parecer, no tiene ni el más mínimo conocimiento del asunto; lo que es, sencillamente, algo incomprensible pues en la Jefatura del Servicio de Vigilancia hay criterio suficiente como para valorar la viabilidad de implantar modificaciones como las indicadas.

Finalmente, si se quiere establecer una verdadera regulación en la vista para controlar el exceso de personas dentro de los pasillos y espacios de consulta; es nuestro criterio que lo mejor es la restauración del sistema de visita de dos horas (por ejemplo, de las 3 de la tarde, a las 5 de la tarde); con el sistema de tarjeta rotativa en ese lapso, por si el paciente es visitado por más de dos personas en ese momento; respetando, a la vez, el carné dorado, el de donando DOVOSAN y la disposición legal de niño acompañado por adulto. Esta regulación no dejaría por fuera, por supuesto, aquellas situaciones en las cuales el estado del paciente es tan especial, que requiere de visita y/o de compañía en horarios distintos al de esas dos horas.

Anticipadamente agradecemos la especial consideración a nuestras inquietudes, solicitándole que una vez valorados, nos reciba en comitiva designada al afecto por los firmantes, acompañados de la representación sindical que estimemos conveniente.

Muy atenta y respetuosamente,

TRABAJADORES DEL SERVICIO DE VIGILANCIA DEL HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS
(hojas de firmas anexas al presente escrito)

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c.:Roberto Castro, Subadministrador General,
c.:Wilberth Lezcano Santamaría, Jefe del Servicio de Vigilancia.
c.:Lic. José Manuel Echandi Meza, Defensor de los Habitantes de la República.
c.:Junta Directiva Nacional de ANEP.
c.:Trabajadores del Servicio de Vigilancia, Hospital San Juan de Dios.
c.:Archivo.

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