Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
El déficit fiscal nunca se corregirá sin… una TRANSFORMACIÓN TRIBUTARIA ESTRUCTURAL. Noten que lo pusimos todo en mayúsculas. Así de grave vemos la situación.
Nuevamente se gesta una ofensiva ideológico-psicológico-mediática para asustar a la población, pues el Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció que, al terminar el presente año 2019, el déficit fiscal llegará a los 6,3 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB).
Según los neoliberales, esto ya es una tragedia para la economía nacional y algo desestabilizante para la misma. Entre otras cosas, argumentan que la orden que le da al país la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económicos (OCDE) es que no se debe superar la barrera del 3% en materia de déficit fiscal; por tanto, duplicarlo y más es algo trágico.
Nosotros pensamos que lo realmente trágico y desestabilizante para la economía nacional es, por una parte, que sigamos sin realizar la TRANSFORMACIÓN TRIBUTARIA ESTRUCTURAL (otra vez, lo ponemos en mayúsculas), la cual debe pasar a ser de carácter progresivo: que paguen más los que más tienen, que paguen lo correcto y que no lo escamoteen, que no se dejen lo que recaudan, que no lo escondan en paraísos fiscales.
Por otra parte, lo realmente trágico y desestabilizante para la economía, para la convivencia social y para el mismo sistema político, es que el país siga endeudándose más y más, por tanto, pagando cada vez más altos intereses.
El déficit fiscal nunca se corregirá sin que, precisamente, se haga una auditoría ciudadana de la deuda pública, mediando ley de la República, para que la generación actual de costarricenses y las siguientes sepan cómo fue que llegamos a esta peligrosa y espantosa situación.
El déficit fiscal nunca se corregirá si no se modifica la vergonzosa y cruel circunstancia de tener entre 8,2 y 8,5 puntos PIB de evasión-elusión de impuestos en todas sus manifestaciones legales y/o ilegales; y si se sigue tolerando que en cuanto a exenciones-exoneraciones haya 6 puntos PIB.
¡Qué barbaridad! ¡Sumen! Hay 14 puntos PIB, al menos, para conseguir bajar los 3 puntos PIB de exceso del déficit fiscal ordenado por la OCDE; sin más tributos para nadie, ni siquiera para esos grandes “empresaurios” archi-enriquecidos con todos los mecanismos de robo de impuestos.
El déficit fiscal nunca se corregirá si no ventilamos de manera totalmente pública cómo es que los banqueros tienen depositados en el sistema financiero nacional casi 33 mil millones de dólares; gigantesca cantidad de plata que si la convertimos a colones equivale a unos 55 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
¡Impresionante! 55 puntos PIB es, cifras más, cifras menos, igual a 18 veces el porcentaje de déficit fiscal que la OCDE pide que rebajemos, pues esta solamente autoriza al país a 3% y al terminar el 2019, superaremos los 6 puntos.
Hace tiempo venimos insistiendo en que deberíamos, como país, como sociedad, lograr un gran acuerdo nacional en materia de déficit fiscal, en el sentido de que se debe establecer un porcentaje de este con el cual podríamos vivir y, paralelamente, el porcentaje con el cuál no se podría vivir.
Jugando con la cifra “alarmante” de 6,3 puntos PIB de déficit al terminar este año, ¿por qué no buscar un acuerdo para ver cómo se buscan ingresos fiscales frescos por el orden del 3%, o del 3,1% PIB, mediando ese gran acuerdo nacional, de tal suerte que nos quedemos con 3% para vivir en el entretanto se llega a la ansiada y necesaria TRANSFORMACIÓN TRIBUTARIA ESTRUCTURAL (una vez más, en mayúsculas)?
Nosotros pretendemos abordar este sensible tema de cara a los interlocutores gubernamentales del proceso de diálogo-negociación que, en próximas horas y días, sostendrá la articulación de grupos de la sociedad civil Encuentro Social Multisectorial, con autoridades políticas del actual gobierno de la República.
Con todas las reservas, dudas, incredulidades y desconfianzas que genera desde ya un proceso así, en el marco de las condiciones sociopolíticas y económicas en que está el país en estos momentos; vamos a dar nuestro mejor esfuerzo para posicionar una visión alternativa en esta sensible materia del déficit fiscal y todas sus cuestiones conexas.
Que nos perdonen los especialistas de uno y de otro bando, incluso los amigables con la lucha social, pero es que este tema del déficit, de los impuestos, del robo de los mismos, de los banqueros, de la deuda y sus abultados intereses, está afectando a “Raymundo y a todo el mundo”; a “los y las de abajo” más que nadie. Entonces, el asunto debe ser de interés general, especialmente de interés popular.
Porque si esto estalla, como nos lo están pronosticando ellos mismos, “los y las de arriba”, sencillamente se irán del país con su plata y nos dejarán a las mayorías en mayores niveles de sufrimiento, de empobrecimiento, de esclavitud económica y de precarización social al máximo. ¡Qué va! Llegó la hora de que “los y las de abajo” hablemos con contundencia al respecto y con esa lógica de pueblo, cuyo sentido común se viene imponiendo ante los desmanes de los todavía poderosos.