Solicitud de audiencia al Licenciado Fabio Molina Rojas, Alcalde de la Municipalidad de Alajuela, para abordar el tema de la falta de respuesta ante nuestras demandas y/o planteamientos de orden laboral.

Estimado señor Alcalde:

La Dirección Nacional de ANEP y nuestra seccional ANEP-Municipalidad de Alajuela, con el debido respeto se presenta ante su estimable autoridad en demanda de atención.

La razón de los términos arriba anotados, tiene que ver con la displicencia que, tanto nuestra Dirección Nacional como nuestra Seccional en esa municipalidad, percibimos por parte de su estimable autoridad, ante la obligación responder a nuestras demandas y/o planteamientos de orden laboral.

Nos parece, señor Alcalde, que con ese proceder usted trata de desconocer a los sindicatos, como instituciones propias, legítimas y constitucionales de los Trabajadores y de las Trabajadoras, del municipio y demás estamentos de nuestra sociedad.

De no ser así, ¿por qué razón su estimable autoridad no se ha dignado respondernos sobre la situación de la Convención Colectiva de Trabajo de la Municipalidad de Alajuela, misma que analizó una comisión nombrada por el Honorable Concejo meses atrás y de su dictamen aún no tenemos conocimiento?.

¿Por qué razón no se ha atendido nuestra solicitud, para que se convoque y conforme de acuerdo a la ley, la Comisión de Salud Ocupacional?. Probablemente esa comisión hubiese evitado los accidentes que se han suscitado en su administración, en perjuicio de los trabajadores que arriesgaron su vida, precisamente por falta de medidas en ese campo.

En materia de salarios, recordamos que al inicio de su gestión como Alcalde, usted nos prometió que no habría atrasos en el pago de los reajustes de ley; no obstante, han pasado dos meses y a la fecha su estimable autoridad no nos cita para que firmemos el convenio simple que exige la Contraloría General de la República para que se haga efectivo pago. ¿ Será que su estimable persona encontró otra fórmula para honrar la deuda?

Sobre permisos para actividades sindicales, desde que nuestra organización recurrió a la Sala IV, para que se respetaran los derechos de los funcionarios despedidos por su administración, a raíz del proceso de “Modernización Institucional”; usted deniega los mismos y cuestiona nuestras reuniones en el plantel, exigiendo para ello su previa autorización. ¿Será que obtendremos esos permisos al amparo de nuestra Convención Colectiva de Trabajo y los convenios que nuestro Gobierno ha firmado con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo adscrito a la Organización de Naciones Unidades (ONU)?.

Sobre las variantes de horarios y todo lo que implica el “ ius variandi “, su estimable autoridad los aplica de manera unilateral, desconociendo la Convención Colectiva de Trabajo vigente en esta municipalidad y la obligación de convocar a las direcciones sindicales, para plantearnos los cambios propuestos, o al menos para notificarnos sobre la imposición. ¿ Considera el señor Alcalde, como suele señalarlo en algunas acciones de personal, que el derecho se lo otorga el Código Municipal, por encima de nuestra Convención Colectiva de Trabajo y demás leyes vigentes?.

¿Ha olvidado señor Alcalde que este es un país de Derecho, que los funcionarios públicos somos simples depositarios de la ley y que estamos sujetos a respetarla?. Claro que podemos recurrir a los tribunales o a otros métodos de convencimiento, para exigir el respeto a nuestros derechos; pero preferimos, como se lo prometimos al inicio de su mandato, buscar el diálogo y la concertación, antes que la confrontación, toda vez que esas fórmulas, indefectiblemente, perjudicarán la institucionalidad y a los y a las habitantes del cantón.

Por todo lo expuesto y con el propósito de encontrarle respuesta a nuestras interrogantes, le solicitamos una audiencia, con la premura del caso.

De la manera más atenta y respetuosa,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Hugo Villalobos Arce
Presidente de la Junta Directiva
Seccional ANEP-Municipalidad de Alajuela

—-
c.: Señores y señoras, Honorable Concejo de Alajuela.
c.: Lic. Ovidio Pacheco Salazar, Ministro de Trabajo y Seguridad Social.
c.: Lic. Luis Fernando Vargas Benavides, Contraloría General de la República.
c.: Lic. José Manuel Echandi Meza, Defensor de los Habitantes de la República.
c.: Oficina en Costa Rica, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
c.: Trabajadores y trabajadoras Municipalidad de Alajuela.
c.: Medios de Comunicación Colectiva.
c.: Junta Directiva Nacional de ANEP.
c.: Junta Directiva Comité Seccional ANEP-Municipalidad de Alajuela.
c.: Archivo.

Carta al Doctor Abel Pacheco de la Espriella, Presidente de la República, sobre el uso de recursos públicos para propagandizar el TLC.

Asunto: Uso de recursos públicos para propagandizar el TLC

Estimado señor:

Para nadie es un secreto que el asunto del tratado de “libre” comercio (TLC), entre nuestro país y los Estados Unidos, tiene una trascendencia histórica mal allá de las decisiones que, en uno u otro sentido, se tomen en el presente período constitucional; por parte de la actual generación de costarricenses que, de una forma u otra, tienen que ver en tales definiciones; generadas desde las instancias institucionalmente establecidas, o fuera de las mismas.

Lo anterior quiere decir que, estamos ante un desafío que atañe a toda la población actual del país, así como a las futuras generaciones, de suerte tal que el debate que debe abrirse, debe facilitar la incorporación del mayor número de personas y de posiciones; buscando que las mismas sean escuchadas y analizadas por esa gran parte de la ciudadanía que prefiere escuchar antes, ideas y criterios contrarios y hasta radicalmente encontrados, para forjarse uno propio.

En correspondencia directa con la institucionalidad democrática que pregonamos sobre el ejercicio de la libertad de expresión, no es correcto ni moralmente aceptable, que, por poderío económico y/o por ejercicio transitorio del poder político, una posición prevalezca sobre las otras en cuanto a posibilidades de acceso masivo a la población; pues de lo que se trata es de un debate de ideas, de altura, y no de manipulaciones odiosas para potenciar determinada tesis.

En un tema tan delicado como éste, de tanta sensibilidad, sería irresponsable promocionarlo cual pasta dentrífica, apelando a fórmulas propagandísticas carentes de sustentabilidad real; y, mucho menos inaceptable sería la circunstancia de que sea el Gobierno, con fondos de todos, el encargado de una promoción en tal sentido.

Vistas así las cosas, como ciudadanos costarricense que pagamos, puntualmente, nuestros impuestos y, por ende, contribuyentes responsables del erario público; y como representantes de entidades laborales que integramos el amplio, activo y diverso mundo de los movimientos sociales de nuestro país; nos sentimos con la autoridad debida para plantear a la máxima autoridad ejecutiva del país, el Presidente de la República que, dada la actual coyuntura nacional en torno a este asunto del TLC y lo delicado de la misma; una acción gubernamental prudente aconsejaría lo siguiente:

Si se van a emplear recursos públicos, provenientes de los contribuyentes, para realizar propaganda oficial a favor del TLC, según la tesis del Gobierno de la República en la materia; constituiría una conducta injusta y antidemocrática; a sabiendas de que en la sociedad no hay unanimidad al respecto, ni siquiera consenso; y, por tanto, la tesis contraria a la oficial, merece un acceso equitativo e igualitario, si se trata del empleo de fondos públicos, como indicamos.

No debe, con todo respeto, el Gobierno de la República financiarle a una de las partes su campaña promocional particular; sino que, por el contrario, debe permitirle a la ciudadanía, si es que va a disponer de recursos públicos, igualdad de condiciones en cuanto a la difusión de las tesis contrapuestas.

Si, en realidad, se dispondrá de recursos públicos para el asunto del TLC, debe establecerse una comisión de representantes de las partes contrapuestas, para posibilitar un empleo racional y equitativo de los recursos públicos que se dispondría para tal efecto. Sería importante que en esta comisión, como testigo calificado, participe la Defensoría de los Habitantes de la República.

Nuevamente, nos vemos en la necesidad de indicar que el empleo de los recursos públicos de todos los y las costarricenses, a favor de una única tesis, en este caso la empresarial, no solamente riñe con la ética como indicamos al inicio de la presente; sino que, lo que hará es enconar los ánimos, incrementar las desconfianzas, aumentar la agresividad verbal, un deterioro de la imagen del gobernante e incitar a la confrontación social abierta y violenta.

Esperamos que la cordura, la justicia social y la sapiencia que dan los años, le posibilite, Sr. Presidente, entender la naturaleza de esta solicitud y emplazamiento respetuoso.

Muy atentamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Fabio Chaves Castro
Presidente Asociación Sindical de Empleados delInstituto Costarricense de Electricidad (ASDEICE)

Luis Chavarría Vega
Secretario GeneralUnión Nacional de Empleados de la Caja y de la Seguridad Social (UNDECA)

Rafael Mora Solano
Coordinador Nacional Federación Nacional de Trabajadores de los Servicios Públicos (FENTSEP)


c.: Lic. Ricardo Toledo Carranza, Ministro de la Presidencia.
c.: Lic. José Manuel Echandi Meza, Defensor de los Habitantes de la República.
c.: Monseñor José Francisco Ulloa, Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
c.: Sres. Jefes de Fracción Parlamentaria, Asamblea Legislativa.
c.: Movimiento Social de Costa Rica.
c.: Archivo.

Carta al Licenciado Licenciado al Luis Paulino Mora Mora, Presidente de la Corte Suprema de Justicia, donde le solicitamos a esta digna autoridad, recibirnos en audiencias a nombre oficial de nuestra agrupación laboral.

Licenciado
Luis Paulino Mora Mora
Magistrado Presidente
Sala Constitucional
Presidente
Corte Suprema de Justicia
Su Despacho

Honorable señor Magistrado:

Luego de expresarle nuestro mayor respeto y consideración, como ciudadanos usuarios regulares del sistema judicial costarricense y creyentes firmes de que el fundamento básico de nuestra institucionalidad republicana, descansa en la confianza de nuestro Estado de Derecho; solicitamos a su digna autoridad recibirnos en audiencia, a nombre oficial de nuestra agrupación laboral, para exponerle una serie de consideraciones que expresan la percepción que nos hemos forjado, en torno a delicados asuntos sometidos al conocimiento de esa honorable Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que usted preside.

Esperando una pronta respuesta a nuestra solicitud, reiteramos nuestro respeto para la máxima autoridad judicial del país depositada en su persona.

En forma atenta,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

—-
c.:c.: Junta Directiva Nacional de la ANEP.
c.: Archivo.

Carta al Licenciado Luis Fernando Vargas Benavides, Contralor General de la República, señalándole las anomalías que se han detectado por parte de abogados de la Asesoría Jurídica del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP), en los ca

Licenciado
Luis Fernando Vargas Benavides
Contralor General
Contraloría General de la República
Su Despacho

Estimado señor Contralor:

Respetuosamente, expresamos a su digna autoridad nuestro más atento saludo.

Mediante oficios DAJ-590-2003 y DAJ-593-2003, del 16 y 18 de diciembre de 2003 respectivamente, dos abogados de la Asesoría Jurídica activa del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP) emiten criterio respecto a la legalidad de los contratos de concesión de los servicios públicos de remolcadores y de gestión de servicios públicos de la Terminal de Puerto Caldera.

Ambos profesionales en Derecho, coinciden en que el proceso licitatorio contiene serios yerros que constituyen ilegalidades, en cuanto contravienen las disposiciones de contratación administrativa y el ordenamiento jurídico en general.

Según el Lic. Emanuel López Vargas, la Contraloría General de la República, que tuvo en sus manos la revisión del procedimiento de licitación, obvió serias contradicciones e ilegalidades de las ofertas y los carteles. En su comentario final indicó: “Luego del estudio detallado no solo del contrato sino de las ofertas y del cartel, se notaron un sinnúmero de ilegalidades y contradicciones, las cuales no han sido analizadas, toda vez que se parte del supuesto que la legalidad del procedimiento de licitación fue revisado por la Contraloría General de la República”.

En el contrato de concesión de servicios públicos de remolcadores, el Lic. Marco Antonio Cavallini encontró las siguientes situaciones irregulares:

En el contrato aparecen dos servicios públicos como el pilotaje y el servicio de lanchas, servicios que están regulados con tarifas de ARESEP , que en un primer momento se había indicado que quedarían en manos del INCOP, y que fueron incluidos en el cartel mediante una aclaración después de haber sido adjudicada la concesión.

El remolcador “Don Pepe” que se incluyó en el cartel de licitación, no se encontraba en ese momento inscrito a nombre del INCOP. De hecho el licenciado Marco Antonio Vargas Cavallini, previene que aún no es propiedad del INCOP, pues no se han cancelado los impuestos respectivos y advierte que realizar su venta sería un actuar delictivo.

El contrato establece el servicio de remolcadores en la denominada Boya de FERTICA, instalaciones que no le pertenecen a INCOP y que, por lo tanto, no cuenta con competencia alguna sobre las mismas.

En cuanto al contrato referente a los servicios públicos del Puerto Caldera, se advierten las siguientes ilegalidades:

Se le permitió al consorcio Caldera II adoptar la estructura tarifaria aprobada por ARESEP para el INCOP, cuando lo procedente es que se apruebe una tarifa de servicios a éste.

En el cartel correspondiente se estableció que ni el edificio administrativo ni los edificios restantes serían objeto del contrato, y en el contrato se establece como áreas y bienes de la concesión, todas las construcciones, estructuras, bodegas de almacenamiento, patios, parqueo, edificio y casetas; así como la red contra incendios, la red de acueducto y alcantarillado y red eléctrica.

En el contrato se obliga a la administración a garantizar al concesionario que dentro del área de la concesión, será el único prestatario del servicio público de carga; situación anómala, pues no puede limitarse la potestad de la administración de decidir como dar en concesión los servicios portuarios.

En el cartel se indicó que los servicios licitados eran sencillamente de atención a los buques y la carga, por lo que mediante el contrato no puede el concesionario pretender abarcar todos los servicios.

En el cartel se expresó que la administración tendría en todo momento acceso a todos los libros y medios de control que debe llevar el concesionario, y en el contrato se pretende limitar este derecho de fiscalización por parte de la administración concedente.

En el contrato se está trasladando a los concesionarios la atención de cruceros, cosa que no fue objeto de la licitación adjudicada.

En cuanto a los dineros que debe depositar la empresa concesionaria para que ésta pueda hacer efectivo el pago de la indemnización a los trabajadores, en el cartel se estableció que debería depositarlos 15 días posteriores al refrendo de los contratos; y ahora en el contrato, se habla de 30 días posteriores a la orden de inicio, misma que puede dilatar más tiempo. Lo anterior, además de contradecir el cartel, implica que no habría certeza respecto a la fecha en que los fondos públicos facilitados vía presupuesto al INCOP en título de préstamo, para hacer efectivo ese pago, serían reintegrados.

En la oferta los concesionarios aceptaron someterse al ordenamiento jurídico costarricense, y mediante el contrato, pretenden que se les indemnice en casos de “dudosísima” procedencia, como sería la creación de leyes o impuestos, o se implementen medidas ambientales por el Estado.

Finalmente, relacionado con lo anterior, nos encontramos que el Auditor General del INCOP, mediante oficio AG-546-2003 del 15 de diciembre de 2003, remitió a la Junta Directiva de la institución, informe solicitado por la Contraloría General de la República, en su oficio FOE-OP-167, relativo a supuestas irregularidades en el uso de recursos por gastos efectuados en restaurantes, compras en supermercados y gastos en viajes al exterior. El punto 2.2.1 de dicho informe estipula lo siguiente:

“Otras invitaciones.
De conformidad con la certificación expedida por la Dirección Financiera el 23/05/2003, donde nos remite detalle de los gastos por concepto de invitaciones entre otros. Al respecto con el fin de atender parte de los aspectos denunciados relacionados con la utilización de recursos públicos para invitar a representantes de las empresas adjudicadas y en general las empresas que participaron en el proceso de licitación para la concesión de servicios portuarios. (…)

PERIODO

ENTIDAD

MONTO TOTAL

Julio 2001 a junio 2002

Grupo Buenaventura

¢486.054.40

Junio 2000 a Junio 2002

Pipasa

¢206.843.25

Agosto de 2001

Grupo Barranquilla

¢60.170.oo

Julio 2001 a Setiembre 2001

Grupo Intertug

¢92.340.oo

El señor Auditor señaló al respecto: “…Situación que estimamos eventualmente podría resultar inconveniente a los principios de la contratación administrativa, pues en las facturas y los documentos que amparan las liquidaciones correspondientes no se indican, entre otros; los objetivos o motivos claros de tales invitaciones, aspecto el cual limita en parte hacer una valoración más objetiva y precisa tendiente a determinar ese proceder, aspecto que estimamos debe ser analizado por parte de nuestra Unidad Jurídica a la luz de la legislación que rige en esa materia, tal y como lo proponemos más adelante, en el punto 4.2.3 tendiente a aclarar adecuadamente esta situación.”

Respetuosamente consideramos, señor Contralor, que ante las irregularidades apuntadas, que ya han sido señaladas ante su Autoridad y la administración del INCOP por la Agencia Costarricense de Agentes Portuarios (ACAPOR), por diputados y diputadas del Partido Acción Ciudadana, del Bloque Patriótico Parlamentaria y del Partido Liberación Nacional, los contratos de la concesión de Puerto Caldera no deberían ser avalados o refrendados por la Contraloría General de la República.

Todo lo contrario, este ente fiscalizador, debería advertir a la administración activa del INCOP que no firme los contratos y proceder a dejar sin efecto todo lo actuado hasta el momento, incluyendo las adjudicaciones, puesto que este es un proceso totalmente ilegal, que contiene serios vicios de nulidad.

Es importante que su Autoridad tome cartas en el asunto a la mayor brevedad, para evitar que el erario público, una vez más, tenga que afrontar erogaciones producto de un contrato leonino, que desde todo punto de vista no conviene a los intereses de los y las costarricenses.

Reiterándole nuestra mayor consideración y respeto,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

—-
c.: Honorables señores Diputados y honorables señoras diputadas, Asamblea Legislativa.
c.: Lic. José Miguel Echandi Meza, Defensor de los Habitantes de la República.
c.: Ing. Enrique Montealegre Martín, Presidente Ejecutivo INCOP.
c.: Junta Directiva Nacional de la ANEP.
c.: Medios de Comunicación Colectiva.
c.: Archivo.

Carta al Licenciado Luis Fernando Vargas Benavides, Contralor General de la República, preguntando si esa entidad aprobará el pago de la indemnización a los trabajadores y a las trabajadoras de INCOP, conforme al artículo 25 de la Convención Colectiv

Estimado señor Contralor:

Reciba un cordial saludo de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), así como nuestros mejores deseos para el año que ha iniciado.

Como es de su entero conocimiento, nuestra organización sindical, por razones de forma y de principio político, nos hemos opuesto, radicalmente, a lo que en nuestro criterio constituye el negocio de la privatización del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP).

No obstante lo anterior, y sumamente preocupados por la seguridad jurídica respecto a la cancelación de la indemnización por desarraigo, prometida a los trabajadores y a las trabajadoras de dicha institución; y partiendo de las resoluciones que la propia Contraloría General de la República ha emitido en torno al pago de los beneficios de la Convención Colectiva de JAPDEVA, nos permitimos, con apego al derecho, formularle las siguientes preguntas:

¿Aprobará la Contraloría General de la República, el pago de la mencionada indemnización a los trabajadores y a las trabajadoras de INCOP, conforme al artículo 25 de la Convención Colectiva de Trabajo vigente en esa institución?

Lo anterior porque a nuestro juicio, los beneficios del personal de JAPDEVA son una “pequeñez”, comparados con la erogación que con fondos de la deuda pública, deberemos pagar los y las costarricenses para culminar los compromisos de este negocio.

Asimismo, conforme a la opinión jurídica OJ-184-2003, del 1 de octubre del 2003, emitida por la Procuraduría General de la República, y con el ánimo de contar con la certeza respecto a la legalidad del pago de esta indemnización, incluida por medio del Adendum a la Convención Colectiva de Trabajo del INCOP (artículo 25), suscrito el 16 de setiembre de 2002; solicitamos se nos informe si la institución a su digno cargo constató que la negociación de dicho adendum, se ajustara a las directrices emitidas por el Poder Ejecutivo, en la sesión ordinaria del Consejo de Gobierno del 22 de octubre de 1986, Acuerdo No. 4, dado que la Procuraduría considera que es posible permitir el pago siempre y cuando se ajuste a estas directrices, a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico y los propios votos de la Sala Constitucional, en cuanto a razonabilidad, racionalidad y proporcionalidad.

Lo anterior lo solicitamos al amparo de la ley y con el único objetivo de que nuestros representados y representadas en el INCOP, cuenten con real certeza jurídica de si dicho pago les compete o no.

Apreciaríamos una respuesta en nuestras oficinas, ubicadas en calle 20 norte, frente a Coopeservidores, o bien, al fax 257-88-59; respuesta que solicitamos con base en el Artículo 27 de la Constitución Política de Costa Rica y el 32 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.

Reiterándole nuestro mayor respeto y consideración,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

—-
c.: Junta Directiva Nacional de ANEP.
c.: Junta Directiva Seccional ANEP-INCOP.
c.: Trabajadores y trabajadoras del INCOP.
c.: Archivo.

Carta abierta al Ingeniero Rafael Carrillo Lara, Presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, solicitándole nos aclare el asunto del precio de la harina y si hay relación con el aumento de las tarifas portuarias del Muelle de Caldera.

Asunto: Precio de la harina y tarifas portuarias del Muelle de Caldera

Estimado señor:

En su Oficio REF: PR.127-03, fechado 1 de agosto de 2003, que usted le dirigió al diputado Carlos Ricardo Benavides, en torno al proceso de privatización, vía concesión, del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP), particularmente del Muelle de Caldera; usted le indicó al citado legislador “…que hemos estado de acuerdo con el pago que el concesionario tendrá que hacer de $23 millones para resolver el problema laboral. Ese monto, desde luego, tendrá que ser retribuido a los concesionarios vía tarifa en el corto plazo, como parte de la inversión”.

Por otra parte y considerando que usted, aparte de su cargo de Presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, ostenta un alto cargo empresarial (Gerente Financiero, según tenemos entendido), en Molinos de Costa Rica, entidad privada que controla la importación de trigo en el país, firma que ha anunciado una elevación en los precios de la harina, nos permitimos formularle las siguientes preguntas:

¿Es cierto que Molinos de Costa Rica realiza, prácticamente, toda la importación de trigo por el Muelle de Caldera?

¿Hay alguna relación en cuanto a la decisión de Molinos de Costa Rica de elevar el precio de la harina, con su repercusión directa en el alza del precio del pan, de las galletas y de las pastas; y las retribuciones que deberán hacerse a los concesionarios privados del Muelle de Caldera, por la supuesta inversión de éstos en el pago de las indemnizaciones a los trabajadores del INCOP, a raíz de la privatización-concesión del mismo?

Si la actual elevación del precio de la harina que ha decretado Molinos de Costa Rica, no tiene relación con las concesiones del INCOP, entonces, ¿habrá una segunda alza en el precio de la harina, en el corto plazo, dada la necesidad de retribución de esos 23 millones de dólares, ante la inminente concreción de las concesiones del Muelle de Caldera?

¿En cuánto habrá que aumentar las tarifas portuarias del Muelle de Caldera para “devolver” esos 23 millones dólares que, supuestamente, depositarían los concesionarios privados del mismo, como parte del pago de “indemnizaciones” a los trabajadores del INCOP?

¿Se trasladarán al consumidor final, al pueblo costarricense, esos nuevos costos tarifarios del Puerto de Caldera, porque hay que “devolver” esos 23 millones de dólares a los concesionarios privados?

Y, una vez que a esos concesionarios privados se les haya devuelto esos 23 millones de dólares, bajarán las tarifas portuarias de Caldera?

Consideramos, respetuosamente, de enorme necesidad social que tanto la entidad gremial empresarial de la que usted es Presidente, como la firma privada que, prácticamente en condición monopólica controla el mercado de la harina en Costa Rica, disipen todas las dudas anteriores y hablen con absoluta claridad y transparencia.

Como es bien sabido, el pan, por ejemplo, es un producto básico y vital de la dieta de los hogares costarricenses, especialmente aquellos que pertenecen a la clase trabajadora y a los sectores más empobrecidos de las familias de nuestro país.

Para nosotros, es criminal que sean las personas y las familias más duramente golpeadas las que, en definitiva, tengan que pagar las consecuencias de un extremismo económico privatizador, como este del INCOP, en el cual el erario y el consumidor final estarían pagándole al concesionario privado por hacerse cargo del bien público enajenado y no al revés.

Muy atentamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

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c.: Dr. Abel Pacheco de la Espriella, Presidente de la República.
c.:Lic. Luis Fernando Vargas Benavides, Contralor General de la República.
c.: Lic. José Manuel Echandi Meza, Defensor de los Habitantes de la República.´
c.: Sres. Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (UCCAEP).
c.:Sres. Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO).
c.:Sres. y señoras, Medios de Comunicación Colectiva.
c.: Entidades del Movimiento Social Costarricense.
c.: Junta Directiva Nacional de la ANEP.
c.:Archivo.

Carta a los Excelentísimos Obispos de la Conferencia Episcopal Costarricense, sugiriéndoles que deberían convocar a las representaciones sociales interesadas en los temas discutidos en el marco de las negociaciones del TLC con EE.UU., para escuchar s

Excelentísimos señores
Monseñor José Francisco Ulloa Rojas, Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica y Obispo de la Diócesis de Limón
Monseñor Hugo Barrantes Ureña, Arzobispo de Costa Rica
Monseñor José Rafael Barquero Arce, Obispo de la Diócesis de Alajuela
Monseñor Oscar Fernández Guillén, Obispo de la Diócesis de Puntarenas
Monseñor Vittorino Giraldi Stellin, Obispo de la Diócesis de Tilarán
Monseñor Angel San Casimiro Fernández, Obispo de la Diócesis de Ciudad Quesada
Monseñor Guillermo Loría Garita, Obispo de la Diócesis de San Isidro de El General
Presente

Honorables y respetados señores obispos:

Con profundo respeto les expresamos el más atento de nuestros saludos, a nombre de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP); considerando necesario referirnos a los contenidos de las declaraciones periodísticas que Su Excelencia, Monseñor José Francisco Ulloa Rojas, en su calidad de Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, brindó al periódico Al Día, en la edición de este miércoles 7 de enero del 2004 (página 5), en torno al tema del denominado tratado de “libre” comercio que, desde nuestra perspectiva, se le quiere imponer a nuestra querida Costa Rica.

Tomando en cuenta que hay ocasiones en que las declaraciones periodísticas que se brindan pueden transcribirse o difundirse fuera de contexto, inapropiadamente o direccionadas según la percepción de la realidad que tenga el comunicador que las pide; no debemos ocultar que nos causó desazón, sorpresa e incredulidad, una posición favorable de la Iglesia Católica de Costa Rica, hacia las tesis neoliberales que se vienen promoviendo, en el marco de las negociaciones de ese tratado, en el caso de las denominadas aperturas en telecomunicaciones y seguros, específicamente.

Por supuesto que en el contexto del mundo actual, las relaciones comerciales entre estados son vitales y para el caso de un país pequeño como el nuestro, mucho más aún; lo que no creemos es que sea posible aceptar que se obvien las descomunales diferencias de tamaño entre las economías involucradas en este asunto.

Con profundo respeto, nosotros creemos que las honorables y máximas autoridades eclesiásticas de Costa Rica, no deberían emitir un criterio sobre el tema de las aperturas, sin antes no tener un panorama equilibrado de las visiones contrapuestas que en el país hay al respecto; y, siempre en ese marco de respeto, que sepamos, hasta ahora, no tenemos claro cuáles son los parámetros que han llevado a vuestras autoridades a avalar la tesis neoliberal apuntada.

Desconocemos si vuestras ilustradas autoridades han tenido algún diálogo y/o intercambio de pareceres, con aquellos sectores sociales, como los sindicatos, que mantenemos un criterio distinto al del periódico La Nación, al del Expresidente Oscar Arias Sánchez, al del propio Presidente de la República; para citar tan sólo parte de esa especie de coalición política de signo neoliberal que aboga por el TLC con Estados Unidos de América, en el marco actual en que el mismo está planteado.

Las entidades sociales y laborales representativas de las instituciones públicas hoy amenazadas por la privatización, vía apertura, en el marco de ese TLC, cuentan con una enorme cantidad de información, de estudios, de investigaciones que, demuestran lo pernicioso de entregar ese sensible patrimonio nacional, al voraz apetito de las gigantescas empresas transnacionales estadounidenses; las cuales, más temprano que tarde, harán desaparecer a nuestras hoy todavía rentables empresas públicas; porque, precisamente, donde piden la tal apertura, es precisamente en los ámbitos de acción más rentables de tales empresas.

Es nuestro criterio que sus dignas autoridades, en un espíritu de plena justicia, equidad y de promoción de la paz social, compromisos éstos que no ponemos en duda alguna de parte de la Iglesia Católica costarricense; deberían convocar a las representaciones sociales correspondientes, para escucharlas en torno a este delicado asunto y lograr así una visión amplia del mismo; más allá de la que ciertos medios de comunicación colectiva, de gran poder, pero con evidente sesgo malintencionado y manipulador, han venido difundiendo en torno al tema de las aperturas, para confundir y engañar a nuestro pueblo.

Finalmente, dejamos constancia de nuestro agradecimiento por la especial consideración que se dignen brindar a estas reflexiones, anhelando de vuestra parte algún tipo de respuesta en el menor plazo posible; dejando planteado, formalmente, una solicitud para que sus altas y dignas autoridades eclesiásticas nos concedan una audiencia.

Con toda consideración y reiterándoles nuestro mayor respeto,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

—-
c.: Medios de Comunicación Colectiva.
c.: Organizaciones del Movimiento Sindical Costarricense.
c.:Junta Directiva Nacional de la ANEP.
c.: Archivo.

Carta al Presidente de la República sobre el TLC: Etica política y honra de la palabra empeñada.

Asunto: TLC: Etica política y honra de la palabra empeñada

Respetable Señor Presidente:

Esperamos que usted se digne a leer, completamente, la presente carta, cuyo texto habrá de llegar a miles de ciudadanos y de ciudadanas de nuestro querido país. Siempre hemos escuchado un fuerte rumor acerca de que el actual Presidente de la República no lee, completamente, los textos sometidos a conocimiento de lo que se supone, es la máxima autoridad ejecutiva del país; rumor que no quisiéramos creer, aunque las varias veces que estuvimos en su despacho, siempre nos llamó la atención la ausencia total de documentos sobre el escritorio presidencial.

El 21 de marzo del año 2002, en el Auditorio del Poder Judicial, durante la campaña electoral para la segunda ronda de las votaciones presidenciales, usted, ante unos cuatrocientos representantes y dirigentes de una amplia variedad de sectores sociales, asumió un compromiso ético y político con relación a las propuestas y planteamientos que se le formularon sobre un amplio abanico de políticas públicas, expresadas en cincuenta y cinco indicadores, en el caso de que usted, como ocurrió, llegara a la Presidencia de la República.

En el documento original que conservamos en nuestro poder, de su puño y letra, Sr. Presidente de la República, usted expresó su total acuerdo con la primera de esas cincuenta y cinco proposiciones, la cual estableció lo siguiente:

¡No a la privatización!, En cualquiera de sus formas: (venta, rompimiento de monopolios, entrega de acciones al capital privado, etc.).

No solamente su firma a este compromiso traicionado quedará constando para la historia, sino que quedó grabada su intervención, en imágenes televisivas, mismas que estarán recorriendo el país, para someterle al análisis popular y escuchar el pensamiento del pueblo, con respecto a que sus gobernantes deshonren su propia firma.

Hoy, como es público y notorio, la realidad política nos indica otra cosa. Usted cambió de parecer. Usted traicionó la confianza, la buena voluntad, el deseo honesto de apoyar su gestión, por parte de un elevado número de personas y de organizaciones, que habíamos pensado en una restauración de la filosofía del humanismo cristiano en una gestión de gobierno.

Usted, Sr. Presidente, adoptó la agenda ideológica neoliberal, tan ardorosamente defendida por el periódico La Nación y, curiosamente, cuando usted aceptó la tesis de las aperturas, dicho medio dejó de lado la serie de publicaciones periodísticas sobre cómo se financió su campaña electoral, Sr. Presidente, lo cual para muchos resultó en uno de los eventos más vergonzosos de la política nacional.

Hoy, usted, en el marco de esa desigual, irracional y altamente pernicioso tratado de “libre” comercio que le están imponiendo a Costa Rica, la alianza de negocios de corte neoliberal que domina a los partidos Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana, de la cual usted ya forma parte sustancial; usted se rindió, para decirlo con cierta elegancia y ha decidido entregar a los estadounidenses partes estratégicas del legado histórico del Dr. Rafael Angel Calderón Guardia y de don José Figueres Ferrer.

Por ejemplo, tiene usted idea, cabal y completa, de lo que le ocurrirá a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la máxima obra del gobierno del querido y respetado Dr. Calderón Guardia; dado que en materia de propiedad intelectual, los estadounidenses se salieron con la suya, abriendo el espacio para la destrucción financiera de esta legendaria institución, tan apreciada por el pueblo costarricense y ahora, por la población migrante del exterior que convive con nosotros.

Hoy, cuando prestigios periódicos estadounidenses, como The Wall Street Journal y The Washington Post, se jactan de lo bien que le ha ido al gobierno del Presidente Bush en la mesa de negociación de ese TLC, en contraposición a las migajas vergonzantes que le han dado a los restantes países centroamericanos; usted tiene, Sr. Presidente, una oportunidad histórica única para que se rectifique el camino entreguista, dócil y complaciente que parece ser el destino final del equipo negociador costarricense, de la señora Anabelle González, del señor Alberto Trejos y del propio Gobierno de la República.

Usted, Sr. Presidente, puede, debe y tiene la potestad para ordenar abrir un intenso debate nacional antes de que usted estampe su firma en semejante tratado.

Con todo respeto y para darle el beneficio de la duda, usted debería “liberarse” del esquematismo dogmático y extremista de los neoliberales que controlan su gobierno y escuchar otras visiones nacionales, calificadas, responsables, serias y preocupadas. Ya usted le ha “dado” mucho espacio, poder, credibilidad a la visión neoliberal de desarrollo, a la cual usted le entregó el control del Ministerio de Hacienda, del Banco Central de Costa Rica, el Ministerio de Comercio Exterior, entre otras entidades de enorme impacto estratégico en el desarrollo del país.

El Grupo Nación, el Grupo Sama, Oscar Arias, la cúpula empresarial de UCCAEP, la ANFE, el INCAE, sin hablar de los fantoches libertinos, deben tener para usted un profundo agradecimiento por ese espacio “dado”.

Sin embargo, todos ellos juntos, por más plata que tengan y más poder de influencia con toda la peonada que tienen enquistada en distintas esferas de decisión del Estado; todos ellos juntos, Sr. Presidente, no son el país, son una parte, pero no son el país.

Usted, Sr. Presidente, debería, si quiere ser justo, si quiere rectificar y revertir el riesgo de que su ética política quede mancillada al final de su notable carrera política, social y profesional, por la deshonra que viene haciendo de su palabra empeñada, firmada y grabada.

Usted, Sr. Presidente, debería escuchar otras voces, altamente profesionales, honestas y documentadas, sobre la verdad de lo que está ocurriendo en ese nefasto proceso negociador; personas y entidades muy respetables que están preocupadas no por los negocios, sino por el bien del país.

No nos escuche a nosotros. No nos interesa. Usted bien sabe lo que pensamos y le consta cómo, en determinados momentos, dimos muchas muestras de buena voluntad para con su gestión. Hay calificadas voces, experimentadas organizaciones, que tienen enormes preocupaciones y cuestionamientos acerca de cómo el dúo González-Trejos ha manejado todo este asunto.

Finalmente y para constancia histórica, dejamos constancia por escrito de lo que usted prometió, en Casa Presidencial, con respecto a los textos negociados de ese TLC. Usted le dijo a representantes sociales y productivos de las diversas entidades conformantes del proceso de la Tercera República, que usted daría a conocer, antes de firmar, esos textos negociados.

Esperamos que, al menos, esta palabra la honre. Esperamos que, al menos, quede un poco de decoro presidencial y haga honor al profundo significado moral de una palabra empeñada por la investidura de gobernante.

Finalmente, Sr. Presidente, si usted decidió rendirse, si usted decidió entregar sus principios; afortunadamente para nuestra querida Costa Rica, quedan costarricenses con tanto decoro, honor y moral, que valen más que toda la plata junta de los grupos económicos que hoy controlan su Gobierno.

Ahora bien, en el mejor de los casos, si la especie de chantaje que pudiera implicar para usted, la forma en que se financió su llegada a la Casa Presidencial, lo que le llevó a adoptar la agenda neoliberal promovida por esas personas y grupos mencionados; entonces, ¡libérese!, promueva un equilibrio político-social en esta delicada situación y, asumiendo un real rol de gobernante, de estadista, evite grandes desgarramientos sociales, dolorosos enfrentamientos, incremento de odios y resentimientos que causen irreversibles daños a nuestra institucionalidad.

En todo caso, si usted, Sr. Presidente, como estadista se decide a honrar lo firmado, sepa que hay suficiente músculo social organizado, como para apoyar una gestión de gobierno que retome, con actitud consecuente y no meramente discursiva y demagógica, los principios de la Doctrina Social de la Iglesia Católica que es, como suponemos que usted lo sabe, profundamente humanista; principios que, a todas luces y sin mucho esfuerzo de entendimiento, son contrarios al dogma neoliberal que, lamentablemente, hoy controla, domina y manda en su Gobierno.

Si nos ha leído hasta aquí, sinceramente se lo agradecemos. Si no, no hay forma de saberlo. Pero en todo caso, para tranquilidad de nuestras conciencias, necesitamos que quedara constando por esta vía, todo cuanto hemos afirmado.

Señor Presidente: Un pueblo noble y ansioso, espera su respuesta.

Atentamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

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c.:Clase Trabajadora Costarricense.
c.: Honorables señores diputados y señoras diputadas de la Asamblea Legislativa.
c.: Medios de Comunicación Colectiva.
c.: Entidades de los movimientos sociales costarricenses.
c.:Junta Directiva Nacional de la ANEP.
c.: Ciudadanos y ciudadanas.
c.: Archivo.

Derecho de respuesta de la Diputada Joyce Zürcher Blen.

Dra. Joyce Zürcher Blen
Diputada

21 de octubre de 2003
DJZ-711-03

Sr. Albino Vargas, Secretario General
Sr. Edgar Morales, Secretario General Adjunto
Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados

Estimados señores:

Acuso recibo de su nota del 7 de octubre. Al respecto deseo hacer de su conocimiento lo siguiente:
El señor Harry Zürcher Acuña es mi padre. Los señores Harry Jaime Zürcher Blen, Edgar Zürcher Gurdián y Ronald Zürcher Gurdián son mis hermanos.
Según tengo entendido, Edgar es socio de Banca Promerica. Ni mi padre ni Harry Jaime son socios. Desconozco la situación de Ronald. Por ser información de carácter público, ustedes pueden corroborarla en el Registro Nacional.
Yo no tengo ningún vínculo empresarial con Banca Promerica S.A., ni con ningún otro banco privado, así como tampoco en ninguna empresa en que tengan participación mis hermanos o mi padre. Las actividades de mis familiares no intervienen de modo alguno con mis posiciones políticas e ideológicas, de lo cual he dado reiteradas muestras a lo largo de mi trayectoria de servicio público, posición que he mantenido íntegramente como Presidenta de la Comisión Permanente de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa y como Diputada.
Mantengo mis principios y lucho por ellos con la mayor transparencia, tal y como se lo prometí a mis electores y a todos los costarricenses cuando presté juramento.

Sin otro particular, se despide cordialmente.

Joyce M. Zürcher Blen
Diputada
Cc: -Lic. Mario Redondo Poveda, Presidente Asamblea Legislativa
-Señores diputados y señoras diputadas miembros de la
Comisión de Asuntos Económicos.
-Lic. José Manuel Echandi Meza, Defensor de los Habitantes
-Medios de comunicación colectiva

Carta al licenciado Fernando Trejos Ballestero, Presidente Ejecutivo del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), solicitándole información sobre la responsabilidad en el pago de los gastos de reparación del vehículo accidentado por el señor Miguel Ca

Estimado Señor:

Primeramente, reciba usted nuestro atento y respetuoso saludo.

Tenemos conocimiento que el pasado sábado 30 de Agosto del 2003 (día no hábil), el señor Miguel Carabaguíaz, Gerente General, sufrió un accidente en Tibás (aparentemente irrespetó un alto), con el vehículo de uso discrecional Placa 461263 que está bajo su responsabilidad. En este caso el vehículo sufrió serios daños que ascienden, aproximadamente, a la suma de más de ¢1 millón de colones.

Al respecto quisiéramos conocer las acciones seguidas en este caso:

¿Quién canceló la deuda por el arreglo del vehículo?. En caso de que el IMAS haya cancelado el arreglo, si el cheque salió con cuentas a cobrar a don Miguel Carabaguíaz. Es importante mencionar que al no contar los vehículos con seguro, no se paga ningún monto por deducible, pero en el caso de que la resolución de la Corte indique que el Señor Carabaguíaz tiene culpa del accidente, él debería pagar el arreglo, razón por la cual la cancelación del mismo debe salir con cuentas a cobrar al señor Gerente, fin de que la Institución se asegure la cancelación del monto correspondiente.

Si se contaba con el permiso respectivo para circular el vehículo en horas no hábiles según acuerdo del Consejo Directivo No. 526-02, del Acta N. 098-02 del 02 de Diciembre del 2002.

Nuestra solicitud la hacemos amparados en el Artículo 27 de nuestra Constitución Política y en el Artículo 32 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

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c.: Licda. Yamileth Céspedes Garro, Directiva Nacional de ANEP-Presidenta de la Junta Directiva Comité Seccional ANEP-IMAS.
c.:Sres. Contraloría General de la República
c.:Auditoría Interna IMAS.
c.: Junta Directiva Nacional de ANEP.
c.: Archivo.