Democracia representativa en crisis

Hoy, miércoles 17 de octubre de 2018, llegamos a 38 días de lo que ya se puede denominar Huelga Patriótica.

¿Por qué Huelga Patriótica? A esta altura del desarrollo sociopolítico de los acontecimientos del movimiento de Huelga General Indefinida que arrancó el lunes 10 de setiembre anterior, es obvio que estamos en presencia de una verdadera conmoción del sistema de democracia representativa, si consideramos la cantidad de personas, sectores, grupos y gremios de distinta naturaleza que, de una manera u otra, se han venido involucrando en dicho movimiento a lo largo de estos 38 días.

El combo fiscal, así denominado popularmente el proyecto expediente legislativo 20.580, en sí mismo representa la acumulación de un proceso paulatino de desconfianza de la gente en sus gobernantes; desconfianza que ya era patente y clarísima en cuanto al bipartidismo tradicional Liberación y la Unidad, solo que ahora tal desconfianza se extendió al partido que pretendía ser el sustituto de ese bipartidismo tradicional desprestigiado: el Partido Acción Ciudadana.

Escribimos estas líneas cerca del mediodía de ayer martes 16 de octubre, día simbólico desde el punto de vista de la congregación de una gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas no solo en la Plaza de la Justicia en el Circuito Judicial de San José; sino a lo largo y a lo ancho del país, que de una manera u otra ejercieron una acción cívica bajo la inspiración de defensa de lo que se puede denominar el principio constitucional de la división de poderes, piedra angular de la Democracia.

Se considera que el combo fiscal ha dejado al desnudo una nueva fase de encubrimientos, una nueva fase de acuerdos tras bambalinas, una nueva fase de pactos inconfesables y, lo que es peor, una nueva fase de presiones palaciegas en la oscuridad, para consolidar una legislación que tiene un hondo rechazo popular.

Entonces, ¿qué tenemos? Tenemos una ciudadanía militante, cuestionadora, una ciudadanía de composición multisectorial, por un lado, que rechaza este tipo de prácticas y que creyó que ya no sucederían más en gobiernos alternativos al bipartidismo como lo que en un momento representó el Partido Acción Ciudadana. Tenemos que se percibe que, con este combo fiscal, su significado tiene que ver con el proceso liquidador, en su fase final, de aquella concepción de Estado Social de Derecho que quedó plasmada en la Constitución Política de 1949. Es de hacer notar que algunos de los principales promotores políticos, ideológicos y mediáticos de dicho combo indican que este sería la primera fase de un proceso de otras leyes y políticas tendientes precisamente a desmantelar lo que todavía queda de Estado Social de Derecho.

Sin considerar el desenlace final que tendrá este combo fiscal, lo real es que hay un nuevo estado de situación sociopolítica en el país que todavía está impreciso definirlo, pero es real que el colapso del bipartidismo tradicional se marca mucho más profundamente con este combo fiscal y se lleva en banda al Partido Acción Ciudadana, el que queda de una vez catalogado como parte o como un nuevo brazo ejecutor de un bipartidismo que se consideraba agotado. La tarea de autodefensa civil, la tarea de construcción cívica para la resistencia, la tarea de articulación sindical-social, multisectorial, etc., apenas empieza, para una nueva fase histórica que ya tiene antecedentes de lucha popular en defensa de la institucionalidad democrática que nos fue heredada como las luchas en defensa del ICE y las luchas contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos; para citar tan solo dos ejemplos de diversos episodios de resistencia cívica a lo largo de los últimos 25-30 años.

Nos corresponde, en consecuencia, juntarnos de manera estructural; nos corresponde enlazar las diversidades, nos corresponde juntar todos los sueños de una sociedad de inclusión que tenemos escritos en diversos documentos; y, por tanto, nos corresponde, de ser posible, plantear la posibilidad del resurgimiento de una nueva Costa Rica; aún sin contornos completamente claros de lo que podrían ser, especialmente, los procesos electorales por venir.

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