Derecho de respuesta: “El pensamiento totalitario de Al Día” por el comantario del periódico AL Día: “Una marcha sin razón”

Estimado señor:

Luego de expresarle un atento y respetuoso saludo, remito a usted el siguiente comentario, en el marco del Derecho de Respuesta que consagra el ordenamiento jurídico costarricense, dado que el editorial de esta fecha de Al Día, titulado “Una marcha sin razón”, hace alusión directa a las organizaciones sindicales costarricenses, dentro de las cuales la que honrosamente represento forma parte y es una de las agrupaciones promotoras del evento que mereció el editorial comentado. Esperamos que siempre prevalezca la ética por sobre las discrepancias y por eso confiamos en que esta respuesta será publicada. Este es nuestro texto:

El pensamiento totalitario de Al Día

¡Qué curioso!… La famosa globalización que nos imponen, únicamente debe funcionar para un lado, el de los poderosos dueños del capital. Pero si esa globalización también alcanza al mundo laboral, entonces se trata de desestabilización, subversión y otras paranoias políticas que los amanuenses asalariados escriben para sus amos.

Siento vergüenza por el comportamiento de cierta prensa de mi país, ante los colegas sindicalistas de España y de la América Central que nos han visitado por estas fechas. Esa prensa, de la cual el periódico Al Día es fiel ejemplo, se ha ideologizado completamente, hasta el punto en que ya no se distingue qué es línea informativa y qué es posición editorial. Sin embargo, como vivimos en democracia, tienen todo el derecho del mundo a subjetivizarse, políticamente hablando, en su ejercicio periodístico; sin embargo, a lo que no tienen derecho es a calumniar e insultar, sobre todo cuando ello se fundamenta en la más vulgar ignorancia.

Los compañeros sindicalistas españoles, Luis Fuertes (Unión General de Trabajadores, UGT) y Jordi Ribó (Comisiones Obreras, CC.OO), representan a importantes fundaciones sociales ligadas a tales centrales sindicales de España, específicamente de Cataluña; instituciones de cooperación internacional para el mundo laboral que, incluso, manejan fondos del Estado Español. El editorialista de Al Día, seguramente un trasnochado escribiente de las épocas de la Guerra Fría, insulta la inteligencia al acusarlos de “expertos en estrategias de desestabilización social”. Su mensaje es, sencillamente, solidaridad del capital, ¡sí!; solidaridad obrera, ¡no!

La verdad es que entendemos esa posición editorial de Al Día. No podía ser distinta. Su ejercicio periodístico, informativo y editorial está circunscrito a la visión de mundo del Grupo Nación, al cual pertenece; y éste, en cuanto hacedor de negocios, lo que busca es hacerlos lo más rentable y rápidamente posible; lo demás no importa. Eso les lleva a ser abanderados del pensamiento único y totalitario pues no tiene otra concepción de vida más que la del “libre” comercio.

Por eso nos acusan de no ofrecer alternativas, porque en su visión totalizante y totalitaria esas alternativas no existen. En Costa Rica hay muchos esfuerzos en desarrollo, desde muchas perspectivas, como el de la “Tercera República” que, por supuesto, Al Día las pocas veces que ha informado, ha sido para satanizarlo y desprestigiarlo. Para demostrarlo están los sucesos de junio del 2003, el escándalo que armaron cuando las propuestas de la “Tercera República”, pudieron haber sido consideradas por el actual Gobierno de la República.

Seguiremos luchando. Pero no somos sólo los sindicalistas. Somos una enorme coalición multicolor y multidiversa: ecologistas, estudiantes, académicos, profesionales, agricultores, comunidades, grupos pastorales y eclesiales, políticos honestos, diputados y diputadas patriotas, cooperativistas y hasta empresarios. La miopía totalizante y totalitaria del editorialista de Al Día le impide entender esto.

Somos cientos y cientos, miles y miles de costarricenses, hombres y mujeres que estamos en contra de ese TLC, del TLC del Grupo Nación, del TLC de Oscar Arias. Ese TLC, su TLC, que negociaron personas como Anabelle González, por lo cual le han venido pagando 8.700 dólares mensuales para que haya entregado la Patria, como vergonzosamente lo hizo el 28 de mayo anterior; personas como Alberto Trejos, desesperado por un tocamiento corporal con Mr. Zoellick, tal y como se vio en la foto indignante de la firma del TLC de Al Día.

Cuando se restauren, totalmente, los nobles valores de la ética periodística y se resalte la majestuosa potencia de una verdadera libertad informativa, se podrá ver que sí hay alternativas para un comercio justo. Como esa verdadera libertad informativa está muy castrada, la calle es el escenario perfecto para la libertad de expresión plenamente concebida, no como la entiende Al Día.

Compañeros sindicalistas de España: Estamos seguros que tienen ustedes el respeto del pueblo trabajador costarricense. Reciban disculpas por el trato innoble que han recibido de parte de cierta prensa totalitaria costarricense. Si hubieran venido con abultadas billeteras, como inversionistas, prensa como Al Día les habría puesto hasta alfombra roja. Nosotros sólo pudimos recibirlos en nuestro humilde local, pero lo hicimos con orgullo y con dignidad. Gracias por venir a conocer nuestra verdadera realidad, que no es la del Nóbel de la Paz. Al fin y al cabo, en vuestro país, España, no es desconocida la prensa tipo Al Día.

Hasta aquí nuestro comentario.

Respetuosamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General
Cédula No. 1-457-390

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c.:Movimiento Sindical Costarricense.
c.:Junta Directiva Nacional.
c.:Archivo.

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