¡No lo podíamos creer cuando nos lo contaron! Colegas nuestros en la lucha sindical, con estupefacta perplejidad y con indignante preocupación, nos comentaron de que en instituciones estatales como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y en la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE); grupos de trabajadores están planteando realizar sus labores cotidianas sin emplear la clásica indumentaria de trabajo, históricamente utilizada en cada caso, para cambiarla por ropa “discreta” y no identificable con los logotipos, los colores, las insignias de toda la vida, empleadas en sus respectivas funciones.
¡Temen por su vida! ¡Sencillamente impresionante! La campaña mediática en desarrollo en contra del Empleo Público que promueven algunos conglomerados del negocio de las noticias, parece que está llegando a impensados, peligrosos y devastadores niveles de confrontación social abierta; pero, ¡increíblemente!, entre personas de la misma clase, la clase trabajadora.
En este momento hay conciencias obreras aterrorizadas en el empleo público. La ausencia de un equilibrio en las “informaciones” de todos estos días que salen de tal tipo de prensa sobre este tema, genera furiosas reacciones confrontativas en el barrio, en la comunidad, en el autobús… ¡Y ni qué decir de lo que está manifestándose en las redes sociales!
Decimos que es una campaña mediática porque se nota editorialización de una nota de prensa que, supuestamente, debe tener carácter informativo; porque se toma parte activa en el debate dada la subjetividad del vocabulario empleado al formular la pregunta al “cuestionado” sindicalista, sospechoso de ser un “delincuente” porque la organización laboral que representa es firmante de una convención colectiva de trabajo; además, porque se toma partido ideológico en el tipo de pregunta que se le formula al ciudadano de a pie.
Todo ello genera un estado de indefensión sociolaboral de quienes se sienten agredidos por tales enfoques periodísticos llenos de carga ideológica y de subjetividad, con verdades a medias.
El envenenamiento o intoxicación de las conciencias ciudadanas con dicha campaña se ha centrado en vocablos, grotescamente manipulados, como los siguientes: 1) Gollería: manjar exquisito y delicado. 2) Prebenda: ventaja o beneficio que recibe arbitrariamente una persona. 3) Privilegio: ventaja, gracia, o prerrogativa especial de que goza una persona. 4) Beneficio: mejora que experimenta una persona o una cosa gracias a algo que se le hace o se le da.
A la opinión pública se le esconde, intencionadamente, la naturaleza jurídica, de orden constitucional, de los derechos logrados por grupos laborales del Estado costarricense, en materia de negociaciones colectivas y de otros sistemas de relaciones obrero-patronales, a lo largo de los años; derechos que se lograron con base al ejercicio de las libertades democráticas en cuanto a organización sindical; libertades democráticas largamente violentadas, castradas, negadas y minimizadas en el sector privado de la economía.
A la opinión pública se le esconde, también, la gran disposición de los sindicatos involucrados en esta controversia del empleo público, a negociar las correcciones necesarias que fuere del caso efectuar, considerando entornos desfavorables de la coyuntura económica nacional.
A la opinión pública se le esconde, también, las gollerías, las prebendas, los privilegios y los beneficios a los que han tenido acceso los grandes grupos económico-corporativos, controladores hasta la actualidad de la hegemonía política nacional; los cuales se manifiestan, por cierto, a través de la prensa líder de esta campaña que ha generado conciencias obreras aterrorizadas en el Empleo Público. En consecuencia, ¿quiénes son los realmente amenazados?…