Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
El Papa Francisco no deja de sorprendernos en medio del pesimismo de este mundo, oscurecido por las guerras, por el sistema perverso de una economía de mercado y un capitalismo salvajes, que espolea la Naturaleza y a los pobres, atacando con rudeza a las capas medias, produciendo asimetrías y descartados.
Esta vez se reunió con más de 1.000 jóvenes economistas, con personas trabajadoras y emprendedoras, con agentes de cambio social, venidos de más de 120 países del mundo, en la emblemática ciudad italiana de Asís, el pasado sábado 24 de setiembre; para escuchar sus propuestas con miras a la construcción de una nueva economía que haga de este planeta un lugar de encuentro más fraterno y no de explotación, de sufrimiento y de empobrecimiento.
Durante tres años, mediando un proceso colaborativo entre jóvenes por regiones y continentes, y bajo una metodología de “aldeas”, cada una con un eje temático, provocaron una novedad en el proceder de la Santa Sede, la cual no intervino en la propuesta de la agenda, sino que las mismas personas jóvenes construyeron criterio desde sus bases con plena creatividad.
Es hermosa la apuesta de Francisco que confía en los y en las jóvenes, la construcción de propuestas de nuevos paradigmas económicos. Él dijo: “Ustedes, los jóvenes, con la ayuda de Dios, saben hacerlo, lo pueden hacer; los jóvenes lo han hecho otras veces en el curso de la historia”.
Edifica su confianza puesta en las nuevas generaciones que tienen el potencial para cambiar el destino del mundo, oyendo el grito de la Tierra y de los pobres, como expresara en las cartas pastorales Laudato Sí, y en Fratelli Tutti (todos hermanos). Así, la propuesta de una nueva economía tiene en San Francisco de Asís su inspiración, para poner en el centro a los pobres, al medio ambiente y al trabajo.
La mirada en los pobres será el referente ético junto con la creación y sus criaturas. Por eso, la “Economía de Francisco” está inspirada en el santo de Asís y, a su vez, en las Bienaventuranzas y en los consejos evangélicos establecidos por Jesús de Nazareth.
Del fruto del trabajo colectivo en las “aldeas” surgieron 12 acuerdos que a modo de Pacto Asís 2022 firmado por los y las jóvenes con el Papa Francisco, para comprometerse, después del ver y juzgar la realidad económica mundial, a actuar, en una dinámica de poner en acción las propuestas a nivel local, regional, nacional y continental, hasta que englobe el planeta y sea sal de la tierra. Esos doce acuerdos en resumen son:
1. Una economía de paz y no de guerra.
2. Una economía que contrarreste la proliferación de armas, especialmente las más destructivas.
3. Una economía que cuide la creación y no la robe.
4. Una economía al servicio de la persona, de la familia y de la vida, respetuosa de toda mujer, hombre, niño, los ancianos y especialmente los más frágiles y vulnerables.
5. Una economía donde el cuidado reemplace el despilfarro y la indiferencia.
6. Una economía que no deje a nadie atrás, para construir una sociedad en la que las piedras desechadas por la mentalidad dominante se conviertan en piedras angulares.
7. Una economía que reconozca y proteja el trabajo digno y seguro para todos, especialmente para las mujeres.
8. Una economía donde las finanzas sean amigas y aliadas de la economía real y del trabajo y no contra ellas.
9. Una economía que sepa potenciar y preservar las culturas y tradiciones de los pueblos, todas las especies los recursos vivos y naturales de la Tierra.
10. Una economía que combata la pobreza en todas sus formas, reduzca las desigualdades y sepa decir, con Jesús y con Francisco, «Bienaventurados los pobres”.
11. Una economía guiada por la ética de la persona y abierta a la trascendencia.
12. Una economía que genere riqueza para todos, que genere alegría y no solo bienestar porque una felicidad no compartida, es muy poca.
El Papa Francisco, en su mensaje a la juventud, deja claro que hay que cuestionar el modelo de desarrollo y es necesario un cambio rápido y decisivo. Afirma el Papa que “una economía de Francisco debe abrir nuevos caminos para que los mismos pobres se conviertan en los protagonistas del cambio”.