Primero de mayo: planteamiento obrero-sindical

¡Hoy es Primero de Mayo! Es el Día Internacional de la Clase Trabajadora.

Es la conmemoración laboral-sindical y obrero-social más sagrada anivel mundial pues proclamamos gloria eterna a Los Mártires de Chicago, líderes históricos del movimiento obrero estadounidense quienes ofrendaron sus vidas para que hoy, en el 2024, la jornada de las 8 horas siga siendo esencial en el concepto de Trabajo Decente; luego de las grandes huelgas para lograrla que ocurrieron en 1886, en Estados Unidos, hace 138 años.

Recordemos, con gran respeto, sus nombres: Michael Schwab, Louis Lingg, Adolh Fisher, Samuel Fielden, Albert Parsons, Auguste Spies, Oscar Neebe y George Engel.

La Jornada de 8 horas es, precisamente, el contenido del Convenio No. 1 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); y, en Costa Rica, está en nuestra legislación obrera fundamental, el Código de Trabajo, desde que este nació a la vida jurídica, en 1943; para luego, seis años después, en 1949, fuera incluida en la Constitución Política, nuestra Carta Magna, hasta la fecha.

Así las cosas, a 138 años de tal gesta obrera y en el año 75 de la promulgación de la Constitución Política de Costa Rica, el 7 de noviembre de 1949; hacemos énfasis en lo siguiente:

Nuestra lucha sociopolítica y sindical de la actualidad por la real Justicia Social parte de las formulaciones de propuesta alternativa al perverso neoliberalismo que hemos planteado en los últimos años; las cuales se entrecruzan con los valores y con los contenidos de la Doctrina Universal de los Derechos Humanos (DD.HH.); específicamente, con la serie de tratados en la materia que Costa Rica ha firmado y ha ratificado parlamentariamente hablando, jurando someterse a sus dictados.

Por tanto, daremos la lucha correspondiente fomentando todas las acciones pertinentes, aportando:

  1. Para que se preserve por siempre y para siempre el legado histórico de Los Mártires de Chicago, la Jornada de las 8 horas lo cual nos lleva a reafirmar el rotundo rechazo a la actual iniciativa de ley, en contrario, que se nos pretende imponer en los actuales momentos.
  • Para que a la clase trabajadora asalariada con empleo fijo que labora para el sector Privado: a) se le defina un nuevo salario mínimo que adquiera el carácter de digno y de justo, para una real inclusión económico con movilidad social ascendente; b) se restaure el sistema de fijación semestral por costo de vida; c) se establezcan fijaciones específicas-extraordinarias en los casos de actividades de vigilancia privada, de conducción de autobús y de explotación de mano de obra agrícola.
  • Para que a la clase trabajadora asalariada del sector público: a) se le libere del congelamiento salarial brutal al que ha sido condenada y que está ya en el quinto año consecutivo, agravada por las funestas disposiciones de las leyes del Combo Fiscal y  Marco de Empleo Público, todo lo cual es violatorio de Derechos Humanos (DD.HH.) y los de orden constitucional (particularmente, es muy grave este drástico congelamiento salarial en los cuerpos policiales, en programas de política social y de salud, como los del control de vectores del Ministerio de Salud y otros;  b) se restaure la Comisión Negociadora de Salarios del Sector Público; c) se establezcan fijaciones salariales con carácter de ajuste técnico en ocupaciones vitales y estratégicas para el país.
  • Para que a la clase trabajadora independiente se le dé el tratamiento diferenciado establecido por ley para con sus obligaciones de Seguridad Social, ofreciéndole nuestra experiencia organizativa.
  • Para evitar la consolidación de un proceso de esclavitud financiera contra las personas asalariadas, el cual se ha gestado en las últimas dos décadas, y a través de políticas alcahuetas de las autoridades financieras y del poder político, mediante las cuales extraen, abusivamente, rentas de los sectores más empobrecidos.

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