Los ministros de economía de los veinte países más ricos del mundo, el G-20, comenzaron ayer una reunión de dos días en la localidad china de Chengdu donde analizarán los principales riesgos para el crecimiento mundial. A falta del comunicado final, que se hará público hoy, los debates comenzaron con el mantra habitual sobre la necesidad de aumentar el gasto público para consolidar el crecimiento económico, informa Afp.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, aseguró que «hay un periodo de incertidumbre persistente para las perspectivas económicas de todo el mundo». Desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) se aseguró en un informe presentado ayer que «los riesgos han aumentado» después de que la víspera rebajara su previsión de crecimiento mundial para 2016 y 2017 hasta el 3,1 y 3,4%respectivamente. Esta institución multilateral coincidió en su análisis con el sentimiento general de que «la progresión de la economía mundial se podría ralentizar drásticamente si aumentan las incertidumbres políticas y económicas derivadas del Brexit».
Por su parte el recién nombrado ministro de Economía de Reino Unido, Philip Hammond, se estrenó en su primer G-20 lanzando mensajes de tranquilidad sobre la salida de su país de la Unión Europea.
En la misma línea de reuniones anteriores los máximos responsables de la economía mundial trabajaban ayer en la redacción del comunicado final en el que, con total seguridad, volverán a insistir en la importancia de mantener las reformas estructurales en el mercado de trabajo como factor fundamental para apuntalar el todavía débil crecimiento económico mundial.
Según el FMI Australia, Canadá, Estados Unidos y Alemania, en particular, deben «orientar sus gastos públicos hacia inversiones en infraestructuras para aumentar la demanda interna a corto plazo».
La realidad es que los bancos centrales de todo el mundo continúan estando muy activos a la hora de ayudar al crecimiento económico, en forma de liberar montañas de dinero a tipos de interés próximos a cero. Sin embargo, como aseguró el ministro de economía francés, Michel Sapin, «la política monetaria no lo puede hacer todo».
Mientras tanto parece que se desvanecen algo los temores sobre una posible ralentización de China con la que se había especulado en los últimos meses.
El riesgo de las tres “T”
Los principales responsables de las riendas de la economía mundial, reunidos desde ayer en China en el marco del G-20, discutieron de manera informal los principales desafíos a que se enfrentan. El Brexit, pese a que no estaba en la agenda de la reunión, estuvo en todos los corrillos. Otro de los temas que resultó más popular fue el riesgo que suponen para la estabilidad económica mundial las tres «T»: terrorismo tras la cadena de tentados en Europa; Turquía con el fallido golpe de Estado y el recorte de libertades de las nuevas leyes y Donald Trump, en referencia al candidato republicano a la Casa Blanca y su escepticismo sobre las ventajas del libre comercio en el mundo.